El excoordinador de IU en Andalucía, Antonio Maíllo, ha decidido aceptar el encargo que le ha llegado de diversos dirigentes del PCE y de IU de llegar a un acuerdo que permita resolver la crisis de IU abierta tras la presentación de la candidatura de Sira Rego para dirigir la coalición en la próxima asamblea de mayo.

Las fuentes consultadas indicaron que la prioridad absoluta de Maíllo es llegar a acuerdos, pero tampoco descartaron que el proceso desemboque en que este acabe por presentar su propia candidatura a la dirección. Esto supondría el retorno de Maíllo a la primera línea después de dejar la dirección del partido en Andalucía. 

Así, a la pregunta de si todo esto se podría traducir en una candidatura encabezada por el propio Maíllo como coordinador general, estas fuentes no descartan que esa sea "una posibilidad que está sobre la mesa". Sin embargo, acto seguido puntualizan que "lo importante en este momento es que haya una hoja de ruta política clara que pasa por activar el papel de IU en esta fase con un marcado enfoque municipalista, que recoja el sentir de nuestra gente por abajo, donde la formación es más fuerte".

El objetivo de Maíllo es articular "un nuevo acuerdo de mayorías" que permita crear "una propuesta de dirección sólida, cohesionada".
Se trata de un encargo que un grupo de dirigentes han hecho a  Maíllo, tras el "paso unilateral" dado por Rego y, con ello, "romper los acuerdos de unidad alcanzados hasta ahora".

Fuentes de la dirección de IU trasladan que Maíllo "ha aceptado la tarea de encabezar este proceso de diálogo que pasa por hacer partícipes del debate a los territorios, abriendo la participación con un reforzado carácter municipalista para un acuerdo que recoja el sentir de la militancia desde abajo". Con ello, la idea es presentar a la Asamblea una nueva hoja de ruta para IU y una dirección política renovada que sustituya a la de Alberto Garzón.

Papel fundamental

Maíllo ha mostrado su disposición a asumir la tarea, según las fuentes, convencido de que la Asamblea "es la oportunidad para pasar de una dirección política encerrada en sí misma y ajena a las asambleas de base a una dirección de carretera y manta y de diálogo franco, directo y sin filtros con la militancia".

Así, resaltan que "el papel que va a desempeñar Maíllo es fundamental toda vez que la organización conoce su trabajo de campo, [de contacto] directo con una militancia necesitada de una interacción directa con su dirección política, de asambleas, debate y conclusiones, "como se ha hecho en IU toda la vida". 

"Confiamos en el papel que pueda hacer Antonio Maíllo para articular ese consenso porque representa a la IU del arraigo, de la coherencia y además su figura tiene una fuerte vinculación emocional y permanente con la militancia de base, con quien siempre ha mantenido el contacto estrecho y directo sin mediación", dijeron las fuentes. "En momentos difíciles su papel ha permitido la cohesión de la organización", agregaron.

Las fuentes consultadas señalaron también que "la propuesta que finalmente presente Maíllo se basará en los aprendizajes que deja el ciclo político anterior, que ha demostrado que apostar por modelos de hiperliderazgos, con mucha concentración de poder y poco colectivos, es un error" y que será una apuesta por "reforzar la democracia, la participación, y el trabajo en común y colegiado en las organizaciones de izquierdas".