El voto joven será una pieza clave las próximas elecciones al Parlamento Europeo, programadas para dentro de un mes. Por ello, un sondeo diseñado por Talento para el Futuro con el apoyo de la plataforma Polétika ha indagado en los valores que impulsarán el sufragio entre los 18 y los 30 años. De los resultados, llaman la atención las diferencias de género que se han observado en casi todas las variables analizadas: mientras que los jóvenes varones se inclinan por la libertad, las jóvenes prefieren la igualdad como eje central de sus valores.

Además, las mujeres jóvenes tienden a posicionarse más a la izquierda del espectro político, aunque son las menos propensas a votar. A medida que maduran, sus valores evolucionan hacia ideales tradicionalmente más progresistas, como la igualdad.

Sin embargo, sienten que la política no les representa y perciben a la Unión Europea (UE) como algo distante. En la misma línea, los datos arrojan que el 65% de los jóvenes encuestados se sienten desilusionados por los líderes políticos (y entre ellos, los hombres de 25 a 30 años muestran la mayor desilusión, superando el 70%).

Esta desconexión se extiende al ámbito europeo: aunque la mayoría de los jóvenes españoles siguen siendo proeuropeos (el 65% cree que la UE beneficia a su país y a sus vidas, y solo un 15% respaldaría la salida de España), un 35% no se siente "representado por la UE". Curiosamente, son las jóvenes identificadas como conservadoras las que más sienten que la UE las representa (36%).

Crece la despolitización

Aunque las últimas proyecciones auguran una alta participación en las próximas elecciones, apenas un poco más del 30% de las personas encuestadas estaba al tanto de la cita electoral y afirman que votarán. En una nota positiva, otro 33% consideraría votar si tuviera más información sobre las propuestas en juego. Por lo tanto, transformar el entusiasmo en compromiso electoral es un desafío evidente que enfrenta la juventud con derecho a voto en España.

Aproximadamente el mismo porcentaje que se siente desconectado de la UE también admite no comprender bien el funcionamiento de las instituciones europeas, lo que sugiere una correlación entre conocimiento y participación. Esta falta de información es generalizada, sin distinción de género ni orientación política.

"En resumen, la idea abstracta de Europa atrae a los jóvenes, pero la figura de la Unión Europea les resulta difusa y distante, con un funcionamiento difícil de entender", resume Belén Agüero, investigadora a cargo del análisis y miembro de la plataforma Poletika.

"Esta carencia de información podría llevar a este grupo de edad a abstenerse en las elecciones del próximo mes de junio, por lo que consideramos que las campañas de sensibilización sobre la UE son urgentes y necesarias, pero deben ser lo más claras posible y emplear los canales de comunicación que más utilizan los jóvenes", añade.

Las instituciones enfrentan un dilema con la escasa participación de la juventud: más del 95% de los encuestados no se relaciona con ninguna organización política. La principal razón, tanto para hombres como para mujeres, es una cuestión de voluntad: simplemente, no desean participar. Esta razón es aún más pronunciada entre las mujeres, con casi un 40%. Resulta sorprendente que entre las mujeres, la falta de interés por la política sea el principal motivo de la falta de participación, mientras que entre los hombres, la mayoría cita la falta de tiempo (60%).

"Es evidente que las instituciones europeas necesitan convertir a los jóvenes en sus aliados más cercanos, incorporando sus visiones y voces en su quehacer diario, más allá de los programas de prácticas y las elecciones", argumenta Mireya Diouri, de Talento para el Futuro.