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Las trabajadoras que asisten a víctimas de violencia machista en Madrid convocan un paro el próximo domingo

Denuncian la "violencia institucional" que les obliga a trabajar sin apenas recursos. La convocatoria, tal y como denuncian las empleadas, se produce porque se encuentran "al límite de lo que una persona puede soportar en su puesto de trabajo".

Imagen de archivo de grupos feministas durante una concentración por los últimos asesinatos machistas, en la Puerta del Sol de Madrid.
Imagen de archivo de grupos feministas durante una concentración por los últimos asesinatos machistas, en la Puerta del Sol de Madrid. Fernando Sánchez / Europa Press

La Plataforma de Trabajadoras de la Red de Atención a Mujeres Víctimas de Violencia de Género en el ámbito de la pareja y expareja acudirá a una huelga de 24 horas de duración que tendrá su inicio a las 22 horas del domingo 2 de junio y finalizará a la misma hora del día siguiente

El motivo de la convocatoria se debe al estado crítico en el que se encuentra la red madrileña de atención a víctimas de violencia de género. Por ello, el propósito principal no es otro que realizar una denuncia pública de las condiciones en las que reciben atención las mujeres que acuden a estos recursos especializados que dependen del Ayuntamiento de Madrid.

El excesivo tiempo de espera para obtener una primera cita desde que contactan por primera vez con los servicios de protección; la continua rotación de las profesionales; los elevados intervalos de espera entre citas que se prolongan durante semanas y, sobre todo, las condiciones de los alojamientos de protección son algunas de las razones más poderosas que han llevado a las trabajadoras a la movilización y a la huelga.

En relación a esto último, desde la citada agrupación denuncian que la saturación existente en los alojamientos de protección "no garantiza una atención especializada" y que las mujeres son "sometidas a una total incertidumbre sobre si tendrán o no acceso a un alojamiento seguro".

Todos estos elementos constituyen lo que las trabajadoras definen como "violencia institucional". La convocatoria, tal y como denuncian las trabajadoras, se produce porque se encuentran "al límite de lo que una persona puede soportar en su puesto de trabajo". Lamentan también "las pésimas condiciones económicas y la presión enorme y permanente a la que se ven sometidas para dar una respuesta rápida y adecuada en estas condiciones a las mujeres, junto a sus hijos e hijas, que acuden a ellas atravesando situaciones de riesgo o con graves secuelas". 

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