La formación socialista tuvo que dar un paso atrás y eliminar las medidas contra el proxenetismo para que saliese adelante la conocida como 'Ley del sí es sí'. Pero horas después de que el proyecto de ley de garantía integral de la libertad sexual pasara al Senado, el PSOE presentó en la Cámara Baja una proposición de Ley Orgánica de sólo tres artículos cuyo objetivo es el de prohibir la prostitución en todas sus formas. La propuesta, sin embargo tal y como está redactada podría afectar a cualquier tipo de producción de películas pornográficas en nuestro país, e incluso a la producción editorial que contenga contenido sexual explícito. El Partido Popular se ha apresurado a garantizar el apoyo a esta proposición normativa.

La semana pasada, la tramitación de la enmiendas en el Congreso tuvo momentos de tensión debido a la postura enrocada del Grupo Socialista de endurecer los delitos contra el proxenetismo. Una enmienda de la formación buscaba abolir la prostitución en esta misma Ley Orgánica, algo que fue un compromiso del Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante el 40 congreso del Partido Socialista y que defiende a capa y espada Carmen Calvo.

Precisamente, el cambio que plantea el texto de la Ley sí es sí -ya en el Senado- es modificar el artículo 187 del Código Penal de modo que se protege a las prostitutas, que son la parte más débil.

Todas las formaciones a favor de la 'Ley sí es sí' coinciden en que el asunto de la prostitución es muy complejo y merece una norma aparte.

Propuesta de Ley Orgánica en tiempo récord

Dicho y hecho: el sábado 27 de mayo, unas horas después de aprobarse en el Congreso la Ley sí es sí en su camino hacia el senado, el Grupo Socialista presentó una propuesta de Ley Orgánica de sólo tres artículos. El texto propuesto por los socialistas no sólo endurece la práctica de la prostitución sino que, por su amplitud, directamente penaliza cualquier "práctica de actos de naturaleza sexual a cambio de dinero u otro tipo de prestación de contenido económico" con multa de 12 a 24 meses.

Es decir, según el tenor literal del texto, lo que podría suceder es que los productores de películas, imágenes y contenidos pornográficos en España estuvieran automáticamente prohibidos y perseguidos. También las editoriales que cerrasen contrato con un actor o actriz porno para contar sus propias experiencias.

Por tanto, esta proposición socialista propone penar la producción de pornografía, y no la distribución, ni la participación en las escenas pornográficas, ni el consumo de porno.

"Tal vez habría que cuidar la redacción de la norma, o introducir en el texto de alguna excusa absolutoria para las grabaciones de obras audiovisuales de carácter pornográfico", comenta a Público el abogado especializado en tecnología Carlos Sánchez Almeida. "Así, de la misma forma que se exonera a las prostitutas del delito, podría ampliarse la exoneración a los contenidos audiovisuales de carácter pornográfico plenamente consentidos por las partes".

Cobrar por hacer porno

En España existe una menguante industria de entretenimiento pornográfico, que cuenta con sus propias ferias (la más importante, el Salón Erótico de Barcelona), que desde hace unos años se han ido reenfocado a la inclusividad y la feminización, pero en donde el porno sobrevive de forma más discreta.

Asimismo, y especialmente durante la pandemia, plataformas privadas como Onlyfans (y las enfocadas directamente al porno casero, como Chaturbate o Livejasmin) han hecho su agosto; ahí, cualquiera puede montarse un canal privado de 'streaming', y a menudo una sesión pornográfica casera reporta beneficios en forma de dinero o de tokens.

¿Es también todo lo anterior que quiere prohibir el Grupo Socialista? ¿Son las plataformas de 'streaming' privadas una "forma de proxenetismo"? Según el texto literal de su propuesta de "Ley Orgánica para prohibir el proxenetismo en todas sus formas", parece que sí.