Los menores identificados como presuntos autores o difusores de los falsos desnudos creados con inteligencia artificial de menores en Almendralejo (Badajoz) tienen entre 12 y 14 años y "a priori todo apunta a que son del entorno de las víctimas", según la Policía. 

El jefe del Grupo de Protección al Menor de la Unidad Central de Ciberdelincuencia, Javier Izquierdo, ha confirmado en una rueda de prensa que se han presentado al menos 22 denuncias por este caso, y que en el caso de aquellos identificados que ya han cumplido los 14 años, "serían imputables conforme a la Ley Penal del Menor".

Además, ha confirmado que las víctimas son el mismo rango de edad y sobre los identificados, que "a priori todo apunta a que son del entorno" de las niñas.

En cuanto a las posibles penas, ha recordado que la creación de desnudos con inteligencia artificial es "algo que recoge el Código Penal y, a pesar de que sean imágenes manipuladas, si son realistas se considera pornografía infantil".

En el caso de los menores que no son imputables "no se les aplica la Ley del Menor, por tanto es decisión de la Fiscalía" su destino, mientras que "a los que sean imputables les sería de aplicación la Ley Penal del Menor". 

En caso de que hubiese algún mayor de edad entre los implicados, "las penas por producción de pornografía infantil van de dos a cinco años" de prisión, y si las víctimas son menores de 16 años "la pena se agrava de cinco a nueve años", ha precisado.

Izquierdo ha señalado que desconoce si los presuntos autores identificados son de Almendralejo, porque la investigación ha sido desarrollada por la comisaría de la localidad, "pero a priori todo apunta a que sí y a que son del propio entorno de las víctimas".

En ese sentido, ha apuntado sobre la difusión de las imágenes que "no se tiene constancia de que hayan salido de los grupos de Whatsapp y de Telegram en los que se originaron".

La retirada en su totalidad de las imágenes es "algo muy complejo", porque "una vez que entran en internet, es difícil retirarlas de forma completa", ha precisado. 

Sin embargo, "una vez que se realice la investigación se intentará intervenir los móviles de los menores implicados para tratar de minimizar la posible exposición de las imágenes en internet". 

El de Almendralejo no es el primer caso de este tipo, ya que Izquierdo ha confirmado que existen otros previos, "pero hasta ahora no habían saltado a la opinión pública de esta manera". Aunque ha precisado que se intenta dar a estas investigaciones "la menor publicidad posible para evitar el efecto llamada que podrían producir". 

Ha resaltado que "cualquier persona, haciendo un mal uso de la tecnología, es un potencial productor de imágenes de pornografía infantil, y ya no es necesario tener acceso a un menor, sino que con cualquier fotografía se puede producir pornografía".

Se trata de "hechos extremadamente graves", por lo que se debe "concienciar a la población del riesgo de esta tecnología y de su mal uso", y en particular a los menores, a los que "no se trata de meterles miedo, sino de educarlos en una nueva cultura de la ciberseguridad", ha remarcado Izquierdo.