El Juzgado de Instrucción 4 de Soria ha dejado en libertad provisional al  hombre detenido por agredir a su pareja en directo en una red social. La joven de 23 años estaba conversando con otros usuarios de TikTok cuando, de pronto, recibió una bofetada de una persona a la que no se le veía la cara. En un principio, la influencer dijo ante sus compañeros que se trataba de su padre, que estaba enfadado con ella. Más tarde, en otro vídeo, admitió que en realidad quien le había pegado era su pareja, aunque lo justificaba alegando que se trataba de una agresión pactada. 

La joven y su pareja, ambos de origen búlgaro, acudieron días más tarde a una comisaría de Soria para denunciar el acoso que estaban recibiendo en redes sociales por banalizar la violencia de género. Los agentes, que ya habían sido alertados por los usuarios de Twitter, arrestaron en ese momento al hombre de 31 años. 

El joven será juzgado por el Juzgado de lo Penal número 1 de Soria el próximo día 21 de febrero después de que en el juicio rápido celebrado este miércoles por la mañana en el juzgado con competencias en materia de Violencia sobre la Mujer no se haya conformado con la acusación de la Fiscalía y no haya sido posible dictar sentencia.

La Fiscalía ha pedido un año de prisión por un delito de maltrato de los artículos 153.1 y 153.3 y la privación del permiso para portar armas durante tres años y la prohibición de acercarse y comunicarse a la víctima durante el mismo periodo de tiempo.

El juzgado ha dado un plazo de tres días a su abogado para que presente escrito de defensa ante el Juzgado de lo Penal, que ahora asume la competencia para celebrar el juicio. La Fiscalía ha pedido, como medida cautelar hasta la celebración del juicio, una orden de protección para la mujer que el juez ha denegado porque, argumenta, "no se aprecia que concurra una situación objetiva de riesgo para la presunta víctima".

El agresor no cuenta con denuncias previas por malos tratos, ni actuales ni previas a lo ocurrido. La víctima, por su parte, sí que ha interpuesto una demanda por amenaza y acoso en redes sociales. El Juzgado de Instrucción número 4 ha decidido sobrestimar dicha denuncia. 

Lo ocurrido abre el debate sobre el papel que debe desempeñar la Policía ante una situación de violencia de género que se presenta como consentida. En este caso, la pareja hizo un directo en el que aseguraban que el tortazo era un truco para conseguir "más seguidores". 

Ante el aluvión de mensajes que tachaban al hombre de agresor, la pareja decidió emitir un vídeo asegurando que ya habían hablado con la Guardia Civil y que supuestamente los agentes les habían recomendado decir "la verdad" a sus seguidores. En un intento de justificación, el hombre llegó a preguntar que si fuera su pareja quien le pegara a él también la "iban a denunciar". 

La Unidad de Atención a la Familia y Mujer de la Policía (UFAM) establece que, ante cualquier agresión a una mujer se debe poner en tela de juicio el supuesto consentimiento de la agredida porque es probable que haya sido coaccionada por su agresor. Actualmente la UFAM está investigando este caso para más tarde poner a disposición judicial a la pareja de la víctima.