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Fallarás retoma el relato colectivo de las supervivientes de violencia sexual tras la presión feminista a Instagram

Instagram rectifica y devuelve a la activista su cuenta tras el clamor feminista contra su suspensión. "El hecho de que lo borraran fue leído por muchas mujeres como un castigo", afirma la escritora.

Retrato de Cristina Fallarás. — Jaime García-Morato
Retrato de Cristina Fallarás. Jaime García-Morato

La voz de miles de mujeres seguirá vibrando, ahora con más fuerza que nunca, en la cuenta de Instagram de Cristina Fallarás; perfil que ya se ha convertido en un hogar para muchas. La activista feminista lleva años recogiendo mensajes de víctimas de violencia machista y sexual. Le escriben con la esperanza de que su influencia pueda actuar como altavoz y ahora ella los publica con el objetivo de que, por fin, se escuche a todas quienes han vivido presas del silencio, el miedo y la culpabilidad. 

Meta, empresa propietaria de la red social y cuyo presidente es el estadounidense Mark Zuckerberg, le cerró el pasado 1 de marzo la cuenta, sin previo aviso, alegando "contenido inapropiado". La autora del #Cuéntalo reclamó por los mecanismos ordinarios de Instagram su restauración, pero, al principio, "era como hablar contra una pared".

La "sensación de desamparo", explica a Público Fallarás, fue brutal, pero no más grande que la rabia que sintió al pensar que todas esas historias que relataban la violencia volvían a ser silenciadas.

El apoyo masivo contra esta censura ha empujado a Instagram a rectificar

Su cuenta se ha convertido en un lugar de seguridad, como esos espacios que en la década de los 60 servían como refugio a personas de comunidades disidentes y que, poco tiempo después, dieron abrigo a las feministas que trataban de dar la batalla a la dominación patriarcal.

Por ello, "el hecho de que lo borraran fue leído por muchas mujeres como un castigo. Era peor que no contarlo. Era el haberlo contado y volver a vivir el silencio", explica Fallarás. Una reacción a su valentía, a su empoderamiento, frente al amedrentamiento y disciplinamiento que la violencia machista trata de imponer sobre sus cuerpos.

Hace apenas cuatro días, el apoyo y las denuncias masivas contra esta censura han empujado a Instagram a devolverle a Fallarás su perfil. Más de 2.000 personas a nivel internacional firmaron en unas pocas horas la petición impulsada por el movimiento My Voice, My Choice para que Meta rectificara y reabriera el perfil, flujo continuo de memoria colectiva contra la misoginia. "Ahora parece haberse reactivado. No doy a basto, realmente", cuenta a este medio Fallarás. 

"Una manera de callarnos a todas"

Desde entonces, la activista no ha dejado de recibir mensajes de apoyo: "Querida Cristina, ¡felicidades por recuperar tu cuenta! Esta semana sentía que me habían vuelto a silenciar. Que tu cuenta estuviera bloqueada era una manera de callarnos a todas, de aleccionarnos por habernos hecho fuertes a través del relato de nuestras violencias. Un relato que nos une y nos hace fuertes juntas. Hoy entré a tu perfil, busqué mi historia y allí estaba, miles de likes y muchísimos comentarios. No los había leído y he llorado tanto al leerlos... Me he sentido abrazada, sostenida, creída...". Este es solo uno de los tantos.

"Quienes saben de esto, gente que lleva redes en diferentes países, me dicen que se cierran muchas cuentas, y que cuanta más presión se hace, más se toma en consideración que tu caso debe ser revisado", afirma la escritora. De lo cual deduce, que, como intuía, el respaldo, el acuerpamiento multitudinario ha sido determinante una vez más para mantener a salvo este espacio. 

"Aparte está otro asunto, que si me la devuelven es porque quiere decir que admiten que la cerraron sin causa justificada. Estoy segura", concluye Fallarás.

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