Carlota Prado, la concursante de Gran Hermano que sufrió abusos sexuales por parte de José María López, otro participante en el reality show de Telecinco, ha denunciado a Mediaset, la empresa propietaria de la cadena y a los trabajadores que estuvieron la noche de autos en la casa de Guadalix de la Sierra, donde se graba el programa. Según informa El Confidencial, así se deprende del acceso al requerimiento que Prado interpuso ante la Guardia Civil de Coín, Málaga, el pasado 8 de mayo, y al que habría tenido acceso ese medio.

Según explica, la joven detalla en el atestado que "desea presentar una denuncia contra la productora del programa Gran hermano, contra Mediaset y contra los trabajadores de dicho programa por no prestarle auxilio cuando sucedieron los hechos", responsabilizándoles, por tanto, de un delito de omisión de socorro que el Código Pena español castiga con penas de multa de tres a doce meses.

Prado señala también en su denuncia que los hechos fueron grabados y realizados como un contenido más del show y que le permitieron volver al concurso de convivencia: "Realizaron un montaje de distintas cámaras que después le enseñaron a la declarante. Dice que tras esto, la dejaron volver de nuevo a la casa donde se hacía el programa y no le prestaron apoyo psicológico suficiente".

El juicio contra su agresor y contra la productora Zeppelin fue suspendido el 8 de febrero del año 2022 por la ausencia de Prado, cuyos abogados explicaron que padecía "problemas psiquiátricos de gravedad" y que, aunque pensaban que podría declarar, finalmente decidió no acudir. Ella lo niega y afirma que entonces estaba ingresada en un centro médico. Ahora, ha optado por un abofado de oficio.

Quince meses de cárcel

Finalmente, el pasado 17 de abril el juzgado de lo Penal número 18 de Madrid condenó a José María López a quince meses de prisión, cuatro años de alejamiento y a una indemnización de 6.000 euros, como autor responsable de un delito consumado de abusos sexuales. La sentencia aún no es firme.

Por su parte, Zeppelin TV, fue  condenada a abonarle mil euros por el daño moral que le causó al comunicarle a Prado el delito de abuso sexual del que fue objeto. Tras la publicación del resultado, la productora emitió un comunicado explicando "su respeto a la sentencia dictada en el procedimiento penal".