El Vaticano ha condenado este jueves la denominada "doctrina del descubrimiento", una serie de documentos oficiales que, en pleno siglo XV, autorizaban a los pontífices para colonizar los pueblos indígenas de América, África y Asia. Ahora, los máximos representantes de la Iglesia católica repudian "los muchos actos de maldad" cometidos en nombre del cristianismo y sostienen que "no forman parte de la enseñanza" de la institución.

En el comunicado, hecho público este jueves, los dicasterios (ministerios) para la Cultura y la Educación y el Servicio del Desarrollo Humano Integral rechazan una doctrina que, durante décadas, amparó "la conquista en nombre de dios" en territorios de otros continentes. Los escritos también respaldaban la expropiación de bienes y el reparto de dominios entre Portugal y el reino de Castilla.

El Vaticano asegura que "el concepto jurídico de descubrimiento fue debatido por las potencias coloniales del siglo XVI y encontró una expresión particular en la jurisprudencia decimonónica" de diversos tribunales. De este modo, los órganos eclesiásticos pretenden quitarse de encima las acusaciones de algunos estudiosos que afirmaban que los papeles en cuestión pertenecían a la Santa Sede.

"La investigación histórica ha demostrado que los documentos papales, escritos en un período histórico concreto y relacionados con cuestiones políticas, nunca se consideraron expresiones de la fe católica", reza la institución en su comunicado. Para la Iglesia, el contenido de esta doctrina se manipuló con fines políticos para "justificar actos inmorales" contra los pueblos indígenas.

Esta rectificación llega justo ocho meses después del viaje del papa Francisco a Canadá, una cita en la que pidió perdón a los grupos indígenas del Quebec y escuchó sus peticiones. Entre otras cosas, le reclamaban que condenase públicamente la colonización de sus pueblos. 

La nota de prensa también garantiza que la Iglesia sostiene "en términos inequívocos el respeto debido a cada ser humano" y subraya su repulsa a todos aquellos conceptos que "no reconocen los derechos humanos intrínsecos de los pueblos indígenas".