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El Tribunal de Cuentas de la UE denuncia que los 'lobbies' escapan a los controles y las normas de transparencia

El organismo se queja de que muchas reuniones con los grupos de presión no se declaran y que la falta de unas normas de control y transparencia más estrictas podría derivar incluso en corrupción.

Banderas de la Unión Europea ondean frente a la sede de la Comisión Europea en Bruselas (Bélgica).
Banderas de la Unión Europea ondean frente a la sede de la Comisión Europea en Bruselas (Bélgica). Johanna Geron / REUTERS

El Tribunal de Cuentas de la Unión Europea (TCE) ha advertido este miércoles de que la actividad de los grupos de presiónlobbies— en la Unión sigue escapando a los mecanismos de control comunitarios y que las reuniones espontáneas con la mayoría de empleados continúan produciéndose al margen de las normas de transparencia.

En un informe especial, el organismo de fiscalización del resto de instituciones comunitarias detalla que, si bien son cada vez más los grupos de presión que se inscriben en el registro de transparencia de la UE, este "presenta una serie de insuficiencias y lagunas informativas".

El registro de transparencia ofrece información sobre los lobbies con actividad en la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y el Consejo e informa a los ciudadanos sobre la posible influencia de estos grupos en los procesos de toma de decisiones, pero los auditores urgen a reforzarlo "para no quedar en papel mojado".

A pesar de estas peticiones del TCE,  los eurodiputados han tumbado en los últimos meses algunas de las propuestas que pretendían mejorar el control sobre las reuniones que tienen con los lobbies. Sobre todo debido a la oposición de los grupos parlamentarios de los populares y de ECR, uno de las dos familias de la extrema derecha en Europa. Así lo ha contado en las últimas semanas 'MEP Misconduct Investigation', una investigación transnacional de la que forma parte Público, entre otros medios de los Estados de la UE.

Esta investigación, liderada por Follow The Money, también ha revelado que uno de cada cuatro eurodiputados tiene escándalos o delitos en su historial. Evidenciando, así, el problema con la rendición de cuentas y la falta de control sobre la actividad de los europarlamentarios.

Derivar en "corrupción"

Según explica en su informe el Tribunal de Cuentas, la falta de unos mecanismos de transparencia adecuados podría hacer que la actividad de los lobbies derive en "influencia indebida, competencia desleal e incluso corrupción".

"Los grupos de presión pueden eludir el registro para una serie de interacciones y, en éstas, pueden seguir influyendo en los legisladores de la UE. Esto no solo reduce la transparencia, sino que también afecta a la confianza de los ciudadanos", ha alertado el miembro del tribunal que ha dirigido el informe, Jorg Kristijan.

Reuniones bajo el radar

El acuerdo de transparencia alcanzado por las instituciones de la UE en 2011 estipula que no es necesario mantener un registro formal de las reuniones espontáneas, de las llamadas telefónicas no planificadas, ni de los intercambios de correo electrónico, y que los grupos de presión sólo están obligados a informar cuando se reúnan con los cargos más altos —que suelen ser con los que menos se reúnen—.

Según expone el informe, muchas reuniones de los lobbies con representantes y trabajadores del Parlamento o la Comisión no llegan a declararse ni publicarse. Incluso una ONG identificada en el escándalo del Qatargate —el principal caso de corrupción en la Eurocámara en años— organizó una conferencia en el Parlamento en junio de 2022 a pesar de no estar inscrita en el registro.

Asimismo, el organismo asegura que las medidas de ejecución que pueden tomar las instituciones para garantizar que los grupos de presión cumplan las obligaciones de registro e información "son insuficientes".

Por otro lado, el Tribunal considera que deben mejorarse los controles de los datos, especialmente por el riesgo de que las ONG financiadas por terceros no divulguen sus fuentes de ingresos y declaren sólo a las que representan sus propios intereses o el interés colectivo de sus miembros.

Según defiende el TCE, la actividad de los lobbies es una "herramienta democrática" que permite a organizaciones y personas contribuir a las políticas. Por ello, y para evitar casos de corrupción e influencia indebida, pide que la UE refuerce sus mecanismos de control y  transparencia sobre la actividad de estas organizaciones.

También recomienda mejorar los controles de la calidad de los datos, así como la facilidad de uso y la pertinencia del sitio web público del registro de transparencia, donde se puede consultar la información sobre los grupos de presión registrados.

El número de lobbies inscritos en el registro de transparencia de la UE ha aumentado significativamente desde su creación, pasando de 5.500 en 2012 a aproximadamente 12.500 en 2024.

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