MADRID
Actualizado:El Parlamento Europeo votó el pasado mes de septiembre una serie de enmiendas para reformar su reglamento interno y mejorar la transparencia y el control sobre la actuación de los eurodiputados. La iniciativa nació de la necesidad de sofocar la crisis de credibilidad tras el escándalo del Qatargate. Se decidió, por ejemplo, sobre permitir a los parlamentarios reunirse únicamente con organizaciones que estén inscritas en el registro de lobbies de la Unión Europea (UE), sobre prohibirles cobrar por labores de consultoría a estas organizaciones registradas o sobre que tengan que publicar en su agenda todas las reuniones programadas con lobbies y terceros países.
¿Qué tienen en común estas enmiendas? Las tres fueron aprobadas. Pero también las tres salieron adelante sin el apoyo del Partido Popular (PP) y Vox. La derecha y extrema derecha españolas están entre los partidos que más han votado en contra de endurecer las reglas de transparencia del Parlamento Europeo. Es una de las conclusiones del análisis de las votaciones a las enmiendas del reglamento interno realizado por Público y MEP Misconduct Investigation, una investigación internacional formada por periodistas de varios países europeos.
Vox y otros 26 partidos conservadores son los segundos que más han votado en contra de la transparencia en la Eurocámara
De hecho, Vox es el segundo partido que más ha votado en contra de estas medidas de las casi 200 formaciones europeas que cuentan con al menos un eurodiputado. El partido liderado por Jorge Buxadé en Bruselas empata en esa posición con otros 26, casi todos ellos de la familia de los populares europeos. Estas fuerzas políticas han votado un 85,71% de las veces en contra de las mejoras en materia de transparencia, según el análisis de siete enmiendas clave en la reforma del reglamento interno.
Por encima de estas 27 formaciones solo está el Partido Democrático Cívico de la República Checa, que forma parte de del grupo parlamentario de Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), al que también pertenecen Vox y otros partidos de extrema derecha, como el Partido de los Finlandeses o Hermanos de Italia, la formación de la italiana Georgia Meloni.
Tras estos partidos se encuentran la CDU alemana, el partido de Meloni, el Partido Nacional Liberal rumano y la Agrupación Nacional de Marine Le Pen. Justo detrás se sitúa el PP: ocupa la 32ª peor posición del listado con un 78,02% de sus votos en contra de las mejoras.
El análisis no deja lugar a dudas: Vox y PP están entre los partidos que más han votado en contra de un Parlamento Europeo más transparente. Además, a bastante distancia del resto de partidos españoles. Pero no votar en contra no supone, per se, apoyar estas medidas. Los eurodiputados también pueden abstenerse o incluso no votar.
En esta entrega de MEP Misconduct Investigation se han analizado los votos de todos los eurodiputados en esas siete enmiendas clave para reformar el reglamento interno de la Cámara y endurecer las obligaciones de transparencia y control sobre la actuación de los parlamentarios. Esas siete propuestas han sido identificadas por Follow The Money —medio que lidera esta investigación periodística— en colaboración con Transparencia Internacional (TI) y otros expertos en este campo, como centrales para mejorar la transparencia del Parlamento Europeo.
Cinco consiguieron ser aprobadas y, por tanto, acabaron con un resultado favorable según los expertos. Pero los eurodiputados tumbaron una que proponía obligarlos a declarar las reuniones con lobbies u organizaciones incluso si estas se daban fuera de los edificios de la Eurocámara. La séptima consiguió el apoyo del Parlamento Europeo, pero la propuesta era contraria a la transparencia. De hecho, TI había pedido a los diputados que la rechazaran.
Esa última enmienda limitaba la obligación de los eurodiputados de declarar las actividades remuneradas secundarias más allá de su labor como parlamentarios. Hasta ahora tenían que hacerlo sobre cualquier actividad, pero con la aprobación del cambio ya solo tendrán la obligación de hacerlo si los ingresos de esta superan los 5.000 euros anuales.
No mojarse
A pesar de las numerosas enmiendas sobre la reforma, hubo eurodiputados que no se mojaron. Algunas formaciones al completo no se posicionaron, como ocurrió con los seis partidos que cuentan con tan solo un eurodiputado. Fueron la Alianza de Fuerzas Nacionales (República Checa), ¡Para el desarrollo! (Letonia), Conciencia Popular Nacional (Grecia), NEOS (Austria) y Movimiento Republicano y Manzana (ambos de Eslovaquia).
Estos eurodiputados, al igual que algunos de partidos con más representación, no acudieron ese día al pleno o asistieron pero no apretaron ningún botón durante la votación, ni siquiera el de la abstención. Al no votar no se puede conocer el posicionamiento de estas formaciones políticas, que por ello no aparecen en el registro de los resultados. Lo mismo ocurre con los 38 diputados independientes de la Eurocámara que no pertenecen a ningún partido y tampoco acudieron a votar. Esto deja en 190 el listado de las formaciones políticas europeas que se posicionaron sobre las enmiendas para mejorar la transparencia.
MEP Misconduct Investigation ya reveló hace unos meses que uno de cada cuatro eurodiputados tiene escándalos o delitos en su historial. Ahora la investigación se centra en cómo el Parlamento Europeo ha intentado dar respuesta y mejorar su transparencia y rendición de cuentas, algo que se volvió aún más fundamental tras el Qatargate. Este escándalo erosionó la reputación de las instituciones comunitarias tras descubrirse que varios europarlamentarios presuntamente habrían aceptado sobornos de Marruecos y Qatar a cambio de defender sus intereses en la UE.
PP y Vox, peor que sus familias europeas
Las conclusiones de la investigación son claras a nivel europeo. El grupo parlamentario de los populares es el que más se ha opuesto a estas medidas protransparencia. Le sigue ECR, uno de los dos grupos de extrema derecha en el Parlamento Europeo. Son las familias políticas de PP y Vox, respectivamente.
BNG, ERC y Junts han apoyado todas las enmiendas para favorecer la transparencia en el Parlamento Europeo
Los populares europeos han votado en contra de mejorar la transparencia en el 71,03% de los casos, apoyando las mejoras solo con un 22,68% de sus votos. Pero aún es peor el papel del PP español: un 78,02% de votos contrarios y un 14,29%, protransparencia. La distancia es aún más pronunciada en el caso de ECR y Vox. Si el grupo ultraconservador apoyó en un 30,49% las enmiendas protransparencia, Vox lo hizo menos de la mitad: solo el 14,29% de las veces.
La oposición a la transparencia de las derechas españolas les deja muy lejos del resto de formaciones del país. Ciudadanos ha apoyado las mejoras con el 53,06% de sus votos; el PNV, con el 71,43%; los eurodiputados que se presentaron en la coalición Unidas Podemos, con el 76,19%; y los del PSOE, con el 95,71%. Aún más claro ha sido el apoyo de la eurodiputada del BNG, los dos de ERC y los tres de Junts: todos han votado en las siete enmiendas en la forma que recomendó Transparencia Internacional y el resto de expertos.
El empate con un 14,29% de apoyo a las medidas en el caso de PP y Vox se produce porque únicamente votaron a favor de una de las enmiendas para mejorar la transparencia. Se trata de la que pretende obligar a los eurodiputados a incluir todos sus intereses privados en sus declaraciones, no solo los financieros como hacían hasta ahora. De hecho, salió adelante con un apoyo casi unánime del Europarlamento: 632 eurodiputados votaron a favor y solo ocho en contra.
Contra (casi) todo
La mayoría de partidos que, como Vox, ocupan la segunda posición del ranking de los que más se oponen a las mejoras de transparencia, actuaron de la misma manera: respaldaron esa enmienda, trataron de tumbar las otras cinco mejoras y secundaron la contraria a la transparencia.
Entre esos partidos están formaciones como Partido Unidad, que gobierna en Letonia, o Alcaldes e independientes, liderada por el vice primer ministro de República Checa, Vít Rakušan. El PP no empata con estos partidos porque, a pesar de que votó mayoritariamente de la misma forma, una de sus eurodiputadas, Rosa Estaràs, no acudió aquel día al pleno o asistió pero no votó. Esto aumenta el porcentaje de no votación y reduce el porcentaje de votos contrarios a la transparencia de los populares.
Saltarse la disciplina de voto
Otro de los eurodiputados del PP, Leopoldo López —padre del opositor venezolano de mismo nombre— votó a favor de la enmienda sobre incluir todos los intereses privados en la declaración, pero también apoyó la que establece que los eurodiputados tendrán prohibido cobrar por actividades de consultoría a organizaciones inscritas en el registro de lobbies de la UE. El resto de sus compañeros —a excepción de la propia Estaràs— votó en contra.
Esta práctica no es la más habitual, pero tampoco es un caso aislado. Dos eurodiputados del PSOE, Cristina Maestre Marín e Ibán García del Blanco, votaron de forma contraria a su partido y su grupo parlamentario, y apoyaron fijar el umbral mínimo de 5.000 euros para declarar las actividades remuneradas secundarias, de la misma manera que hicieron sus compatriotas de PP y Vox.
Los eurodiputados de Unidas Podemos —marca bajo la que se presentaron los eurodiputados de Anticapitalistas, Catalunya en Comú, Izquierda Unida y Podemos— también votaron de forma diferenciada sobre algunas enmiendas. Mientras que los ahora ministros Ernest Urtasun y Sira Rego apoyaron todas las enmiendas para mejorar la transparencia y rechazaron la que reducía las obligaciones de los eurodiputados al realizar sus declaraciones de intereses, Idoia Villanueva, Miguel Urbán y Eugenia Rodríguez Palop se abstuvieron en tres votaciones. Todas ellas estaban relacionadas con las reuniones con lobbies.
Manu Pineda, que en principio repetirá como candidato de Izquierda Unida en junio, votó en seis ocasiones en el sentido que recomendó Transparencia Internacional, pero no participó sobre la propuesta que obliga a los eurodiputados a publicar sus reuniones programadas con lobbies y terceros países. Esta es una de las dos enmiendas que se quedaron por el camino durante la votación del pleno de la Eurocámara.
En total, son cinco las enmiendas protransparencia las que se aprobaron, a pesar de la oposición de las derechas españolas a la mayoría de ellas. Con estas tímidas reformas, el Parlamento Europeo pretende hacer impermeable la institución a injerencias extranjeras y comportamientos poco éticos, cuando no directamente corruptos, tal y como presuntamente habría ocurrido con el Qatargate.
El próximo 9 de junio, la UE acudirá a las urnas para renovar el pleno de la Eurocámara, que según las encuestas tendrá un aumento de la representación de conservadores y populares. Atendiendo al comportamiento de voto de ambos grupos, así como al de sus socios españoles de PP y Vox, el futuro de la transparencia de la Unión Europea podría seguir estancado.
METODOLOGÍA
Esta información forma parte de la investigación MEP Misconduct Investigation, liderada por Follow The Money y en la que participan distintos medios de comunicación de los Estados miembros de la Unión Europea, entre ellos Público.
Para esta pieza se han analizado los resultados de las votaciones a las enmiendas para la modificación del reglamento interno del Parlamento Europeo de cada uno de los partidos políticos con representación en la Eurocámara. Los datos se han obtenido de MEP Watch, una iniciativa protransparencia que recopila los resultados de las votaciones de los europarlamentarios.
En concreto, se han analizado los resultados de las votaciones a las siguientes enmiendas promovidas por la Comisión de Asuntos Constitucionales del Parlamento Europeo (AFCO) para la modificación del reglamento interno:
- Anexo I, artículo 4, § 2, punto c - Am 10PC1/1
- Anexo I, artículo 4, § 2, punto c - Am 10PC1/2
- Anexo I, artículo 5 - Am 13/1
- Anexo I, artículo 5 - Am 13/2
- Anexo I, artículo 5 - Am 13/3
- Anexo I, artículo 4, § 2, punto c - Am 30
- Anexo I, artículo 2, § 1, punto c - Am 22
Estas enmiendas han sido identificadas por Follow The Money, junto a Transparencia Internacional y dos expertas en derecho internacional de la UE, Maaike Geuens, profesora de la Universidad de Tilburg (Países Bajos), y Emilia Korkea-aho, docente de la Universidad de Finlandia Oriental (Finalndia), como las más relevantes en materia de transparencia de toda la reforma del reglamento del Parlamento Europeo.
En seis de las siete enmiendas, votar a favor era sinónimo de un voto protransparencia, mientras que el voto en contra tenía el sentido opuesto. Solo en una de las siete —Am 10PC1/2— el voto a favor era contrario a la transparencia. Tanto en este caso como en las otras seis enmiendas se han categorizado los resultados de los votos según su sentido (protransparencia o contrario a la transparencia), y no en "a favor" o "en contra", de manera que se han podido analizar los resultados de las siete votaciones de manera conjunta.
En el análisis del comportamiento de voto se han tenido en cuenta las abstenciones de los eurodiputados de cada grupo. Esta es una de las tres opciones que los políticos pueden escoger al votar. En las votaciones los eurodiputados deben pulsar uno de los tres botones que representan las siguientes opciones: a favor, en contra o abstención. También se han incluido en los cálculos aquellos casos en los que los eurodiputados no han acudido al pleno a votar o han acudido pero no han pulsado ningún botón.
En otras enmiendas directamente no se ha podido conseguir información sobre el sentido del voto del conjunto de eurodiputados, ya que las votaciones se han realizado a mano alzada y no por vía electrónica o nominal. Estas votaciones son conocidas como "voto invisible". En estos casos queda registro del resultado general de la votación pero no cuáles eurodiputados la apoyan y cuáles no. Por ello, las enmiendas para mejorar la transparencia y el control de los eurodiputados sometidas a este tipo de votación no se han podido incluir en esta investigación.
Para facilitar el análisis de las votaciones de los partidos políticos españoles, se han agrupado como Unidas Podemos los siguientes partidos: Izquierda Unida, Catalunya en Comú, Podemos y Anticapitalistas. Todos ellos se presentaron de forma conjunta en las últimas elecciones europeas como Unidas Podemos. Se ha realizado el mismo ejercicio con las formaciones francesas que se presentaron de forma conjunta como Liste Renaissance.
En el caso de Ciudadanos se ha incluido dentro del partido a la eurodiputada Maite Pagazaurtundúa, que se presentó como independiente pero forma parte de la delegación de Ciudadanos en el Parlamento Europeo. Además, hay dos eurodiputados españoles independientes que no se han contabilizado en ningún partido: Javier Nart y Mónica Silvana. Se presentaron dentro de Ciudadanos y PSOE, respectivamente, pero abandonaron la delegación. Sí se les ha contabilizado en sus grupos parlamentarios, ya que siguen formando parte de los mismos. Se trata de Renew y S&D, respectivamente.
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