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Tilos, la pequeña isla griega en la que el 12 % de la población es refugiada

Tilos, una isla helena con poco más de 800 habitantes que ha acogido a 100 personas refugiadas, ofrece un ejemplo de integración e innovación frente a la crisis humanitaria de refugiados que vive Grecia desde 2015.

Khalissa y su familia salen de un centro de protección familiar para refugiados en Atenas. "Mi marido ha estado en Alemania dos años. Hace unos días tuve una respuesta positiva a mi petición de reunificación familiar para mi familia, pero not engo ni idea de cuándo podremos dejar Grecia... la espera es terrible y agotadora, necesito descansar", dice. REUTERS/Zohra Bensemra

Agencia EFE (Irene Gómez Iglesias)

Tilos, una isla helena con poco más de 800 habitantes que ha acogido a 100 personas refugiadas, ofrece un ejemplo de integración e innovación frente a la crisis humanitaria de refugiados que vive Grecia desde 2015.

En el archipiélago del Dodecaneso -en el sur del mar Egeo- y a solo 18 kilómetros de la costa turca, esta isla no es ajena a la llegada de migrantes por una crisis que ha supuesto, según ACNUR, que solo durante 2016 más de 10 millones de personas huyeran de sus lugares de origen por razones de conflicto o persecución.

Desde el inicio de esta crisis en Tilos querían acoger a personas refugiadas por un "deber humanitario", cuenta la alcaldesa María Kammá. "La idea de integrarlos vino después", explica Kammá. "Vimos que Tilos podía dar para vivir a un centenar de refugiados, que además podían contribuir al bienestar de la isla".

Así, Tilos hizo un llamamiento a diversas autoridades griegas para acoger a familias refugiadas sirias y en la isla se habilitó un centro de residencia para 10 de ellas, financiado por ACNUR y puesto en marcha con la colaboración de la ONG Solidarity Now.

"Vimos que Tilos podía dar para vivir a un centenar de refugiados, que además podían contribuir al bienestar de la isla"

Las familias refugiadas en Tilos reciben cursos de griego, inglés e informática en la escuela del pueblo y trabajan en empresas de la isla con número fiscal y de la seguridad social.

Además, desde la isla se busca financiación privada para otro proyecto en el que con tres familias de refugiados sirios y cuatro ganaderos locales se cree una fábrica de producción de quesos en la que trabajarán los adultos de estas tres familias sirias, compuestas de 20 personas en total, aunque 14 son niños.

"El ayuntamiento ofrece el terreno para la fábrica, y si la cooperativa no funciona, la fábrica quedará como fábrica municipal", explica Kammá.

Otro proyecto en el que están trabajando consiste en alquilar campos no cultivados de personas que ya no viven en la isla para organizar programas de agricultura biológica con refugiados y locales que se quieran asociar.

La isla -que recientemente ganó el premio a la Sostenibilidad 2017 de la Unión Europea por un sistema de almacenamiento de energías renovables pionero en Grecia- enarbola un espíritu innovador y de ruptura con el status quo desde los años 90, cuando el anterior alcalde, Tassos Aliferis accedió al cargo.

Llegado en 1983 para trabajar un año como médico rural -una parte obligatoria en la formación de los doctores helenos-, Aliferis decidió quedarse en Tilos, que entonces no llegaba a los 300 habitantes y no contaba con médico residente. "Él consiguió convencernos de que esta isla es nuestra riqueza", recuerda Kammá.

Su entrada en la alcaldía marcó el inicio de políticas comprometidas con los derechos humanos y el medioambiente. Poco después de su llegada a la alcaldía consiguió que la caza quedara prohibida en la isla y, en 2008, desafiando la legislación helena del momento, ofició las dos primeras bodas homosexuales de Grecia.

Aliferis falleció en 2012, pero su espíritu aún impregna la política que se lleva a cabo en Tilos. "Todos los que ahora están en el consejo municipal han crecido junto a él", explica la alcaldesa.

Así, la isla está trabajando para abastecerse exclusivamente en energías renovables en un futuro próximo y para desarrollar un turismo sostenible basado en actividades como "senderismo, bicicleta de montaña u observación de aves". "Queremos atraer este tipo de turismo y no el turismo de masas", cuenta la regidora.

Todos proyectos en los que quieren involucrar a los 100 refugiados acogidos en la isla, y que desde el ayuntamiento de Tilos esperan que se queden. "Una característica de una sociedad inteligente es que en los problemas ve ocasiones para el bien común", sentencia Kammá. 

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