El Partido Laborista ha hecho historia en Reino Unido con sus mejores resultados electorales desde Tony Blair en 1997. A los números en las urnas le sigue otro hito: este mismo viernes Keir Starmer ha nombrado a Rachel Reeves canciller de Hacienda, convirtiéndose en la primera mujer en este cargo, uno de los de más alto nivel, junto con el del primer ministro, el ministro del Interior y el secretario de Relaciones Exteriores.

Reeves (Londres, 1979), de 45 años, es conocida por su seriedad y determinación. Ha trabajado en el Banco de Inglaterra y se la considera del ala más hacia la derecha dentro del Partido Laborista, en el que milita desde adolescente. Ya demostró su ortodoxia y rigor fiscal como portavoz de Economía en la oposición, por lo que su nombramiento era más que esperado.

Los dos padres de la pionera ministra eran profesores y, aunque se separaron cuando todavía estaba en primaria, ambos la han descrito como una niña intrépida que podía aventurarse al borde de un sendero cuando paseaba cerca de la orilla del mar, según reportan medios británicos.

Una experiencia que la avala

Se graduó en Filosofía, Política y Economía en el New College de Oxford y estudió un máster en la London School of Economics. Tras su paso por la educación superior, trabajó como economista en el Banco de Inglaterra. En concreto, se dedicó a estudiar los intentos de Japón para salir del estancamiento en la década de 1990.

Antes de convertirse en diputada en 2010, se trasladó a Leeds y pasó un tiempo trabajando en el Halifax Bank de Escocia. Al entrar en el Parlamento, ascendió rápidamente. Obtuvo varios puestos clave en la sombra y varios medios apuntan que desde el principio se la vio como alguien cuya carrera se debía impulsar.

El pasado diciembre, Reeves habló en el funeral del exministro de Hacienda Alistair Darling, que le sirvió de mentor en los comienzos de su carrera. Habló con cariño del tiempo personal que pasó con él y su mujer, así como de sus consejos, ya que se encontró al mando durante el gobierno de Tony Blair, con una crisis masiva en la que las familias y el país tenían dificultades para llegar a fin de mes.

Una polémica política económica

La propia Reeves ha dicho que el partido heredará la peor situación económica desde las secuelas de la Segunda Guerra Mundial. Su política económica no está exenta de críticas. En 2018 se alejó de la visión del entonces líder laborista Jeremy Corbyn y dentro del propio partido se ganó la fama de ser una "tory roja".

La londinense se ha inspirado en la Administración de Joe Biden para fundamentar su programa, basado en la disciplina fiscal. Reeves lo ha descrito como una "securonomía" (securonomics en inglés). Las claves de su política incluyen una férrea oposición a la subida de impuestos, el apoyo del gasto público y las inversiones en el sector privado.

Reeves está casada con Nicholas Joicey, un alto funcionario y antiguo redactor de discursos de Gordon Brown durante su etapa como canciller de Hacienda bajo el Gobierno de Tony Blair. Tienen dos hijos. Además, su hermana es la diputada laborista Ellie Reeves.