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Portugal irá a elecciones el 30 de enero: las izquierdas se juegan la gobernanza que ganaron en 2015

El presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, ha comunicado oficialmente que disolverá el Parlamento aunque aún no hay fecha para ello. En este tiempo, se prevé que los diputados intenten sacar adelante reformas legislativas como la despenalización de la eutanasia.

El presidente de la Repúblico, Marcelo Rebelo de Sousa, en el Consejo de Estado del 3 de noviembre de 2021.
El presidente de la Repúblico, Marcelo Rebelo de Sousa, en el Consejo de Estado del 3 de noviembre de 2021, en Cascais (Portugal). Rodrigo Antunes / Efe - Epa

El presidente de la República de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, ha comunicado oficialmente la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones anticipadas. Los portugueses volverán a ir a las urnas el próximo 30 de enero y las izquierdas se juegan poder continuar con la senda de recuperación de derechos que la sociedad lusa perdió tras el rescate financiero de la troika. 

"Una semana y un día después del rechazo del Presupuesto de 2022, decidí disolver la Asamblea de la República y convocar elecciones el día 30 de enero de 2022", dijo Rebelo de Sousa en una comunicación al país. Defendió su decisión porque considera que no hubiera sido viable que Antònio Costa continuara gobernando con los Presupuestos de 2021 "pensando en un año diferente, con otras reglas".

"Es la forma de resolver la incertidumbre, la inestabilidad. Siempre hay una solución en la democracia, sin miedo ni dramas, que es devolver la palabra a los portugueses", sostuvo en su discurso de este jueves.

El Parlamento seguirá funcionado un tiempo más ya que Rebelo de Sousa aún no ha decidido el día de la disolución efectiva. Los diputados tienen ahora jornadas maratonianas para cerrar varias reformas legislativas pendientes y claves para el país. Entre ellas, la regulación del teletrabajo y la despenalización de la eutanasia.

El presidente de Portugal ha dado el anuncio oficial de la vuelta a las urnas tras una ronda de conversaciones con los principales actores políticos del país y después de obtener el visto bueno del Consejo de Estado. En la reunión celebrada este miércoles solo dos miembros sostuvieron que había alternativas a las elecciones. Fueron Francisco Louçã, fundador del Bloco de Esquerda (BE), y el histórico comunista Domingos Andrade. El BE y el PCP han sido los aliados del Gobierno desde 2015.

Los procesos internos de las derechas tradicionales han retrasado la convocatoria

Los socialistas de Antònio Costa querían que las elecciones fueran cuanto antes, pero los procesos internos de las derechas más tradicionales han retrasado la convocatoria. Hasta 117 personalidades pidieron a Rebelo de Sousa tiempo para la campaña electoral y la organización de los partidos. Tanto el conservador Partido Social Demócrata (PSD) como los democristianos (CSD) prevén elegir a sus líderes y candidatos el próximo mes de diciembre.

La decisión del líder del PSD, sobre todo, es esencial. Su actual presidente, Rui Rio, competiría contra el eurodiputado Paulo Rangel. Rio es partidario de un entendimiento con la extrema derecha lusa, Chega! (¡Basta!, en español), algo que rechaza Rangel, al menos, de momento.

Las izquierdas estarían más preparadas aunque, según las últimas encuestas publicadas por medios lusos, ninguna conseguiría más votos que en las últimas elecciones de 2019.

Rebelo de Sousa tiene aún pendiente firmar el decreto de disolución. Deben pasar entre 55 y 60 días hasta la celebración de las elecciones y, por ello, aún se esperará un tiempo, evitando así que se vuelva a las urnas a principios de enero. Además, de los procesos internos de las derechas, la campaña electoral coincidiría entonces con la Navidad, algo que el presidente ha considerado que puede fomentar la abstención.

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