El Ministerio de Asuntos Exteriores polaco ha anunciado la expulsión de 45 diplomáticos rusos y que se ha convocado al embajador de Rusia. El portavoz del Gobierno polaco, Stanisław Żaryn, ha informado en una rueda de prensa que los servicios secretos han hecho una lista de 45 personas "de círculos diplomáticos rusos", que será enviada al ministerio de Exteriores para proceder a su expulsión por considerar que "trabajan para el servicio de inteligencia de Rusia".

Sergey Andreiev, embajador ruso en Varsovia, ha sido citado por el Ministerio de Exteriores para prestar declaración. Las autoridades polacas, por otra parte, también informaron de la detención de un empleado del Registro Civil de Varsovia acusado de espiar para Rusia.

El detenido, cuya identidad se desconoce, "suministraba noticias e información que podrían dañar a la República de Polonia", según recoge el comunicado oficial. Deberá permanecer en prisión preventiva durante al menos tres meses a petición de la Fiscalía, según recoge EFE.

El portavoz gubernamental Michal Dworczyk afirmaba en una entrevista que "las actividades de los espías de Rusia son cada vez más intensas" en territorio polaco, y añadió que "a veces no nos damos cuenta de cuán importante para la Inteligencia es la información aparentemente trivial como, por ejemplo, la que consta en las instituciones locales".

"En la Oficina del Registro hay mucha información sobre personas que cambiaron de nombre tras adquirir la ciudadanía polaca o tarjetas de residencia. Y los espías pueden usar esto", ha declarado Dworczyk.

El periodista Pablo González, encarcelado e incomunicado 

El periodista Pablo González lleva más de tres semanas incomunicado en una prisión de Polonia acusado de ser espía ruso. Ni su familia ni su abogado defensor han podido hablar aún con el reportero, aunque está encarcelado en un país miembro de la UE. Tampoco hay fecha para que su letrado pueda visitarlo.

Esta situación provoca que ni siquiera el abogado de González conozca los cargos concretos que pesan sobre el periodista. Aunque, según se ha conseguido saber, las autoridades polacas acusan a González de haber realizado actividades para Rusia utilizando su estatus periodístico. "Como resultado, pudo moverse libremente por Europa y el mundo, incluidas las zonas afectadas por conflictos armados y áreas de tensión política", consta en el comunicado oficial del Gobierno polaco.