La Policía Federal de Brasil imputó este jueves al expresidente Jair Bolsonaro en el marco de una investigación sobre un intento de apropiación indebida de joyas millonarias que le fueron regaladas por países árabes durante su mandato como jefe de Estado de Brasil.

Tras concluir la investigación, la Policía ha presentado cargos contra 12 personas, entre ellas el líder ultraderechista, por delitos que incluyen apropiación de bien público, lavado de dinero y asociación para delinquir, según han confirmado fuentes oficiales a Efe. 

Los abogados del capitán de la reserva, quienes han negado los cargos y han afirmado que las joyas siguen bajo custodia de la Presidencia, han optado por no hacer comentarios sobre el resultado de la investigación. El informe de la Policía será enviado al magistrado de la Corte Suprema encargado de la investigación, Alexandre de Moraes. Él deberá remitirlo a la Fiscalía para que determine si existen suficientes indicios para procesar a los acusados y decidir si solicita a la Corte la apertura del correspondiente juicio.

La Policía ha presentado cargos por asociación para delinquir contra las 12 personas investigadas, incluyendo al exministro de Minas y Energía, Bento Albuquerque, y al entonces edecán de Bolsonaro, Mauro Cid. Además, se han formulado cargos por apropiación de bien público contra siete de ellas y por lavado de dinero contra nueve.

Los colaboradores de Bolsonaro recompraron las joyas

El caso se centra en un conjunto de joyas y objetos de alto valor que el líder de la ultraderecha recibió durante viajes oficiales a Arabia Saudí y otros países árabes, y que se suponía debía haber entregado al patrimonio del Estado al dejar el cargo.

Según las investigaciones, Bolsonaro vendió algunas de esas joyas a través de intermediarios. Sin embargo, cuando el Estado exigió su devolución, algunos de sus colaboradores las recompraron. Entre los imputados se encuentra el abogado Frederick Wassef, defensor del expresidente, quien según la investigación viajó a Estados Unidos para recomprar las joyas después de que el Estado las reclamara de vuelta en enero del año pasado, cuando el progresista Luiz Inácio Lula da Silva asumió el poder.

En marzo pasado, Bolsonaro también fue acusado de asociación para delinquir y uso de datos falsos en registros oficiales en un caso donde se le investiga por un fraude relacionado con la obtención del certificado de vacunación contra la covid-19.

En ambos casos, las confesiones de Mauro Cid fueron decisivas. Cid fue detenido en mayo de 2023 y actualmente se encuentra en libertad provisional tras firmar un acuerdo con las autoridades, comprometiéndose a confesar sus delitos y proporcionar pruebas contra sus cómplices a cambio de beneficios judiciales.

Trama golpista para anular la victoria electoral de Lula

Una tercera investigación contra Bolsonaro, realizada por la Policía Federal y en fase avanzada, es la más grave hasta ahora. Se centra en su participación en una trama golpista que buscaba anular la victoria electoral de Lula en octubre de 2022 y mantener en el poder al líder ultraderechista.

El intento de golpe se produjo el 8 de enero de 2023, cuando miles de seguidores del líder ultraderechista invadieron y vandalizaron las sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema, con el objetivo de provocar una intervención militar para derrocar al gobierno de Lula.

Además de las investigaciones penales, el expresidente también enfrenta acciones legales en el ámbito electoral. En dos casos, la justicia electoral ya lo ha inhabilitado por ocho años debido a abusos de poder político y económico durante la campaña para las elecciones en las que fue derrotado en 2022.