El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha declarado este martes la situación de "desastre" en todo el país por la fuerte temporada de lluvias, que ha alcanzado los niveles más altos en cuarenta años y ha dejado 203 muertos en lo que va de 2022. Con esta medida, el presidente colombiano pretende movilizar recursos para ayudar a las más de 100.000 familias afectadas por las inundaciones y por el hambre.

Petro prefiere no hablar de desastre natural, ya que se trata de "la combinación del fenómeno de La Niña, profundizado con la crisis climática". El jefe del Ejecutivo ha insistido en "el 54% de probabilidades" de que las tormentas se prolonguen en 2023. Según cifras divulgadas por la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, se calcula que las lluvias han podido dejar al menos 203 personas muertas, 281 heridas y más de 450.000 personas damnificadas en los últimos diez meses. 

Las precipitaciones han destruido más de 4.000 hogares y otros 69.953 han sufrido daños, mientras que numerosas carreteras, puentes o acueductos también se han visto afectados. Además, una veintena de centros de salud, 235 escuelas y cuarenta centros comunitarios acumulan deterioros.

Aumento del hambre

Las consecuencias de las inundaciones han provocado "un incremento del hambre", lo que ha motivado la declaratoria de desastre. Según dijo Petro en su comparecencia, se podrán sumar una serie de partidas no utilizadas a la prevención y gestión de las lluvias, cuyo dinero "se va a invertir en los problemas del hambre y de la contingencia". 

El Gobierno colombiano prevé ayudas de 500.000 pesos (sobre 100 euros) a madres cabeza de familia y madres con hijos pequeños, con el objetivo poder "nutrir a la primera infancia en la fase más débil". También se ampliará el Programa de Alimentación Escolar, para que pueda ser utilizado durante el período de vacaciones y dé cobertura al 100% de niñas y niños. Además, se mejorarán las infraestructuras de comunicación en las zonas afectadas por las tormentas y se financiará "el 100% de los fertilizantes que se destinen a la producción de alimentos", con el fin de abaratar los costes de la comida.