La escalada de violencia entre Armenia y Azerbaiyán se ha visto intensificada en los últimos días, con 105 bajas mortales en el Ejército armenio y 50 muertos en las filas azeríes. El conflicto se centra en la región de Nagorno Karabaj, que tiene a ambos países en disputa desde hace décadas.

Los dos países, que han tenido dos guerras en el siglo pasado, una de 1918 a 1921 y otra de 1988 a 1994, no mantienen relaciones diplomáticas. Ambas formaban parte de la Unión Soviética (URSS) y su enfrentamiento tiene su origen en 1918, en pleno estallido de la revolución rusa.

Un conflicto con origen soviético

El enfrentamiento entre Azerbaiyán y Armenia tiene su origen en 1918 con la desintegración de la Federación Transcaucásica y la proclamación de la República Democrática de Georgia. Armenia y Azerbaiyán se declararon como territorios independientes e iniciaron una guerra que duró hasta 1920, cuando entró en escena la URSS.

El objeto de conflicto es la región de Nagorno-Karabaj, anexada por los dirigentes soviéticos en 1923. Cuando la URSS se desintegraba, estalló la guerra entre Azerbaiyán y Armenia por controlar el territorio que ambos consideran histórica y étnicamente suyos.

Guerra del Alto Karabaj

En 1988, los armenios de Karabaj votaron para separarse y unirse a Armenia, lo que resultó en el conflicto que se conoció como la Guerra de Nagorno-Karabaj, que duraría hasta 1994. Durante esos años se vivieron grandes enfrentamientos y numerosas masacres desde ambos lados.

El conflicto finalizó con un alto al fuego y una paz favorable a los armenios, rubricada en el Protocolo de Biskek. Después de la guerra, las relaciones entre Armenia y Azerbaiyán siguieron siendo muy tensas.

En 2020 la tensa paz se acabó con el ataque de Azerbaiyán en la provincia de Tavush y la región de Tovuz, y feroces enfrentamientos locales en la frontera de los dos países. Azerbaiyán recuperó grandes cantidades de territorio en la denominada como segunda guerra del Alto Karabaj, rubricados en el acuerdo de alto el fuego en el Alto Karabaj de 2020. Desde entonces se han producido ataques esporádicos que no han respetado los tratados de paz.

¿Qué papel tiene Rusia en este conflicto?

Al tratarse de antiguos territorios de la URSS la mano de Rusia aún tiene influencia en la zona, sirviendo como mediador en momentos de conflicto. En la segunda guerra del Alto Karabaj, la influencia de Vladimir Putin fue clave para firmar el acuerdo de paz, que cesaba con las hostilidades y permitía a Azerbaiyán ganar territorios que estaban en manos de Armenia.

Rusia, lejos de hablar de una posible intervención militar, recalcó que el conflicto entre las dos partes debe ser resuelto "exclusivamente a través de medios políticos y diplomáticos". Además, sostuvo que las cuestiones fronterizas deben ser abordadas en el marco de la comisión bilateral con la asistencia de Moscú.

¿Qué opinan Europa y la ONU?

Ningún país miembro de la ONU reconoce Nagorno Karabaj como un Estado independiente. A nivel oficial, la organización considera que el Estado autoproclamado ocupa ilegalmente casi un 15% del territorio de Azerbaiyán.

El canciller alemán, Olaf Scholz, pidió este miércoles una "resolución pacífica" de las hostilidades. "Este conflicto no tiene sentido, cuesta vidas humanas y debe resolverse pacíficamente," declaró Scholz en una rueda de prensa. 

En un intento de prevenir el estallido de una guerra en el Cáucaso sur, el enviado de la Unión Europea, Toivo Klaar, se ha reunido este miércoles en Bakú con el presidente azerbaiyano, Ilham Alíev. 

En la misma línea, el presidente francés, Emmanuel Macron, y el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, llamaron a Alíev para pedirle el fin de las hostilidades. Turquía, principal aliado azerbaiyano, acusó a Ereván de iniciar las hostilidades.

Un conflicto de estas características podría hacer peligrar las exportaciones de gas de Azerbaiyán a Europa.