"No queremos judíos, ni homosexuales, ni abortos, ni impuestos ni a la Unión Europea". Así resumía hace unos años Slawomir Mentzen, el nuevo rostro de la extrema derecha polaca, su programa electoral. Su partido Confederación, una alianza de fuerzas de extrema derecha, se prepara para dar la campanada en las elecciones polacas de octubre y convertirse en la tercera fuerza. Un ascenso fulminante que confirma el auge de los partidos ultras a lo largo y ancho de la Unión Europea.

El joven de 36 años es economista, asesor fiscal, tiene una línea de cervezas artesanales y regenta una tienda de caza. Su programa bebe de un liberalismo radical de privatizaciones y reducción de impuestos, de políticas ultraconservadoras en lo social y de un desmantelamiento de la Unión Europea. "Tienen un programa Darwinista que hace más fuertes a los fuertes, más ricos a los ricos y más pobres a los pobres", llegó a resumir el primer ministro polaco Mateusz Morawiecki.

Mentzen tomó las riendas del partido tras la renuncia de Korwin-Mikke, el eurodiputado que hizo el saludo nazi en el Parlamento Europeo, comparó a los refugiados con "excrementos" y protagonizó un choque con Iratxe García Pérez, líder de los Socialdemócratas en la cámara, tras asegurar que las "mujeres debían cobrar menos porque son más débiles y menos inteligentes que los hombres".

Mentzen seduce al público joven a través de las redes sociales. Devoto de Jesús, es una estrella de TikTok, donde aglutina 780.000 seguidores y millones de visualizaciones en sus vídeos. Pero también da el salto fuera de las pantallas organizando eventos y charlas políticas bajo el eslogan "Beers with Mentzen", en los que reparte sus cervezas comercializadas como "White IPA Matters". El anuncio de promoción, donde se ve a un camarero negro bebiéndola, desató una polémica global y acusaciones de racismo que denunciaban este lucro a través de un discurso racista que ridiculizaba el Black Lives Matter y la muerte George Lloyd.

"Con nosotros, cada polaco que trabaja podrá permitirse una casa con una barbacoa y un césped, dos coches y vacaciones. Así es como queremos vivir", aseveró en un acto electoral, según declaraciones que recoge la televisión alemana ARD. Su campaña durante estos meses se ha centrado en la parte económica. Aboga por un salvaje libre mercado de impuestos bajos y simples y de fin de los programas sociales. Pero ha evitado pisar charcos más controvertidos en los que no puede arañar tantos votos, ya que el Partido Ley y Justicia (PiS), en el Gobierno desde 2015 y aliado de Vox en el Parlamento Europeo, cuenta ya con políticas ultranacionalistas y ultraconservadoras en el ámbito social.

Durante estos ocho años, el PiS ha desmantelado la independencia del poder judicial en el país, lo que ha provocado un choque directo con Bruselas que se mantiene a día de hoy. El discurso contra el colectivo LGTBI+ se ha multiplicado, llegando a declarar varias localidades del país como "zonas libres de homosexuales". Su Tribunal Constitucional declaró la supremacía de la ley polaca sobre el acervo comunitario, un caso sin precedentes. La reducción de derechos de la mujer se materializó con la entrada en vigor de una de las leyes más restrictivas del aborto en Europa, que se ha llevado por delante la vida de varias mujeres. Y el PiS ha hecho coincidir los comicios con un referéndum sobre el último acuerdo europeo para el reparto de refugiados.

Elecciones a la vista

Polonia afronta unas elecciones clave el 15 de octubre. El PiS podría perder su hegemonía política. Los sondeos que emergen confirman un escenario que ya se ha producido en muchas capitales europeas: el fin del bipartidismo coincide con el auge de fuerzas populistas y ultras que se proyectan como determinantes para la formación de nuevas coaliciones de Gobierno.

El PiS de Jaroslaw Kaczynski y la Unión Cívica del ex presidente del Consejo Europeo Donald Tusk se han repartido el poder de forma alterna durante las últimas décadas. Ahora, Mentzen se presenta como alternativa a este establishment y su partido podría ser clave para alcanzar la mayoría parlamentaria. Los sondeos avanzan un gran despegue de este partido, que podría proclamarse tercera fuerza en la Sejm duplicando sus resultados anteriores y superando, con el 15% de los votos, al nuevo partido agrario o a la coalición de izquierdas. Muchos de estos votos provinen del ultraconservador PiS. Su ascenso se habría nutrido del clima de crisis actual, especialmente preocupante debido a los precios récord de la alimentación y de la energía que ha dejado la guerra en Ucrania. La nueva opción ultra genera especial atracción entre el público masculino y joven.

Confederación se percibe ya como el partido bisagra, aunque su líder ha insistido en numerosas ocasiones en que no formará parte de ninguna coalición de Gobierno, lo que abre el escenario hacia largas negociaciones o repetición electoral. Una inestabilidad e incertidumbre política, que se une a la que se desarrolla en España en estos momentos, y que llega a pocos meses de los próximos comicios europeos. "Nuestro objetivo es doblar el número de diputados actuales y llegar a los 40 para que nadie pueda construir una mayoría estable sin nuestro apoyo", afirmó Mentzen recientemente en unas declaraciones que recoge la agencia Reuters.