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Birmania La junta militar de Myanmar anuncia una amnistía para más de 23.000 prisioneros mientras siguen las detenciones políticas

Este perdón de la pena de los más de 23.000 reos será para aquellos condenados antes del 31 de enero de este año.

El general golpista biramano Min Aung Hlaing.
El general golpista biramano Min Aung Hlaing. Reuters

La junta militar de Birmania, que ostenta el poder del país tras el golpe de Estado del pasado 1 de febrero, ha declarado este viernes la amnistía para más de 23.000 presos con motivo del Día de la Unión. Así lo ha confirmado el diario estatal Global New Light of Myanmar, que ha recogido un decreto emitido por el jefe del Ejército, el general Min Aung Hlaing.

El decreto reza que "como la República de la Unión de Birmania está construyendo un nuevo Estado democrático de la paz, el desarrollo y la disciplina, por motivos humanitarios y de compasión, para convertir a reclusos en ciudadanos decentes y complacer al público, el Consejo de Administración del Estado (...) remite la pena de 23.314 presos". Además, añade que se declara amnistía a estos presos "a condición de que cumplan una nueva y el resto de la condena anterior si vuelven a delinquir".

Este perdón de la pena de los más de 23.000 reos será para aquellos condenados antes del 31 de enero de este año. Además de la amnistía, el decreto también contempla otros beneficios para los presos, como la conmutación de la pena de muerte por la cadena perpetua y las reducciones de largos plazos de prisión.

Además de los presos birmanos, el decreto también otorga la amnistía a 55 presos extranjeros adicionales. El Ejército de Birmania asumió el poder el 1 de febrero tras la detención de los principales dirigentes políticos del país, tras lo que declaró el estado de emergencia durante un año. El golpe llegó tras las recientes tensiones a raíz de las elecciones generales de noviembre, en las que tanto la oposición como el Ejército han denunciado posibles irregularidades, aunque sin presentar pruebas. Desde entonces, las manifestaciones se han sucedido en las calles para condenar el golpe y han sido duramente reprimidas.

Facebook limita la visibilidad del Ejército de Birmania

Facebook anunció este viernes que reducirá la distribución de los contenidos publicados por el Ejército de Birmania, que el 1 de febrero tomó el control del país con un golpe de Estado, y otras cuentas asociadas al mando castrense, que ordenó la semana pasada bloquear el acceso a esta red social.

La multinacional tecnológica acusa a los militares de la "continua divulgación de información falsa" desde la asonada a través de varios perfiles, apunta en un comunicado. La medida, que no contempla eliminar las cuentas, busca reducir el número de personas que puedan ver los contenidos publicados por los perfiles oficiales manejados por el Ejército y uno de sus portavoces.

Las páginas del Ejército birmano dejarán de aparecer como "recomendadas"

"Esta misma acción se aplicará a cualquier página adicional que controle el Ejército y que viole repetidamente nuestras políticas de desinformación", apunta Facebook. Las páginas del Ejército birmano dejarán de aparecer como "recomendadas" y las agencias gubernamentales no podrán solicitar la retirada de contenidos en Facebook. La red social, la más utilizada en Birmania con una estimación de 22 millones de usuarios, se compromete además a "proteger la libertad de expresión de decenas de millones de ciudadanos birmanos".

El Ejército de Birmania, que ya gobernó el país con puño de hierro desde 1962 hasta 2011, ordenó a las operadoras de telecomunicación el jueves de la semana pasada que bloquearan el acceso a Facebook, y otras plataformas vinculadas con la multinacional, con el objetivo de preservar la "estabilidad" del país.

Sin embargo, muchos burlan la prohibición a través de VPN, programas que permiten evitar los controles y acceder a páginas restringidas. El Gobierno militar, encabezada por el general Min Aung Hlaing, justifica la toma de poder por un supuesto fraude electoral en los comicios del pasado noviembre en los que la Liga Nacional para la Democracia, el partido liderado por la nobel de la paz y depuesta líder democrática Aung San Suu Kyi, arrasó, como ya hizo en 2015.

Al menos 262 personas han sido detenidas por las autoridades entre el día de la asonada y este jueves, incluidas 21 que ya han sido liberadas, apunta la última actualización de la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos.

La ONU deplora el golpe y estudia sanciones

El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas se ha reunido este viernes en sesión especial sobre la situación de Birmania (Myanmar) en la que se ha condenado el golpe de Estado del pasado 1 de febrero, se ha pedido la liberación de los detenidos tras él, y se han barajado posibles sanciones internacionales. "El golpe es ilegal en todos los sentidos, y la comunidad internacional debe evitar reconocer a un régimen ilegítimo", ha declarado en su intervención ante el Consejo el relator de la ONU para los derechos humanos en Birmania, Thomas Andrews.

El experto ha señalado que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas "debe considerar opciones antes usadas en situaciones similares, incluyendo sanciones, embargos de armas, prohibiciones de viaje y llamamientos a que intervenga la Corte Penal Internacional". "El Tatmadaw (Ejército birmano) debe volver a sus cuarteles y permitir reformas que acaben con la impunidad de sus líderes, primando el control civil sobre los militares", agregó el relator, quien también pidió una convocatoria de emergencia de la Asamblea General de la ONU para analizar la crisis en el país surasiático.

La número dos de la Oficina de Naciones Unidos para los Derechos Humanos, Nada Al Nashif, ha abierto la sesión advirtiendo que los acontecimientos actuales en Birmania "son un grave retroceso para el país tras una década de difícil transición democrática". Al Nashif ha subrayado que la actual crisis en Birmania "es hija de la impunidad, después de años de ausencia de control civil sobre los militares y de desproporcionada influencia de éstos en las estructuras políticas y económicas".

"El Tatmadaw es el mayor obstáculo para el desarrollo de Birmania como una nación moderna y democrática, y su comandante en jefe, Min Aung Hlaing, junto a otros líderes, deben ser reemplazados", ha afirmado.

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