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Israel permite por primera vez la entrada de ayuda humanitaria por su frontera tras más de dos meses de ataques a Gaza

La Media Luna Roja y la ONU denuncian la falta de asistencia para la población gazatí: "No se puede entregar ayuda bajo un cielo lleno de bombardeos". El Ejército israelí ataca en las últimas horas dos hospitales en la Franja.

Un hombre traslada a una mujer herida tras un ataque de Israel a un hospital de la Franja de Gaza, a 17 de diciembre de 2023.
Un hombre traslada a una mujer herida tras un ataque de Israel a un hospital de la Franja de Gaza, a 17 de diciembre de 2023. EFE

Tras más de dos meses de ataques contra Gaza, Israel permitió este domingo por primera vez la entrada de ayuda humanitaria a través de su frontera. Al mismo tiempo, el Ejército israelí no ha dejado de bombardear la Franja y en las últimas horas ha atacado dos hospitales y ha matado a más de 100 personas, según el Ministerio de Sanidad del enclave palestino.

Israel se había comprometido con Estados Unidos, su principal aliado y mayor administrador de material bélico, a abrir el cruce fronterizo de Kerem Shalom para descongestionar el de Rafah, el único paso autorizado hasta ahora. Los camiones con la ayuda humanitaria llegaron hasta la frontera y allí trabajadores internacionales y palestinos recogieron el material. 

El acuerdo con EEUU consistía en que Israel permitiera la entrada cada día de 200 camiones. Una cantidad que según las autoridades de Gaza, controlada por Hamás, y organismos internacionales es totalmente insuficiente. "La ayuda recibida no cubre ni el 10% de las necesidades de la población", denunció este domingo la Media Luna Roja Palestina.

Las autoridades israelíes han demostrado en multitud de ocasiones que poco o nada le importa el futuro de la población gazatí. Los ministros de Defensa Yoav Gallant, de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, o el de Energía, Israel Katz, han llegado a declarar públicamente sus intenciones de "privar a los civiles de Gaza de alimentos, agua y combustible". Ante ello, Human Rights Watch ha pedido este lunes a "los líderes mundiales" que se pronuncien contra este "abominable crimen de guerra". La ONG ha acusado al Gobierno de Israel de usar el hambre y la sed como arma de guerra contra los civiles palestinos y de bloquear "deliberadamente" la entrada de asistencia.

Human Rights Watch acusa a Israel de utilizar el hambre y la sed de la población palestina como crimen de guerra

Ya no es solo la cantidad, sino también las dificultades para hacer llegar el material humanitario por culpa de la invasión y la ofensiva militar israelí. "No se puede entregar ayuda bajo un cielo lleno de bombardeos", advirtió por su parte la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA). "Gaza se está convirtiendo en un cementerio para la población atrapada entre la guerra, el asedio y las privaciones", enfatizó el organismo de la ONU.

El propio comisionado de la UNRWA, Philippe Lazzarini, denunció la crueldad de los ataques israelíes. "El número de personas muertas en 40 días no tiene precedentes. Más mujeres y niños que en la guerra de Ucrania", se lamentó Lazzarini, que añadió que  "nunca había visto algo de este nivel". La UNRWA recuerda que los bombardeos han destruido más del 60% de las infraestructuras de la Franja y han provocado que más del 90% de la población esté desplazada.

Colapso del sistema sanitario

En las últimas horas, los ataques del Ejército israelí han tenido como objetivo dos hospitales, entre ellos el de Al Awda, al norte de la Franja. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha mostrado su "consternación" por la destrucción del centro médico. La OMS se encuentra "buscando urgentemente información" sobre la situación de los trabajadores médicos que, de acuerdo el Ministerio de Sanidad de Gaza, han sido detenidos, entre ellos el director del centro. 

Philippe Lazzarini, comisionado de la UNRWA: "El número de personas muertas en 40 días no tiene precedentes"

Desde el inicio de su ofensiva contra Gaza, las tropas israelíes han asediado, atacado y ocupado varios de los hospitales más importantes del enclave palestino, argumentando que bajo sus instalaciones se encuentran túneles o infraestructura de Hamás. La OMS ha pedido el fin de inmediato de los ataques contra centros y profesionales sanitarios. "El sistema sanitario de Gaza ya estaba de rodillas, y la pérdida de otro hospital que funcionaba bajo mínimos es un duro golpe", ha añadido la agencia de la ONU.

Las autoridades gazatíes han denunciado también el lanzamiento de un proyectil de artillería contra otro complejo médico en medio de su ofensiva para tomar el control del centro de Jan Yunis, principal ciudad del sur del enclave y bastión de los líderes de Hamás. El ataque mató a Dina Abu Mohsen, una niña de 13 años que estaba convaleciente por la amputación de sus piernas tras otro bombardeo, y dejó varios heridos, según el movimiento islamista. 

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