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Guía para no perderte en la votación a las europeas del 9 de junio

En la nueva legislatura que se abre tras los comicios está en peligro la gran coalición centrista que ha imperado desde 1979. Todos los sondeos anticipan un giro a la derecha.

Comienzan elecciones europeas
Foto de archivo de las papeletas con los partidos políticos que se presentan a las elecciones europeas en el mismo orden en el que les llega a los solicitantes del voto por correo. Toni Albir / EFE

Las elecciones europeas, que arrancan este jueves en Países Bajos, se perciben como las más trascendentales de la historia de la Unión Europea. Por lo que puede hacer y dejar de hacer el bloque comunitario en tiempos de emergencia climática, inestabilidad global y auge de los populismos. Alrededor de 370 millones de ciudadanos están llamados a las urnas entre el 6 y el 9 de junio para elegir a los 720 eurodiputados que compondrán el próximo Hemiciclo.

A España le corresponden 61 asientos. Las europeas son las elecciones transnacionales más grandes del mundo, aunque su resultado final es la suma de los votos en los 27 Estados miembros. En nuestro país, que vota el domingo junto a la mayoría de los países, son las únicas con circunscripción única, es decir, todos los votos tienen el mismo peso.

¿Cuándo se conocen los resultados?

Los servicios de la Eurocámara revelarán una primera estimación de voto durante la tarde del domingo. A las 23.00 horas de ese mismo día ya habrá una radiografía bastante fiel de cómo quedará la composición del nuevo Pleno. No obstante, los resultados definitivos pueden tardar varios días, ya que depende del recuento de cada país. Italia, por ejemplo, es el último en cerrar los colegios electorales, a las 23.00 horas. Y su escrutinio tarda más en contabilizarse.

¿Cuál será la composición de los grupos políticos?

La Italia comandada por Giorgia Meloni es precisamente el país al que todos miran. La líder de Hermanos de Italia tiene la llave para abrir el nuevo ciclo político. Ursula von der Leyen ya la ha cortejado para futuras alianzas si repite al frente de la Comisión Europea. Y Marine Le Pen también le tiende la mano para aunar a las fuerzas de ultraderecha, hasta ahora divididas y con capacidad de influencia política limitada. Viktor Orbán, el primer ministro húngaro, ha señalado recientemente que Meloni y Le Pen se tienen que poner de acuerdo para crear una nueva fuerza a la derecha del Partido Popular Europeo

En la nueva legislatura que se abre tras los comicios está en peligro la gran coalición centrista que ha imperado desde 1979. Las elecciones de 2019 pusieron fin al bipartidismo y Populares y Socialdemócratas tuvieron que tender la mano a Liberales y Verdes. En las de 2024, los democristianos están flirteando con apoyarse en las fuerzas ultraderechistas, poniendo el broche final a esta legislatura en la que se han caído los cordones sanitarios tanto en Bruselas como en las capitales. Von der Leyen ha dividido a los ultras entre unos que son digeribles y otros, inaceptables. Para la alemana hay una ultraderecha "buena" que define como pro-Europa, pro-OTAN y pro-Ucrania, y Meloni es su máxima referencia de ello. 

¿Qué dicen los sondeos?

A nivel europeo, las encuestas realizadas a escasos días del pistoletazo de salida de los comicios coinciden en que el Partido Popular Europeo vencerá de nuevo, un reinado que mantiene desde 1999. Los Socialdemócratas revalidarán el segundo puesto, aunque su número de escaños disminuirá.

El bronce estará disputado entre los Conservadores y Reformistas (ECR), familia de Vox y de Meloni, y entre los liberales, que vivirán un especial batacazo en Francia. Se espera que Marine Le Pen duplique a Emmanuel Macron. Muchos de esos sondeos anticipan también un descalabro importante de Los Verdes, que será especialmente punzante en países como Alemania, donde a su vez la extrema derecha de Alternativa por Alemania se encuentra en auge.

Ultras al alza

Un estudio del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores prevé que los partidos populistas antieuropeos ganen los comicios en nueve Estados miembros de la UE: Austria, Bélgica, República Checa, Francia, Hungría, Italia, Países Bajos, Polonia y Eslovaquia; y que ocupen el segundo o tercer puesto en otros nueve países: Bulgaria, Estonia, Finlandia, Alemania, Letonia, Portugal, Rumanía, España y Suecia.

Las fuerzas ultraconservadoras, populistas y euroescépticas podrían llegar a ser la segunda familia más importante de la cámara, pero para ello tendrían que superar diferencias hasta ahora irreconciliables, especialmente en materia exterior, como las relaciones con Rusia o China. Su nexo es la defensa de una UE de las naciones soberanas, es decir, con menos competencias y margen de maniobra.

Tras el Brexit, estos movimientos se dieron cuenta de que ahí fuera hacía mucho frío y de que las campañas del exit no eran una máquina de votos. Por ello, redirigieron su estrategia desde abandonar la UE hasta reventarla desde dentro. No obstante, es muy difícil que delegaciones tan dispares como AfD, Vox, Reagrupación Nacional, Fidesz, PiS, Hermanos de Italia, Reconquista o La Liga se pongan de acuerdo para compartir las mismas siglas.

¿Por qué son importantes?

La UE afronta un momento crucial para su presente y futuro cercano. Para sobrevivir a la tormenta de estos tiempos convulsos debe encontrar la fórmula para no perder su credibilidad en el ámbito exterior, como está ocurriendo con su tibieza y equidistancia con ek genocidio en Gaza. Está llamada a revertir la reducción de competitividad de sus empresas, reducir las dependencias con Estados Unidos, lidiar con el hipotético regreso del huracán Trump, encontrar la tecla para el equilibrio en sus relaciones con China o consolidar la lucha contra el cambio climático. Y para todo ello será clave la composición aritmética del próximo Parlamento, con quien el Consejo tendrá que negociar todas y cada una de las leyes futuras.

¿Quiénes son los candidatos?

En nuestro país, Dolors Montserrat es la candidata del PP; Teresa Ribera del PSOE; Jorge Buxadé de Vox; Estrella Galán de Sumar o Irene Montero de Podemos. Los últimos comicios dieron el triunfo a la lista socialista liderada por Josep Borrell y fueron la puerta de entrada para la formación de Santiago Abascal con tres asientos. El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), anticipa que el PSOE se impondrá con entre 21 y 24 escaños al PP, que obtendría entre 18 y 20. Sin embargo, Europe Elects pronostica un sorpaso de los populares.

En clave europea, lo de los candidatos es un poco trampa. Cada familia política ha designado a un cabeza de lista con la ambición de que el designado por el partido más votado −que será el PPE− se convierta automáticamente en el próximo presidente del Parlamento Europeo. Es el bautizado como sistema de Spitzenkandidat, pero en la práctica solo se ha respetado en una ocasión, en 2014, para alzar a Jean-Claude Juncker.

La única que cuenta con posibilidades es Von der Leyen, la favorita en las quinielas. Enfrente tiene a desconocidos como el representante socialdemócrata, el luxemburgués Nicolas Schmit. A la hora de la verdad, son los 27 líderes de Estado y de Gobierno los que configuran a puerta cerradas y en negociaciones secretas la cúpula de la UE, es decir, los líderes de la Comisión, el Consejo, el Parlamento, el Alto Representante y el Banco Central Europeo. 

Entre los nombres que suenan se encuentran la repetición de Von der Leyen al frente del Ejecutivo comunitario, o el regreso de Mario Draghi, esta vez al Berlaymont, o la designación de Kaja Kallas, primera ministra de Estonia y halcón con Rusia, para Alta Representante.

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