Gaza ha superado las 34.596 víctimas mortales tras 209 días y casi siete meses de guerra. Este miércoles de madrugada, una treintena de palestinos fueron asesinados por el Ejército de Israel, con ataques de artillería y aéreos en distintas zonas del norte, centro y sur de la Franja de Gaza.

"La ocupación israelí cometió tres masacres contra familias en la Franja de Gaza, causando 28 mártires y 51 heridos durante las últimas 24 horas", informó el Ministerio de Sanidad del Gobierno de Hamás, en referencia a las víctimas registradas en varios hospitales.

El Ministerio también cifró en 77.816 el número total de heridos desde la reactivación de los ataques y señaló que "varias víctimas siguen bajo los escombros y en las carreteras, pero que los equipos de ambulancias y defensa civil no pueden llegar hasta ellas".

Al menos seis gazatíes fallecieron durante la noche de este miércoles tras un bombardeo en la ciudad de Al Zahraa, al norte del campo de Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza. Los equipos de rescate hallaron otros tres cuerpos sin vida tras varios ataques al noroeste del campamento, según informó la agencia de noticias palestina Wafa.

En la zona sureña de Jan Yunis, un gazatí fue asesinado y varias personas resultaron heridas tras un bombardeo israelí en la zona de Qaa al Qurain, al sureste de esta ciudad, devastada tras cuatro meses de ataques terrestres de Tel Aviv. "Las zonas de Bani Suhaila, Abasan y Khuzaa, al este de la ciudad, también sufrieron intensos bombardeos por parte de aviones de combate israelíes", detalló Wafa, sin especificar el número de víctimas.

En la ciudad de Gaza, al menos dos personas murieron tras el bombardeo de un edificio residencial en el barrio de Al Zaytun, al sur de la ciudad, que según la misma fuente también dejó varios cuerpos bajo los escombros. Por su parte, el Ejército de Israel aseguró haber atacado a milicianos armados, además de infraestructuras y túneles en el centro del enclave palestino y agregó que se registraron "varios lanzamientos" contra sus tropas en la zona centro, lo que provocó una respuesta aérea y de artillería contra "la boca de un túnel operativo y un puesto de lanzamiento de mortero".

Casi siete meses de guerra han dejado los territorios ocupados sumidos en una situación humanitaria catastrófica, condenando al hambre a más de un millón de personas –con al menos una treintena de niños muertos por inanición y deshidratación– y desplazando a la mayoría de familias de la Franja de Gaza de sus hogares.