La explosión en el hotel Saratoga de La Habana (Cuba) ha provocado al menos 34 fallecidos, después de que se encontraran entre los escombros en las últimas horas los restos de otras cuatro personas, según han informado este lunes medios oficiales de la isla.

Los cuerpos sin vida recién rescatados de las ruinas del Saratoga —que, según ha señalado el Gobierno, estalló tras un escape de gas— pertenecen a trabajadores de la instalación hotelera. Así lo ha revelado Javier Martínez Díaz, miembro del Buró del Partido Comunista de Cuba (PCC) en la provincia de La Habana, citado por Cubadebate.

Se estima que aún estén atrapadas bajo los escombros entre 12 y 13 personas, según familiares de los desaparecidos. La cifra se podrá precisar en la medida que avance la excavación, ha explicado Martínez Díaz. Las brigadas de bomberos y rescatistas continúan los trabajos ininterrumpidamente para retirar los escombros y acceder al sótano del edificio.

Las autoridades cubanas han afirmado que no se detendrán las labores hasta que no haya certeza de que no queda ninguna persona bajo los escombros. Sin embargo, setenta y dos horas después del accidente, empiezan a reducirse las esperanzas de hallar supervivientes entre los desechos del hotel.

Hasta la última actualización del Ministerio de Salud Pública (Minsap), este domingo por la tarde, aún estaban hospitalizadas 24 personas en siete centros sanitarios de La Habana, y otros 30 pacientes habían recibido el alta médica.

En el momento del estallido, un camión cisterna de gas licuado estaba aparcado y recargando un depósito. Se cree que la manguera pudo tener una fisura. El vehículo estaba situado frente al Saratoga, considerado uno de los hoteles más lujosos de la capital cubana. Otros 17 edificios colindantes sufrieron también el impacto de la onda expansiva.