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EEUU El 'impeachment' alcanza su rubicón: ¿cuáles son los siguientes pasos?

El pleno de la Cámara de los Representantes votará a finales de diciembre el informe final con los cargos que se imputan a Trump, presumiblemente soborno, abuso de poder y obstrucción al Congreso. Una vez pasado este trámite, puesto que los demócratas tienen mayoría en esa cámara, el proceso pasaría a su fase decisiva en el Senado, donde tendrá lugar el juicio político. El voto final de los senadores podría producirse a finales de enero o en febrero.

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump,en la Casa Blanca en Washington, EEUU. REUTERS / Joshua Roberts

La fase de investigación del proceso revocatorio contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha terminado este viernes, con las dos últimas audiencias públicas de testigos celebradas en el Congreso norteamericano.

La fase de audiencias públicas ha durado dos semanas y en ella han declarado un total de 12 testigos, cuyos testimonios han permitido al Partido Demócrata, que lanzó el impeachment en septiembre, recabar una cantidad enorme de evidencias para formular la revocación del presidente. Pero ¿qué se ha revelado en estas dos semanas de audiencias televisadas? Y, sobre todo, ¿cuáles son los siguientes pasos?

Pelosi quiere un impeachment rápido

La estrategia demócrata -dirigida por la presidente de la Cámara de los Representantes, Nancy Pelosi- sigue pasando por un impeachment rápido. Se espera que esta cámara del Congreso -de clara mayoría demócrata-vote antes de navidad el informe con las evidencias halladas y los cargos que se le imputan al presidente. Tras esta votación, el proceso de revocación pasaría a su fase final y decisiva en el Senado. 

Lo más probable es que la votación final tenga lugar a finales de enero o en febrero

De este modo, la cámara alta -ésta de amplia mayoría republicana- será la que realice el juicio político a Donald Trump, proceso que estará tutelado por el presidente del Tribunal Supremo y en el que los senadores harán de jurado. 

Según se prevé en estos momentos, lo más probable es que la votación final de los senadores que decidirá el futuro del presidente tenga lugar a finales de enero o en febrero. Si se realiza este mes, podría tener su incidencia en el proceso de primarias del Partido Demócrata.

Según se prevé en estos momentos, lo más probable es que la votación final de los senadores que decidirá el futuro del presidente tenga lugar a finales de enero o en febrero. Si se realiza este mes, podría tener su incidencia en el proceso de primarias del Partido Demócrata.

¿Qué evidencias han obtenido los demócratas?

La investigación sobre el impeachment llevada a cabo por la Cámara de los Representantes han incluido una primera fase a puerta cerrada en la que se ha tomado declaración a 17 testigos. Posteriormente, ha llegado la fase de audiencias públicas, la que ha tenido lugar en las últimas dos semanas y que concluyó ayer viernes. En ésta han declarado en público y de forma televisada, 12 testigos -algunos de ellos ya habían prestado declaración a puerta cerrada-.  

Las declaraciones de estos testigos han vertido una luz diáfana sobre los hechos: el presidente Trump habría organizado una trama personal -y al margen de las vías estatales oficiales de la Embajada de Estados Unidos en Ucrania- para sobornar al gobierno de este país: lo que en el proceso de impeachment se ha querido llamar la cuestión del quid pro quo y lo que en términos mundanos se trata de un soborno. ¿En qué consistió?

Giuliani y las ayudas a cambio de investigar a los Biden

La Casa Blanca paralizó unas ayudas militares a Ucrania como medida de presión para que el gobierno de este país anunciara unas investigaciones sobre el hijo de Joe Biden, Hunter Biden, que trabajaba entonces para la empresa de energía ucraniana Burisma. 

El origen del impeachment fue, de hecho, la denuncia interna de un infórmate de inteligencia que escuchó una llamada de Trump al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en la que Trump le pidió que le hiciera "un favor" y mencionaba a los Biden, quienes son acusados de corrupción incesantemente por el presidente en su campaña de desinformación contra los demócratas. 

La transcripción de la llamada de Trump a Zelenski, que tuvo lugar el 25 de julio, fue hecha pública a finales de septiembre por la Casa Blanca tras la autorización de Trump, que hizo esta jugada para dar la apariencia de que no hubo nada malo en la conversación que mantuvo con el mandatario ucraniano. 

Sin embargo, el teniente coronel y asesor del Consejo de Seguridad Nacional, Alexander Vindman, testigo y denunciante interno de la llamada, declaró en su audiencia pública ante el Congreso el 19 de noviembre, que informó internamente de su contenido porque consideró "inapropiado" y "comprometedor para la seguridad nacional" solicitar a una potencia extranjera "la investigación de un ciudadano estadounidense y un opositor político". 

Bolton, le alertó sobre Giuliani y le llegó a decir que éste era "una granada de mano que nos va a hacer explotar a todos"

Para hacerle llegar a Ucrania los intereses personales y partidarios de Trump, éste habría organizado una organización que actuaba al margen de la embajada americana en Kiev y que estaba liderada por el abogado personal del presidente, Rudy Giuliani. 

Prácticamente, no ha habido día en que el nombre de Giuliani no haya aparecido en las declaraciones de los testigos. Incluso, la exasesora en asuntos rusos de la Casa Blanca, Fiona Hill, declaró el jueves que su jefe, el consejero de Seguridad Nacional de Trump, el ultraconservador John Bolton, le alertó en alguna ocasión sobre Giuliani y le llegó a decir que éste era "una granada de mano que nos va a hacer explotar a todos". 

Pero Giuliani no estaba solo. "Todo el mundo estaba en el ajo", declaró el 20 de noviembre el embajador ante la Unión Europea, Gordon Sondland, cuyo testimonio ha sido el más demoledor de cuantos se han oído. Para personalizar ese todo el mundo, Sonland dio nombres y apellidos: además de Giuliani, formaban parte de la red el vicepresidente, Mike Pence; el secretario de Estado, Mike Pompeo, el secretario de Estado de Energía, Rick Perry; y el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mick Mulvaney. 

Hasta el propio Sonland admitió haber "presionado a Ucrania" él mismo. "Todo el mundo estaba informado y todos seguíamos las órdenes del presidente. Si había quid pro quo, la respuesta es sí", sentenció el embajador. 

Soborno, abuso de poder y obstrucción al Congreso

Una vez concluida la fase de audiencias —a puerta cerrada y públicas—, los demócratas deben ahora elaborar el informe en el que detallen qué evidencias tienen y qué cargos imputan a Donald Trump. Este informe será elaborado por la Comisión de Inteligencia del Congreso. Finalmente, se enviará a la Comisión de Asuntos Jurídicos, que lo analizará y lo pasará a votación en el pleno de la Cámara de los Representantes. 

Según lo declarado estas semanas por miembros demócratas de la cámara baja, todo indica que en el escrito de revocación al presidente se lo acusará de soborno, abuso de poder y obstrucción al Congreso en el proceso de investigación. 

La estrategia defensiva de Trump hasta el momento ha pasado, de hecho, por este último cargo. Ha rehusado prestar declaración en esta fase preliminar y ha mandado a los diversos cargos de la Casa Blanca que hagan lo mismo, entre ellos, el jefe de gabinete, Mick Mulvaney, o el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton. La Casa Blanca ha bloqueado incluso la entrega de documentos reclamados por el Congreso para la investigación. 

Trump dice ahora, siempre a través de las redes sociales, que los demócratas no tienen pruebas de nada y que sólo tienen palabras, meras declaraciones y personas que hablan de oídas. No deja de acusar a los demócratas de la "farsa" del impeachment e incluso llegó a decir en su delirio desinformativo digital que el denunciante interno no existía, que todo era una confabulación demócrata. 

La Casa Blanca ha bloqueado la entrega de documentos reclamados para la investigación

El bloqueo de la Casa Blanca a las investigaciones revela sin embargo el temor al proceso y no le ha servido para evitar que a través de los testimonios se recabe una cantidad abundante de evidencias y detalles sobre lo sucedido a través de protagonistas y testigos directos. 

Pero desacreditar y bloquear el proceso no es la única intención de Trump. Con su bloqueo también trata de retrasar el impeachment, a sabiendas de que si los demócratas querían obligar a declarar a los cargos de la Casa Blanca o querían tener acceso a documentos oficiales, tenían que haber recurrido a la justicia y esperado los dictámenes de los jueces.

"No vamos a esperar a que los tribunales decidan. Eso podría ser información que esté disponible para el Senado, pero no podemos esperar a eso porque lo que se está haciendo es obstruir al Congreso y no podemos dejar que esa obstrucción sea un impedimento", ha declarado Pelosi esta semana, dejando las cosas claras. 

Un 'impeachment' largo perjudicaría a Sanders y Warren

Esto, sin duda, habría implicado retrasar mucho el proceso, que los demócratas quieren que sea rápido puesto que en noviembre de 2020 hay elecciones presidenciales y el proceso para elegir candidato empieza con el caucus de Iowa el 3 de febrero. 

Los más perjudicados en esto serían Bernie Sanders y Elizabeth Warren

Si la votación final en el senado se retrasa y tuviera lugar a finales de ese mes o incluso en marzo, los senadores estarían obligados a pasar muchos días a la semana en el Congreso de la capital norteamericana en vez de estar haciendo campaña y preparando el primer caucus en Iowa y las primeras primarias en New Hampshire -ocho días después-, dos pasos decisivos para tratar de liderar el lado demócrata. 

Los más perjudicados en esto serían Bernie Sanders y Elizabeth Warren, segundo y tercero en las encuestas demócratas y ambos senadores. Los beneficiados: Joe Biden —que lidera las encuestas, aunque cada vez más empatado con Sanders- y Pete Buttigieg —aún cuarto en los sondeos y lejos de la terna, pero en ascenso-.

Votación final en el Senado

Cuando la Cámara de los Representantes, de amplia mayoría demócrata, mande el impeachment al Senado, convertirán a Donald Trump en el cuarto presidente que afronte un proceso de revocación. Con todo, las posibilidades de que sea expulsado de la Casa Blanca en estos momentos parecen bajas, aunque esto puede cambiar con el paso de las semanas según el grado de aprobación pública del presidente y según los detalles que puedan ir conociéndose sobre el proceso de investigación. 

Donald Trump sería el cuarto presidente que afronte un proceso de revocación

De momento, los senadores republicanos han formado un dique para proteger al presidente, si bien, muchos han dejado claro su desacuerdo con su forma de proceder, lo que podría ser una grieta que se vaya abriendo en las próximas semanas. 

"No estoy necesariamente de acuerdo [con la actuación del presidente en el caso de Ucrania], pero uno puede estar en desacuerdo con una actuación concreta y creer que no hay razón para partir el país en dos a un año de las elecciones", aseguró el jueves el senador republicano de Texas John Cornyn. 

La estrategia demócrata pasará ahora, por lo tanto, por que hasta 14 senadores republicanos den un paso más y censuren la actuación de Trump con su voto para destituirlo de la Casa Blanca. En la cámara alta hay actualmente 53 senadores republicanos frente a 45 demócratas y dos independientes —que habitualmente votan como los demócratas— y para revocar al presidente hace falta un apoyo de dos tercios de la cámara, esto es: 67 votos.

127 días: el antecedente de Bill Clinton

El último impeachment fue el realizado contra Bill Clinton en 1998. Por cercanía temporal, tiende a ser el molde sobre el que transitará el lanzado contra Trump. El de Clinton duró 127 días, desde la apertura del proceso de investigación. En el caso de Trump, la apertura de la investigación fue anunciada por Nancy Pelosi el 24 de septiembre. Esto llevaría a una votación final a finales de enero, pero en este caso están de por medio el parón por el Día de Acción de Gracias y las navidades, y está por ver hasta qué punto esto puede retrasar el proceso. 

Los anteriores casos fueron contra Andrew Johnson en 1868 y Richard Nixon en 1974

Los otros dos casos de impeachment fueron los promovidos contra Andrew Johnson en 1868 el de Richard Nixon en 1974, aunque éste acabó dimitiendo antes de la votación final en el Senado. Ningún presidente ha sido revocado en la votación por la cámara alta. 

Con todo, si el impeachment contra Trump fructificara y el Senado votara su revocación, el actual vicepresidente, Mike Pence, ejercería de presidente transitorio hasta el fin de la legislatura, el 20 de enero de 2021. En ese hipotético escenario, los republicanos tendrían que decidir vía primarias si Pence sería su candidato para las presidenciales de noviembre del próximo año, lo que abriría la carrera de las primarias en el lado republicano.

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