El fundador de la plataforma de criptomonedas FTX, Sam Bankman-Fried, ha sido acusado formalmente por un juzgado de Nueva York de ocho cargos, entre ellos el de fraude electrónico, lavado de dinero y violación de las leyes de financiación de campañas políticas.

Bankman-Fried fue detenido en Bahamas después de que la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York pidiera este lunes su detención y extradición. Los cargos están principalmente relacionados con la idea del fraude o conspiración para el fraude: a los clientes de la quebrada FTX, a los prestamistas, fraude de seguridad o fraude de valores, entre otros.

El primer cargo (conspiración para fraude a los clientes) detalla que el acusado y sus socios "diseñaron a sabiendas e intencionalmente una trama y un plan para defraudar, obtener dinero y propiedades por medio de simulaciones falsas o fraudulentas, representaciones y promesas", y "acordó con otros engañar a los clientes de FTX.com apropiándose de manera indebida de sus depósitos y usándolos para pagar gastos y deudas de Alameda Research".

La Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC) ha demandado al fundador de FTX y le acusa de orquestar un fraude contra los inversores de esa compañía bajo una falsa fachada de legitimidad.

La denuncia de la SEC insiste en que Bankman-Fried ocultó a los inversores de FTX el desvío de los fondos de los clientes a la compañía de inversiones Alameda Research, dependiente de FTX.

Alameda Research tenía una "línea de crédito" que la SEC califica de virtualmente ilimitada gracias a los fondos de los clientes de la plataforma y que le eximía de ciertas medidas claves de mitigación de riesgos de FTX.

"Sam Bankman-Fried construyó un castillo de naipes basado en el engaño mientras le decía a los inversores que era una de las estructuras más seguras de criptomonedas", dijo en un comunicado el presidente de la SEC, Gary Gensler.

Bankman-Fried se hizo multimillonario gracias al auge del Bitcoin y otros activos digitales hasta la rápida desaparición de FTX. La plataforma, lanzada en 2019 y con sede en las Bahamas, se declaró en quiebra cuando sus operadores retiraron 6.000 millones de dólares en 72 horas.

Desde entonces, se ha sabido que Bankman-Fried utilizó en secreto 10.000 millones de dólares en fondos de clientes para apuntalar su negocio de intercambio de criptoactivos.

"Responsabilizamos a Bankman-Fried de recaudar de manera fraudulenta miles de millones de dólares de inversores en FTX y malversar fondos pertenecientes a los clientes comerciales de FTX", señaló Gensler.

Además, la SEC lo acusa de usar fondos de clientes de FTX en Alameda para realizar inversiones de riesgo que no fueron reveladas, compras de bienes raíces de lujo y amplias donaciones políticas.