La décima jornada de protestas masivas en Francia contra la reforma de las pensiones instaurada por Emmanuel Macron, ha sido menos concurrida que las últimas convocatorias y han transcurrido con cierta normalidad, salvo algunos incidentes. 

Un total de 450.000 personas se manifestaron en París, frente a las 800.000 del pasado jueves, según ha informado la CGT. A nivel nacional, hubo más de dos millones de manifestantes, frente a los 3,5 millones del jueves, indicó la misma fuente.

La Policía calculó 93.000 manifestantes en París, la segunda cifra más alta desde que comenzaron las protestas (la mayor fue los 119.000 del pasado jueves) y el Ministerio del Interior cifró la participación a nivel nacional en 740.000 personas, frente a los 1,09 millones de la anterior cita.

Aunque la protesta era pacífica y los sindicatos han condenado los brotes violentos causados por pequeños grupos radicales, se produjeron algunos incidentes con algunas cargas por parte de agentes antidisturbios y a última hora de la tarde hora local había 27 detenidos en la capital. También se produjeron incidentes de pequeña escala en las manifestaciones de al menos media docenas de ciudades por todo el país.

Esta nueva movilización sindical llegaba con el ambiente especialmente caldeado, dada la negativa del presidente francés a la propuesta de los sindicatos de buscar una mediación para salir de la crisis social.

Macron no está dispuesto a suspender la reforma, como le piden los sindicatos, y considera que puede haber un diálogo directo, pero en otros puntos. "No hacen falta mediadores", subrayó tajante este martes el portavoz del Gobierno, Olivier Véran, tras la propuesta lanzada por el líder del principal sindicato del país, Laurent Berger. 

El portavoz del Gobierno ha subrayado que Macron se muestra abierto a recibir a los sindicatos una vez el Consejo Constitucional valide la reforma, pero no discutirá sobre el retraso de la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años. Véran repitió que el Ejecutivo apuesta, mientras el Consejo Constitucional evalúa el texto, por "discutir con las fuerzas vivas para avanzar, no para volver hacia atrás con lo que ya se ha adoptado".

El secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), por su parte, ha remarcado que no se sentarán a dialogar si la edad de jubilación está excluida del debate.

Las manifestaciones en todo el país han causado impacto en sectores como el transporte, con un 20% de los vuelos anulados en el aeropuerto parisino de Orly y en los de Marsella, Toulouse y Burdeos. Está previsto que estas anulaciones continúen durante los próximos días.

Francia despliega un dispositivo "inédito" para las protestas

Las autoridades francesas se habían preparado a conciencia para esta nueva jornada, con un despliegue "inédito" de operativos. 13.000 agentes, 5.500 en la capital, han sido puestos en las calles para garantizar la seguridad de las movilizaciones.

"Hemos detectado riesgos muy importantes contra el orden público", indicó este lunes el ministro del Interior, Gérald Darmanin, tras el anuncio de este operativo. El despliegue ha superado en 1.000 agentes al del pasado jueves, donde la jornada estuvo marcada por la violencia entre manifestantes y los cuerpos de seguridad, con 457 detenidos y 441 oficiales heridos. 

Interior disolverá un grupo ecologista por violencia

El ministro del Interior ha anunciado la disolución del grupo ecologista Les Soulèvements de la terre, al que acusa de haber provocado acciones violentas el pasado sábado en una manifestación contra unos embalses artificiales para el riego agrícola. 

Darmanin ha asegurado ante la Asamblea Nacional que los servicios de inteligencia han podido demostrar que militantes del grupo son "responsables de importantes actos violentos", entre los que citó "invasiones de empresas, acciones contra las fuerzas del orden, destrucción de bienes, heridas a cientos de gendarmes o policías o llamamientos a la insurrección".

En concreto, afirmó que Les Soulévements de la terre participó en los enfrentamientos contra los gendarmes este sábado en Saint-Souline, en el oeste del país, donde hubo decenas de heridos, dos de ellos muy graves, y se incendiaron varios vehículos de las fuerzas del orden. Por ello, el ministro ha asegurado que pedirá su disolución en el próximo Consejo de Ministros.

El grupo ecologista, por su parte, denunció "los graves actos violentos contra personas cometidos una vez más" por las fuerzas del orden. "La violencia policial ha sido aterradora por su brutalidad. Hemos registrado no menos de 200 heridos", indicaron en un comunicado.

La huelga de basuras en París terminará este miércoles

De forma paralela a las manifestaciones, París estaba viviendo una huelga de los servicios de recogida de basuras, que proporcionaba la materia prima para varios de los incendios provocados en calles de la capital francesa. Tras 23 días de paro, la huelga llegará a su fin este miércoles, según anunció este martes el sindicato CGT.

El fin de la huelga se produce "por responsabilidad", según un comunicado sindical, en el que los trabajadores de la gestión de residuos de la capital aseguran que su movilización "no ha terminado" y agradecen el apoyo recibido de la población a pesar de las molestias causadas. 

Hasta 10.000 toneladas de basura se llegaron a acumular en las calles de París. Los residuos abandonados fueron empleados como arma por parte de grupos de manifestantes para esparcirlos e incendiarlos en algunos de los días de protestas e intensificar así el efecto las movilizaciones.