Al menos cuatro personas han sido asesinadas y una veintena de ellas han resultado heridas este sábado en otro ataque israelí contra una escuela, en este caso contra la Amr Ibn Al As, en la ciudad de Gaza. Este es el segundo centro escolar que las tropas atacan en menos de 24 horas bajo el pretexto de querer desarticular infraestructuras de Hamás y asegurando que "toman medidas para proteger a los civiles".

Según los servicios de inteligencia israelíes, en el edificio atacado se encontraba "un centro de mando y control de Hamás integrado dentro del complejo escolar" desde el que se planificaban ataques contra las fuerzas israelíes.

No obstante, el derecho internacional humanitario prohíbe atacar los lugares de refugio de civiles, como ocurre también con los hospitales, tal y como han denunciado en múltiples ocasiones las organizaciones internacionales. En ambos espacios miles de desplazados palestinos llevan meses refugiándose después de haber perdido sus viviendas tras los sistemáticos bombardeos del Ejército de Netanyahu.

El Ejecutivo israelí se escuda afirmando, a través de un comunicado militar, que se han tomado "numerosas medidas" para evitar víctimas civiles tales como el uso de munición de precisión, la vigilancia aérea y el uso de otras fuentes de inteligencia. Al menos 177 centros de refugios fueron atacados por ofensivas israelíes desde el pasado 7 de octubre. 

El segundo ataque contra una escuela en 24 horas

Tan solo durante la jornada del viernes 33 palestinos fueron asesinados en diferentes ataques que se lanzaron a lo largo de todo el enclave palestino. Especialmente cruento fue el perpetrado contra el centro escolar Halima al Sadiyya, donde perecieron 13 personas y varias resultaron heridas.

El ataque se produjo tras un bombardeo israelí que tuvo como objetivo una casa familiar al oeste del campo de refugiados de Nuseirat, en el centro del enclave. "Las fuerzas de ocupación israelíes llevaron a cabo ataques aéreos el viernes por la noche en el centro de la Franja de Gaza matando a varios civiles palestinos, según fuentes médicas", informó la agencia oficial de noticias palestina, Wafa.

Mientras las negociaciones para un alto el fuego permanente en la Franja de Gaza permanecen encallados por la negativa de Netanyahu de cara a retirarse del corredor de Filadelfia, que une Gaza con Egipto, la vida se vuelve cada día más insostenible en los territorios palestinos.

Tras 11 meses de genocidio, 40.939 palestinos han sido asesinados en el enclave, la mayoría mujeres y niños, lo que se suma a las 10.000 personas que permanecen desaparecidas bajo los escombros. Los equipos de rescate humanitarios que podrían encontrar los cuerpos y salvar a posibles supervivientes tienen vetada la entrada al territorio por el bloqueo a la ayuda establecido desde hace meses por Netanyahu. 

La desnutrición severa que afecta a gran parte de la población, la ausencia de infraestructura médica para atender a los enfermos en los hospitales a medio funcionar, la falta de condiciones sanitarias e higiénicas en las vías públicas y la inaccesibilidad de los medicamentos hacen que en estos momentos Gaza se haya convertido en un infierno en la Tierra.