Este lunes, un grupo de manifestantes antivacunas han irrumpido en la antigua sede de la BBC, el servicio de radio y televisión públicos de Reino Unido. Según ha informado The Guardian, el grupo desconocía que el ente informativo se había mudado en 2013 a la Broadcasting House, ubicada en el centro de Londres. Su intención era protestar ante la cadena por el enfoque que han dado a la cobertura de la evolución de la pandemia. 

Sin embargo, el Television Centre (la antigua sede de la BBC) es ahora un edificio de apartamentos en el que se conservan algunos estudios de grabación que la cadena pública alquila a la ITV, el primer canal comercial en abierto de Reino Unido, en los que se graban algunos programas diurnos, como Good Morning Britain o This Morning. 

La seguridad del edificio pudo controlar la manifestación en el exterior de los estudios y la copresentadora del programa femenino Loose Women, también de la ITV, Charlene White, ha agradecido su trabajo. Además, la periodista también ha expresado no estar "segura de lo que los manifestantes esperaban lograr, pero todo lo que hubieran encontrado fue a mí, Jane, Nadia y Penny en Loose Women hablando sobre la menopausia". 

Algunos de los manifestantes, a las afueras de lo que creían que era la sede de la BBC, calificaron a los medios de comunicación de ser "los virus", según ha informado El Mundo, criticando la cobertura de la cadena pública sobre el virus. Entre los asistentes, se encontraba el hermano del ex líder del Partido Laborista, Piers Corbyn, que ha sido grabado en una retransmisión en directo expresando que debían de apoderarse "de estos bastardos". 

No es la primera vez que los antivacunas atacan la BBC

No es el primer ataque al que se enfrenta la cadena pública. El pasado mes de junio el periodista y editor político del programa de noticias de por la noche de la BBC, Nick Watt, fue asaltado en la calle por un negacionista. En esta línea, el director de noticias de la cadena, Fran Unsworth, ya anunció, también el pasado mes de junio, que el ente de información público había reforzado su seguridad después de que algunos periodistas recibieran "amenazas de muerte" por este sector de la población.