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Bolivia expulsa del país a la embajadora de México y a dos diplomáticos de España

La presidenta interina, Jeanine Áñez, ha anunciado que el Ejecutivo ha declarado personas non gratas a María Teresa Mercado, a Álvaro Fernández y a Cristina Borreguero y les ha solicitado que abandonen el país en las próximas 72 horas. 

Comparecencia de la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez junto a la Canciller, Karen Loganric, el ministro de la Presidencia, Yerko Núñez y el ministro de Defensa, Fernando López, este lunes, en La Paz. | EFE

agencias

El Gobierno interino de Bolivia declaró este lunes personas no gratas a los diplomáticos españoles Cristina Borreguero y Álvaro Fernández, y a la embajadora de México en Bolivia, María Teresa Mercado, junto a un grupo de funcionarios a los que se dio 72 horas para dejar el país tras el incidente del pasado viernes. Por su parte, el Gobierno español ha respondido a estos hechos con la expulsión de tres diplomáticos bolivianos afincados en Madrid. 

"El Gobierno (...) ha decidido declarar persona no grata a la embajadora de México en Bolivia, María Teresa Mercado (y al) cónsul de España en Bolivia, Álvaro Fernández", dijo la presidenta boliviana interina, Jeanine Áñez, quien solicitó que abandonen el país en las próximas 72 horas. También declaró persona non grata a la diplomática española Cristina Borreguero.

"Este grupo de representantes de los gobiernos de México y España ha lesionado gravemente la soberanía del pueblo y del Gobierno constitucional de Bolivia", aseguró Áñez. 

Áñez sostuvo que Bolivia "no es colonia de nadie" y pidió respeto al proceso que derivó en la recuperación de la democracia "después de 14 años de dictadura", en referencia al tiempo en que Evo Morales se mantuvo en el Gobierno.

La relación diplomática entre Bolivia y México se deterioró después de que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, otorgara en noviembre asilo político al expresidente boliviano, Evo Morales, que renunció a su cargo a inicios de noviembre en medio de unas cuestionadas elecciones que había ganado.

Morales fue presionado a renunciar por las fuerzas armadas, en lo que él sostiene que fue un golpe de Estado.

No es una ruptura

Tras el anuncio de Áñez, la ministra interina de Exteriores, Karen Longaric, declaró a los medios que la determinación del Gobierno boliviano "no implica la ruptura de las relaciones diplomáticas" ni con México ni España.

Por el contrario, se trata de una exigencia de Bolivia para que esos gobiernos acrediten a nuevos funcionarios que sustituyan a aquellos que "violaron la soberanía e irrespetaron las normas bolivianas", mencionó.

Longaric precisó que no existía "ninguna otra posibilidad sino la de aplicar la Convención de Viena y pedir que se los retire del territorio boliviano", refiriéndose a los diplomáticos señalados.

El incidente

El Gobierno boliviano acusó este pasado viernes a la Embajada de España en La Paz de cometer "atropellos" a su soberanía por el incidente en el que al parecer funcionarios de esa delegación diplomática iban en vehículos oficiales "encapuchados" y "presumiblemente armados".

El Ejecutivo interino aseguró entonces que intentaron ingresar de forma "clandestina" a la residencia de la embajadora de México en Bolivia, que alberga alrededor de una decena de exautoridades de Evo Morales.

Cuatro de esas exautoridades tienen órdenes de aprehensión, ya que el Gobierno interino de Jeanine Áñez los acusó por distintos delitos como terrorismo. El suceso fue interpretado por Bolivia como una intención de evacuar a los exministros Juan Ramón Quintana, Wilma Alanoca y Javier Zavaleta, quienes junto a otros exfuncionarios aguardan un salvoconducto que les permita cumplir el asilo en México.

La vigilancia policial  continúa, una acción que ha sido calificada por las autoridades de México como un "asedio"

Logaric reveló que ni España ni la canciller de ese país, Margarita Robles, tenían conocimiento de la acción de los diplomáticos españoles en Bolivia, refiriéndose a una conversación que tuvo el fin de semana con su homóloga hispana.

La vigilancia policial en las dependencias de la embajada y la residencia mexicanas continúa, una acción que ha sido calificada por las autoridades de México como un "asedio".

El Gobierno transitorio boliviano ha justificado esa acción en base a pedidos de la Embajada de México para redoblar la vigilancia y tras considerar el riesgo de una protesta social para retirar por la fuerza a algunos funcionarios del Gobierno de Morales.

México pide a su embajadora que regrese

Así las cosas, el Ministerio de Exteriores mexicano ya ha informado de que ha dado instrucciones a su embajadora en Bolivia para que regrese al país azteca "con el fin de resguardar su seguridad e integridad", según ha informado el departamento que dirige Marcelo Ebrard en un comunicado.

La Embajada de México en Bolivia, ha precisado en la nota, quedará a cargo de Ana Luisa Vallejo, actual jefa de Cancillería de la misión y "continuará operando con normalidad tras este movimiento".

Asimismo, el Gobierno de López Obrador ha recalcado que la embajadora "siempre cumplió con los principios de política exterior consagrados en la Constitución" mexicana y en el Derecho Internacional, "por lo que considera que esta decisión es de carácter político".

Bolivia asegura que Robles desconocía y no autorizó la operación

La ministra de Asuntos Exteriores de Bolivia, Karen Longaric, ha asegurado este lunes que su homóloga española, Margarita Robles, la ha llamado para informar de que desconocía y por tanto no autorizó la operación del pasado viernes en la Embajada de México en La Paz que ha provocado la actual crisis diplomática.

"Me indicó que el ministerio de Relaciones Exteriores desconoce los hechos que habían ocurrido y desautorizaban a los funcionarios que incurrieron a esta ilegalidad", ha afirmado Longaric, según recoge el diario boliviano Los Tiempos.

"Me ha indicado que además de la sorpresa que han tenido, están disgustados y lamenta que hubiese ocurrido. Ratificó la hermandad de ambos pueblos y el deseo de llevar adelante y estrechar relaciones", ha añadido la ministra boliviana.

Por su parte, el ministro de Gobierno de Bolivia, Arturo Murillo, ha subrayado que los funcionarios españoles involucrados en el incidente continúan en el país. "Los funcionarios españoles no han salido del país. Ellos siguen en Bolivia. No se han movido para nada. Los brazos de Bolivia están abiertos para todos los que respeten nuestras normas, nuestras leyes y a nuestra presidenta", ha señalado.

Casado exige la comparecencia de Robles y Marlaska

El líder del PP, Pablo Casado, ha solicitado este lunes la comparecencia en el Congreso de la ministra de Defensa en funciones encargada de Exteriores, Margarita Robles, y del titular de Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, por el incidente diplomático entre España y Bolivia el pasado fin de semana. "Queremos saber toda la verdad y por eso pedimos la comparecencia de los ministros", ha enfatizado.

"Queremos saber toda la verdad y por eso pedimos la comparecencia de los ministros"

En una rueda de prensa en la sede del PP para hacer balance del año, Casado ha señalado que Robles y Marlaska deben dar explicaciones acerca de por qué "cuatro agentes del cuerpo de élite de la Policía Nacional", Grupo de Operaciones Especiales (GEO), se desplazaron armados junto a la número dos de la Embajada a la residencia de la embajadora mexicana.

En este sentido, ha indicado que los ministros deben "esclarecer" en sede parlamentaria por qué han entrado en la residencia de la embajadora de México "a unas horas muy tempranas con hombres armados en un momento en que en esa residencia están nueve de los antiguos gerifaltes del régimen de Evo Morales que están intentando cruzar a la frontera argentina".

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