El presidente estadounidense, Joe Biden, admitió este martes que estuvo al borde de quedarse dormido durante el debate con el exmandatario Donald Trump, atribuyendo su cansancio a los recientes viajes a Italia para la cumbre del G7 y a Francia para conmemorar el 80 aniversario del desembarco de Normandía.

Durante un evento de recaudación de fondos en McLean, cerca de Washington D.C., Biden comentó que optó por viajar alrededor del mundo poco antes del debate, ignorando los consejos de su equipo, y casi se quedó dormido en el escenario. "No es una excusa, sino una explicación", enfatizó.

El presidente estadounidense ha enfrentado críticas por su desempeño en el debate, donde se mostró con una imagen envejecida, voz ronca y dificultades para concluir algunas frases. Estas preocupaciones han sembrado dudas tanto entre los votantes como entre los miembros del Partido Demócrata sobre su capacidad para continuar liderando y enfrentarse a Trump en las elecciones de noviembre.

El presidente tuvo una intervención breve en el evento, que apenas duró cerca de seis minutos, durante la cual también reconoció que lamentaba su desempeño en el debate, pero subrayó que era "crucial" para asegurar la victoria en las elecciones. Después, su equipo lo acompañó hasta la salida del lugar. Normalmente, el presidente da discursos más extensos en este tipo de encuentros.

Especulaciones sobre el estado de salud de Biden

El lunes por la noche, Biden se reunió con los periodistas que cubren la Casa Blanca para comentar sobre la decisión del Tribunal Supremo que otorga inmunidad parcial a los expresidentes. Sin embargo, evitó responder preguntas y no mencionó nada sobre lo ocurrido en el debate.

Después de su participación el 27 de junio, fuentes cercanas al equipo de Biden afirmaron que la ronquera del presidente se debió a un resfriado que había estado padeciendo en los días previos. La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, afirmó este martes que, durante el día del debate, Biden no estaba tomando ningún medicamento y desmintió especulaciones sobre que el presidente pudiera tener alzhéimer u otro tipo de demencia.

Jean-Pierre defendió la capacidad de Biden para desempeñar sus funciones a pesar de su edad avanzada, siendo a sus 81 años el presidente de mayor edad en la historia de Estados Unidos.