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Un exprofesor de un colegio vizcaíno del Opus, juzgado por abusos sexuales

Los hechos que se juzgan tuvieron lugar en un colegio de Leioa desde septiembre de 2003 hasta finales del curso 201, según denunció el propio alumno. Los padres escribieron al Papa Francisco en 2014 y le relataron los abusos que sufrió su hijo en el colegio.

EFE

BILBAO. - La Audiencia Provincial de Bizkaia juzgará al exprofesor del colegio vizcaíno del Opus Dei Gaztelueta imputado por presuntos abusos sexuales a un alumno, tras haber dictado el juez instructor un auto de procesamiento en el caso, que alcanzó notoriedad en 2014 debido a la intercesión del Papa Francisco.

El juez instructor, que ha dictado un auto de procesamiento e impuesto una fianza de 40.000 euros al docente, aprecia "un delito continuado de abuso sexual concurriendo la circunstancia agravante de haberse prevalido el responsable de una relación de superioridad manifiesta".

El juez ha citado a declarar al exprofesor ante la Audiencia para el próximo día 14, tras lo cual se determinará la fecha del juicio, tras rechazar los recursos de la defensa y la fiscalía.
Estas solicitaban que la causa fue tipificada como abreviada dado que la pena a la que podría enfrentarse el maestro no superaría los 9 años de cárcel.

El juez mantiene así su decisión inicial de abrir un procedimiento sumario ordinario, con lo que el imputado estará acusado de delitos con una petición de pena de hasta 10 años de cárcel.

Fue en mayo de 2016 cuando el magistrado instructor dictó un auto para transformar el procedimiento de diligencias previas en procedimiento ordinario y decidió remitirlo a la Audiencia vizcaína.

En ese auto ya se detallaban los "hechos punibles" achacados al profesor, que prestó servicio en el citado colegio de la Obra corporativa del Opus Dei, ubicado en la localidad vizcaína de Leioa, desde "septiembre de 2003 hasta finales del curso 2011, coincidiendo en el tiempo con el alumno", que denunció los abusos. El chico tuvo asignado como preceptor al denunciado desde que empezó primero de la ESO, hasta junio de 2010 cuando sus padres decidieron cambiarle de colegio.

"En su función de preceptor" el investigado debía dirigir "al menor en asuntos tanto académicos como relacionados con su evolución personal" y así, mantuvo entrevistas con el niño en su despacho "a solas" y "a puerta cerrada", con más asiduidad y duración que las reuniones que mantenía con otros chicos.

Según el auto del pasado año, el profesor "aprovechó" la "confianza y consideración que la familia tenía depositadas en el centro" para cometer los hechos que podrían ser penados como abusos sexuales, "dentro de un marcado contexto de dominación-sumisión".

Así, el magistrado detalla los encuentros con el profesor, según relató la víctima, en los que le sometió a tocamientos y otros abusos sexuales, desde que el niño tenía 12 años y que se prolongaron durante dos cursos escolares.

Este caso alcanzó notoriedad el pasado año debido a que los padres del alumno escribieron al Papa Francisco en 2014 y le relataron los abusos sexuales que había sufrido el menor en ese colegio religioso.

El Papa les respondió con una tarjeta manuscrita en la que les anunciaba que había ordenado una investigación en el Tribunal de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que archivó el caso tras tomar declaración a la víctima, al presunto autor de los abusos y a otros responsables del colegio.

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