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Resultados CaixaBank gana 1.768 millones hasta septiembre, con una mayor aportación de BPI

Gortázar defiende "vigorosamente" que "no ha habido ninguna actuación ilegítima" en la compra del banco portugués que está investigando la Audiencia Nacional

Una pareja se hace un selfi junto al logo de Caixabank en su sede en Madrid. REUTERS/Sergio Perez

AGENCIAS

CaixaBank ha registrado un beneficio atribuido en los nueve primeros meses de este 2018 de 1.768,8 millones de euros, lo que supone un 18,8% más respecto al mismo periodo del año pasado gracias a la mayor aportación del banco portugués BPI, la fortaleza de los ingresos, la reducción de las dotaciones y la contención de costes.

Según ha comunicado este viernes la entidad financiera presidida por Jordi Gual a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), los ingresos core del negocio, como son el margen de intereses, las comisiones, los ingresos del negocio de seguros, la puesta en equivalencia de SegurCaixa Adeslas y las participaciones de BPI Bancaseguros, aumentan un 4,5%, y el total de los ingresos un 6,3%.

En concreto, la contribución de BPI asciende a 168 millones, frente a los 59 millones en los nueve primeros meses de 2017, y si se tiene en cuenta la aportación de las participadas de BPI, la contribución total del banco portugués asciende a 399 millones.

El margen de intereses de la entidad, cuyo consejero delegado es Gonzalo Gortázar, asciende a 3.671 millones, un 3,4% más, y los ingresos por comisiones alcanzan los 1.938 millones, un 3,8% más.

El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, presenta en València, donde desde hace un año la entidad tiene su sede social, los resultados de los nueve primeros meses de 2018. EFE/Manuel Bruque

El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar. EFE/Manuel Bruque

En cuanto a la solvencia, el grupo alcanza una ratio Common Equity Tier 1 (CET1) fully loaded del 11,4% a 30 de septiembre, en línea con el rango fijado en el Plan Estratégico 2015-2018 (11%-12%).

Las participadas han realizado una contribución a CaixaBank de 69 millones, una cifra que incluye el resultado negativo de 453 millones derivado de la venta de la participación de un 9,36% que el grupo tenía en Repsol (a 30 de septiembre, esta participación se sitúa en el 4,59%).

Los ingresos del total de la cartera de participadas se sitúan en 847 millones, lo que incluye los ingresos por dividendos, principalmente Telefónica, y los resultados de las entidades valoradas por el método de la participación, como Erste Bank, SegurCaixa Adeslas, BFA y Repsol (sin el impacto de la venta de la participación).

La ratio de morosidad se reduce hasta el 5,1%, y los saldos dudosos descienden hasta los 12.116 millones tras la gestión activa, que incluye la venta de carteras, mientras que la ratio de cobertura aumenta hasta el 54%.

La entidad prevé que la venta de Servihabitat a una compañía de nueva creación propiedad en un 80% de Lone Star y en un 20% de CaixaBank tendrá un impacto neutro en la cuenta de resultados, y el valor neto contable estimado de la cartera de activos inmobiliarios disponibles para la venta a 30 de septiembre de 2018, excluyendo los inmuebles incluidos en esta operación, asciende a 608 millones. El total de ventas de inmuebles en 2018 alcanza los 1.572 millones, un 50% más, y la cartera de alquiler se sitúa en 2.763 millones de euros netos de provisiones.

Investigación por BPI

Durante la presentación de los resultados, el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha defendido "vigorosamente" que la entidad no ha cometido "ninguna actuación ilegítima" en la compra del banco portugués BPI y se ha mostrado "convencido" de que la Justicia les dará la razón en su momento.

La Audiencia Nacional ha admitido la querella presentada por dos accionistas contra el expresidente de La Caixa, Isidro Fainé, así como contra CriteriaCaixa y CaixaBank, por operaciones presuntamente irregulares para la adquisición del banco portugués BPI. La querella relata una serie de operaciones presuntamente irregulares en torno al contrato de permuta de Caixabank con su accionista de control Criteria --hecho relevante del que se informó a la CNMV el 3 de diciembre de 2015-- y cuyo fin último era la compra del banco portugués BPI, así como el crédito de 400 millones concedido al Banco Financiero de Angola (BFA) para que eliminara las restricciones a la adquisición de la entidad lusa.

El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, presenta en València, donde desde hace un año la entidad tiene su sede social, los resultados económicos correspondientes a los nueve primeros meses de 2018. EFE/Manuel Bruque

El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, presenta en València, donde desde hace un año la entidad tiene su sede social, los resultados económicos correspondientes a los nueve primeros meses de 2018. EFE/Manuel Bruque

Gortázar, que ha asegurado que CaixaBank está "colaborando activamente" con la Justicia y está muy interesada en un "esclarecimiento muy rápido de los hechos", ha señalado que la citada querella se basa en tres hechos que, según él, "no tienen conexión alguna, son decisiones independientes", ha aseverado.

Gortázar ha subrayado que "la querella no ha hecho más que ser admitida a trámite, que es una fase muy inicial", y "con estos datos defendemos vigorosamente que no ha habido ninguna actuación ilegítima en este caso".

Respecto a la compra del BPI, Gortázar ha destacado la "fantástica marcha" que lleva el banco portugués y la "buenísima inversión" que ha supuesto para CaixaBank, por lo que "no hay perjuicio alguno". Finalmente, se ha referido al presunto préstamo de 400 millones al BFA: "Es falso y no existe", ha sentenciado.

Concentración de sucursales en grandes ciudades

Además, Gortázar ha avanzado que el nuevo plan estratégico 2019-2021 de la entidad bancaria, que se presentará en Londres el 27 de noviembre, profundizará en la concentración de sucursales en las grandes ciudades con el objetivo de apostar por las oficinas store, un modelo más tecnológico que busca ofrecer un servicio cercano de asesoramiento y orientación a los clientes.

Según ha explicado, el proceso de digitalización que vive la banca lleva a los clientes a desplazarse menos a las oficinas físicas, pero cuando lo hacen buscan cada vez más un servicio de valor añadido, y esto es lo que ofrecen las sucursales store, por lo que creen que este es la "apuesta correcta".

"Este tipo de oficinas permite agrupar otras oficinas y ganar eficiencia, y cuando el cliente en vez de andar seis minutos anda ocho recibe un servicio diferencial", ha subrayado. "Nos está costando dinero, pero vamos a seguir por esa vía en los grandes núcleos urbanos con seguridad".

En todo caso, el consejero delegado de CaixaBank ha asegurado que su voluntad es mantener su presencia en las pequeñas localidades (está actualmente en 1.100 en municipios de menos de 10.000 habitantes) donde les gustaría "continuar", pero para ello, ha puntualizado, "necesitamos el apoyo de la sociedad y del entorno laboral para asegurar suficiente flexibilidad y que estas oficinas sigan siendo eficientes y razonablemente rentables". "Lo contrario nos llevaría a cerrar oficinas que es algo que no queremos hacer", ha concluido.

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