Es una ley inexorable: el precio de la vivienda nunca deja de aumentar. En el tercer trimestre de este año lo hizo un 4,5% de media respecto al mismo periodo de 2022. El incremento se debió, sobre todo, al aumento del precio de la vivienda nueva, que se disparó un 11% con respecto a un año antes, su mayor crecimiento en 16 años. 

Según el Índice de Precios de Vivienda (IPV) del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicado este martes, el precio de la vivienda lleva subiendo 38 trimestres consecutivos. El repunte del tercer trimestre de 2023 ha sido nueve décimas superior al del trimestre anterior. La vivienda nueva subió un 3,3% respecto a los tres meses anteriores. 

Por su parte, el precio de la vivienda usada aumentó un 3,2% en el tercer trimestre en comparación con el mismo periodo de 2022, una tasa que es tres décimas superior a la del segundo trimestre y la más elevada desde el cuarto trimestre de 2022.

La subida, además, fue generalizada: la vivienda se ha encarecido en todas las comunidades autónomas en relación al trimestre anterior y con respecto a hace un año. Las mayores subidas en Navarra (7,6% más), Canarias (6,6%) y Cantabria (5,9 ). Las subidas más moderadas se registraron en Castilla La-Mancha (1% más), Extremadura (1,1%) y La Rioja (1,9%).

Bajan las ejecuciones hipotecarias

El INE también ha publicado este martes la estadística de las ejecuciones hipotecarias, el procedimiento que se pone en marcha para que el acreedor hipotecario (suele ser una entidad financiera) pueda cobrar su deuda mediante la ejecución de la garantía (la vivienda hipotecada) si el deudor no cumple con su obligación de pagar las cuotas de la hipoteca. 

El número de ejecuciones hipotecarias completadas sobre viviendas habituales se situó en 1.721 en el tercer trimestre, cifra que es la menor en un tercer trimestre desde 2019 y que supone un descenso del 16,5% respecto al mismo periodo de 2022 y del 36,2% sobre el trimestre anterior.

Estadística recuerda que no todas las ejecuciones de hipoteca terminan con el lanzamiento (desahucio) de sus propietarios. 

De esta forma, en el tercer trimestre de 2023 se iniciaron 3.308 ejecuciones hipotecarias, un 20,9% menos que en igual periodo de 2022 y un 38,6% menos que en el segundo trimestre del año. De ellas, 3.138 afectaron a fincas urbanas (donde se incluyen las viviendas) y 170 a fincas rústicas.