La escalada de precios energéticos derivada de la guerra de Ucrania también está afectando al butano. Tanto es así que a partir del martes el coste máximo de este recurso subirá un 4,96%, situándose así la bombona de 12,5 kg en los 18,63 euros, según una resolución publicada este lunes en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

El butano no está liberalizado por lo que el Estado actualiza sus precios el tercer martes de cada mes. Este incremento, en la segunda revisión de 2022, coincide con un alza del 14,32% en las cotizaciones de esta materia prima en los mercado. Además, los fletes –los costes asociados al transporte– han experimentado un descenso de casi el 10% que, junto a la depreciación del euro frente al dólar, han imposibilitado contener los precios. 

Actualmente el precio de las bombonas tienen limitadas las subidas al 5% del precio sin impuestos. Sin esta restricción, tal y como se presenta la coyuntura de mercado actual, el precio se habría elevado un 7,15%, según informa la Agencia EFE.

El alza de precios del butano ha sido constante en el último año, pasando de los 13,96 euros la bombona en marzo de 2021 a los 18,63 euros máximos de este mes de 2022. El Gobierno, para tratar de proteger a los hogares más vulnerables de esta crisis energética, aprobó el pasado mes de octubre una mejora del bono social térmico. De esta forma, las ayudas mínimas pasaban de los 25 euros a los 35 euros, lo que equivalía por entonces a dos bombonas de butano, y las máximas pasaban de 123 euros a los 370 euros.

Actualmente se consumen una media de 68 millones de bombonas de butano al año. Sin embargo, es un combustible cada vez menos común entre los españoles, pues su consumo ha descendido un 20% en la última década.

Además, el precio máximo del gas licuado de petróleo canalizado, el GLP, subirá un 8,5% respecto a los precios actuales. Este recurso es una mezcla de butano y propano que se utiliza para el consumo doméstico y que se suministra de manera constante y asociado al contador. Al igual que el butano envasado, se trata de un combustible que no está liberalizado y cuyos precios máximos son actualizados de manera bimensual.