La inmobiliaria Metrovacesa bajó fuertemente en su regreso al parqué cinco años después de ser excluida de bolsa, en una jornada de caídas generalizadas en los mercados internacionales, que se acentuaban en el caso de la inmobiliaria ante las incógnitas sobre el valor futuro de sus activos.

Al cierre, las acciones de la empresa se dejaron un 3,03%, hasta los 16,00 euros tras tocar un mínimo de 15,09 euros por acción, quedando su capitalización en algo más de 2.400 millones de euros, frente al precio de salida de 16,5 euros.

La compañía, que tuvo que reducir la banda orientativa de precios por la baja demanda durante la fase de prospección, vuelve a la bolsa tras una profunda reestructuración por la que pasó a manos de sus acreedores, Santander y BBVA.

El presidente de Metrovacesa, Ignacio Moreno Martínez. EFE

Metrovacesa cuenta con la mayor cartera de suelo para desarrollar pisos en España, pero gran parte del mismo (alrededor de un 40% en términos totales) es suelo sin calificación urbanística que necesita varios años hasta obtener los permisos necesarios para su desarrollo.

"Los inversores internacionales quieren ver la ejecución, que es tener una capilaridad geográfica que no sólo Madrid y Barcelona, sino ir a más ciudades y tener suelo en gestión, que no quiere decir suelo no urbanizable. Es una estrategia a la que los mercados le han dado el espaldarazo", dijo el consejero delegado del grupo, Jorge Pérez de Leza, en una rueda de prensa posterior a la salida a bolsa.

La compañía quiere aprovechar la bonanza del mercado inmobiliario y capitalizar la recuperación de la compra-venta de viviendas, con una cartera que le permitirá desarrollar casi 39.000 pisos en los próximos años.

Sin tener en mente operaciones corporativas para ganar tamaño, la promotora espera un ciclo de recuperación largo. "Creemos que el ciclo (inmobiliario) va a durar más de 5 años y menos de 10 años", dijo Pérez de Leza.

Pese a las caídas en bolsa del martes, el consejero delegado del grupo se mostró satisfecho de la OPV y considera un éxito la operación que ha permitido que una compañía con más de 100 años de historia vuelva al parqué.

Pese a las renovadas inquietudes por la situación política en Catalunya, los inversores apenas han hecho hincapié en este asunto durante la formación del libro de órdenes, en el que la demanda fue sobresuscrita, aunque la empresa rehusó informar de en que porcentaje. "Hemos visto más de 200 inversores y han preguntado por Catalunya dos", explicó Pérez de Leza.