Inflación alta todo el año y menos crecimiento económico en 2022 y 2023. Estas son las nuevas estimaciones para la economía española que ha publicado este miércoles el Banco de España, que rebaja sus anteriores estimaciones de diciembre pasado, por  por la invasión rusa de Ucrania.

"Frente al dinamismo de la actividad en los primeros meses de 2022, el estallido del conflicto bélico en Ucrania y las sanciones económicas impuestas a Rusia afectarán previsiblemente de forma severa a las perspectivas de crecimiento para los próximos trimestres", dice el informe del banco. El impacto está sujeto a una "extraordinaria incertidumbre", porque se desconoce la duración y la intensidad del conflicto, añade.

En el primer trimestre de este año, la actividad ya se ha ralentizado notablemente: la entidad calcula un crecimiento de Producto Interior (PIB) del 0,9%, muy por debajo del último trimestre de 2021, cuando se registró un alza del del 2,2%. En el segundo trimestre, el crecimiento será de apenas un 0,1%, para elevarse al 0,4% y al 0,7% en los dos trimestres siguientes. Aunque no prevé que España pueda entrar en recesión, el Banco de España no descarta que un agravamiento de las consecuencias macroeconómicas de la guerra pueda conducir eventualmente a caídas "transitorias" de la actividad en algún trimestre.

Para el conjunto del año, el Banco de España calcula un crecimiento medio del 4,5% casi un punto menos que su anterior estimación de diciembre (el 5,4%). Después prevé que el crecimiento se ralentice hasta el 2,9% en 2023, también por debajo del 3,9% previsto anteriormente. En 2024, el crecimiento quedará en el 2,5%, en este caso, mejor que su estimación anterior del 1,8%.

"Pensamos que el impacto máximo se da en el segundo trimestre, pero en el escenario central vemos un crecimiento positivo", dijo el economista jefe del Banco de España, Ángel Gavilán, que estima que la economía seguirá creciendo ligeramente en el segundo trimestre, pero no descarta una contracción.

En este contexto, el Banco de España no espera que España alcance las cifras de actividad prepandémica hasta el tercer trimestre de 2023.

El año pasado, la economía española repuntó un 5,1% tras una caída récord del 10,8% en 2020 inducida por la pandemia de coronavirus. El Gobierno aún no ha revisado su previsión de crecimiento del 7% para 2022, realizada el año pasado. La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, ha admitido que que el conflicto de Ucrania pesará sobre el crecimiento, pero que la recuperación continuará.

La cifra de IPC se duplica

El Banco de España calcula que la inflación, que alcanzó el 9,8% en marzo en términos interanuales, rondará el 10% hasta el verano, cuando debería empezar a disminuir. Para todo el año 2022, Gavilán dijo que la inflación debería alcanzar el 7,5%, el doble de su previsión anterior (el 3,7%), antes de caer gradualmente.

El IPC descenderá hasta el 2% el próximo año y hasta el 1,6% en 2024, como consecuencia de una "relajación de los precios" de la energía a partir de julio de este año, pero siempre sobre la base de una "reducida magnitud de los efectos de segunda vuelta" sin que las presiones inflacionistas se trasladen a precios y salarios.

La entidad cree que el plan del Gobierno de medidas para contrarrestar las presiones inflacionistas, que suponen un recorte de diversas fuentes energéticas y la fijación de límites a la revalorización de los alquileres, tendrá un impacto favorable ya que restará entre 0,5 y 0,8 puntos porcentuales a la tasa de inflación media de 2022 y tendrían un impacto positivo de 0,2 puntos porcentuales en la tasa media de crecimiento del PIB en 2022.

Además, el organismo cree que los efectos adversos de la guerra también se verán contrarrestados por la ejecución de los proyectos financiados con los fondos europeos de recuperación (el programa Next Generation EU), unas condiciones de financiación todavía favorables (aunque algo más estrictas que en trimestres precedentes) y la mejora gradual de la situación epidemiológica.

Mejora la tasa de paro para este año

El crecimiento del empleo "será menos intenso" que el proyectado en diciembre, y quedará en el 1,9% (la mitad que en las previsiones anteriores). Ese comportamiento del empleo ha llevado a la institución a revisar al alza la tasa de paro media prevista para 2023 y 2024, hasta el 13,2% y el 12,8%, respectivamente, frente al 12,9% y el 12,4% estimados en diciembre. En cambio, mejora siete décimas la previsión para este año, en el que espera una tasa media de paro del 13,5%, debido a que las previsiones "se anclan" en un punto de origen más favorable tras conocerse los datos del cuarto trimestre de 2021.

De su lado, el organismo empeora sus estimaciones de ingresos y gastos para este año, ya que el déficit público quedará en 2022 en el 5% del PIB, frente al 4,8% previamente estimado. Además hay peores perspectivas también para 2023 y 2023, con tasas del 5,2% y el 4,7%, respectivamente.

En cambio, ha mejorado sus estimaciones para la deuda en 2022, tras situarla ahora en el 112,6% del PIB, frente al 115,7% previsto anteriormente. De cara a 2023, la deuda se situará en el 112,8% del PIB, mejor que la estimación previa del 113,7%, y en 2024 alcanzará el 113,5%, igual que en las previsiones anteriores.