Luis Rubiales se ha agarrado al sillón y, pese a que estaba previsto lo contrario, ha anunciado que no va a dimitir de su cargo como el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).

La habían exigido tanto el Gobierno de España como casi todos los principales partidos políticos, parte del mundo del fútbol y, sobre todo, Jenni Hermoso, la jugadora de la selección a la que dio un beso forzado en la boca durante la entrega de medallas por la victoria española en la final del Mundial femenino. La decisión de la FIFA de abrir un expediente disciplinario contra él por sus comportamientos parece que fue la estocada final que iba a haber obligado a la renuncia de Rubiales.

El máximo representante del fútbol español sigue pensando que ese beso forzado a Hermoso no es razón suficiente para dejar su cargo, a pesar de que le ha valido varias denuncias ante el Consejo Superior de Deportes y ante la Fiscalía por violar la Ley del Deporte.

Es probable de detrás de su cerrazón haya algo más que orgullo o una visión equivocada sobre su actitud machista e inapropiada. En concreto, el disparatado salario que percibe, que no ha dejado de aumentar desde que asumió la presidencia de la RFEF y llevó la Supercopa de España a Arabia Saudí.

Casi 700.000 euros brutos 

En concreto, según publicó El Confidencial, Rubiales se embolsaba casi 700.000 euros brutos cada año. Es un salario siete veces superior al del presidente del Gobierno, que no llega a los 100.000 euros anuales.

En concreto, el salario de Luis Rubiales por su trabajo en la Federación durante 2022 fue de de 675.761,87 euros brutos (371.669,03 euros netos).

Ayuda para vivienda: 3.000 euros al mes

A esto hay que añadir un plus que la RFEF ha aprobado año tras año en concepto de ayuda para la vivienda, que se cifra en más de 3.000 euros brutos cada mes (más de 36.000 euros brutos cada año). Todo ello a pesar de que no cumple el requisito principal para percibirla desde junio de 2019, ya que fijó su residencia habitual en Madrid, tal y como advertía un informe de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE).

Según los datos obtenidos por El Confidencial, durante todo el 2021, la nómina fija de Rubiales era de casi 30.000 euros mensuales: 29.619,46 euros libres de impuestos, como consta en la documentación que obra en el juzgado de Majadahonda (Madrid), que cursa una causa contra él por presuntos delitos de corrupción y administración desleal.

Según reveló este diario, el sueldo del presidente de la RFEF en 2019 era de 12.984,86 euros al mes, por lo que pasó a ser más del doble apenas dos años después. Todo coincidió con la celebración de la Supercopa en Arabia Saudí, que es uno de los mayores escándalos que han rodeado a Rubiales tras la publicación de audios de conversaciones con Gerard Piqué, empresario y exjugador del Barcelona, sobre comisiones por esta competición.

Hasta entonces, el salario de Rubiales era de 160.000 euros más un 0,15% de los ingresos totales liquidados por la Federación, sin contar las subvenciones. Es decir, que el sueldo del máximo representante del fútbol español depende de los negocios que la RFEF lleve a buen puerto.

250.000 euros al año de la UEFA

Además, Rubiales es uno de los seis vicepresidentes de la UEFA, de la que forma parte la Federación española. Su salario por este cargo que ocupa desde 2019 es de 250.000 euros al año, como consta en el informe económico de la temporada 2021-2022.

Puede que este desorbitado salario, que Rubiales ha defendido en varias ocasiones por el gran volumen de dinero que mueve el fútbol, sea difícil de rechazar por un beso forzado con una jugadora de la selección. Pero finalmente, parece que la presión social, política y mediática no han conseguido poner punto y final al mandato de Rubiales en la Federación.