Madrid
Actualizado:Kase.O vuelve al ejercicio en septiembre. Y lo hace consciente de que El Círculo, ese disco ecléctico y emocional que ha conquistado al público general, va llegando a su fin cuando está a punto de cumplir su primer aniversario. Lo que quedan por venir son seis citas masivas (tras haber tachado de la lista Sevilla el pasado viernes), que concluirán una gira que ha pasado por siete países y acumula ya 250.000 asistentes en 52 conciertos, 30 de los cuales han sido sold out. El WiZink Center de Madrid será el encargado de despedir un 2017 testigo de la consagración del MC como músico. Rapero, sí, pero con alas para volar más allá del hip hop.
Fuera del escenario, Javier Ibarra ha conseguido humanizar a su alter ego a base de desgarros. Se acabó el 'egotrip'. Cuando no se puede cumplir con las expectativas, sólo queda ser uno mismo. Ahora sus ojos son sinceros. Ya no hay máscara. Te miran con la timidez de alguien que ha descubierto que también es vulnerable.
Asegura que enseñar quién es, con sus vicios y virtudes (hay cosas que nunca cambian), es lo mejor que ha hecho en mucho tiempo. Kase.O ha trascendido el género. El Círculo se cierra, pero seguirá en las mentes de quienes comprendieron sin prejuicios que las barreras, también las del rap, pueden ser derribadas a través de los sentimientos.
Su primer concierto lo dio de espaldas en el colegio ante 10 personas y ahora cuelga el cartel de ‘sold out’ en todo el territorio. ¿A día de hoy es quien soñaba ser entonces?
"Nunca tuve el sueño de llenar estadios"
Yo nunca he sido de soñar mucho. Cuando hacía esos conciertos había una fuerza superior que me hacía salir al escenario, pero no es que cuando bajara dijera “vaya fracaso, quiero cantar delante de más gente”. Era como un hobby, una afición. Para mí era como hacerlo en mi habitación, tampoco ambicionaba ni eran tiempos como para poder soñar que el hip hop se iba a consolidar en España. Era una cosa muy marginal, 10-15 personas en los conciertos. Nunca tuve ese sueño de llenar estadios. Ha sido todo muy paulatino y a mitad te das cuenta de que “hostia, a ver si va a ser que me puedo dedicar a esto y este va a ser mi modo de vida”, pero en el primer concierto tenía 13 años, no sabía nada de la vida, ni de la música, ni de la industria, no te daba para soñar, simplemente había una fuerza como digo, porque he sido un chico tímido y lo sigo siendo, pero antes lo era mucho más. No tenía ambición de enseñar mi arte ni nada.
¿Y con el éxito uno tiene presente al niño que creció en La Jota jugando en un descampado?
Sí. Gracias a Dios sigo conservando mis amigos del pueblo y del barrio de La Jota. Tengo mucho contacto con mis padres ahora que estoy viviendo otra vez en España, los veo cada semana, y no sólo mis padres, con mi familia, mis tíos, mis hermanos… Mi modo de vida es muy normal y sigue siendo igual que hace 10 años por así decirlo.
Tener contacto con tu esencia y con la gente que ha crecido contigo te hace tener los pies en el suelo. Igual si te rodeas de amistades más faranduleras y más superficiales, que te puede pasar, el cambiar de amistades, se te puede ir un poco más la olla, pero en mi caso y en el de Violadores seguimos yendo a los mismos sitios y eso es bonito también. O ahora que voy a dar el pregón… Todo eso la gente lo nota. Decir “es que este gacho es el mismo que era cuando empezó”. Hay dos maneras de llevarlo: volviéndote un capullo que ya no saluda y va de subidote o intentar seguir siendo lo más normal que se pueda.
‘El Círculo’ es innovador, ha traspasado las fronteras del hip hop y aun así, la primera vez que lo escuchas dices “el señor Ibarra lo ha vuelto a hacer”. Muchas veces ha dicho que ha transcendido al género y es cierto, pero al final el rap es eso, ¿no? Crear, improvisar y fluir…
"Hay muchas maneras de vivir el rap"
Sí, pero tú puedes estar atado a cánones, a tendencias o a imitar a tus ídolos. Si escuchas mucho rap gánster puedes ponerte a hacer rap gánster, si escuchas música del Bronx, enfocar tu música como si vivieras en el Bronx, así con todo. Hay muchas maneras de vivir el rap. Yo en este disco lo que he hecho ha sido vivirlo lo más sinceramente posible, lo más real, aunque no fuera yo el más gánster, ni el más duro, ni el que va pegando a la gente por ahí, ni va ligando el que más. Tú puedes mentir en las canciones, la mayoría de los raperos mienten o exageran, incluido yo. No era mi intención en este disco exagerar ni mentirle a la gente o ponerme en una posición que luego no pueda representar ‘a full’, sino ajustar el personaje a la persona lo máximo posible y poder subir a un escenario sin que me dé vergüenza. Me he pasado tres años para que no me diera vergüenza ninguna de las frases, para decir “esto lo digo aquí y ahora y lo voy a decir en cualquier momento”, porque si tú mientes en una canción o te las das de lo que no eres es muy jodido luego ir por los sitios cantando eso. Para que no llegara ese punto tuve que hacerlo sincero al máximo. Por experiencia propia te digo que muchas veces estás proyectando o siendo uno que te gustaría ser. Entonces, ya tienes tus 37 palos, y ya puedes hacer tu propio rap y ser sincero y no tener miedo a lo que digan de ti, aunque seas blando y hagas canciones de amor, pues sí, no pasa nada, déjame. Soy sincero y ya está.
Con ‘El Círculo’ quería humanizar a Kase.O. ¿Lo ha conseguido?
"Ahora el que sube al escenario soy yo, Javier Ibarra. Kase.O se lo había comido"
Totalmente. Gracias a Dios. Todas las frases me representan. Si existía Javier, porque Kase.O ya se lo había comido, ahora el que sube al escenario soy yo, soy Javier Ibarra. Bueno, es Kase.O, lo he humanizado al máximo. He explotado sus debilidades y sus traumas y eso te humaniza más que explotar tus habilidades y tu flipada.
De hecho, el gran contraste del paso de Renacimiento, en Jazz Magnetism, a Basureta aterriza a Javier Ibarra como un mortal más y quizá lo aleje del Kase.O que hasta ahora se había mostrado como invencible. ¿Tiene esa sensación?
Totalmente, hermana. Es más fácil para mí mostrarme tal y como soy que estar siempre ahí con el egotrip, como el invencible y el señor perfecto. Me costó llegar a esa decisión, de decir, “no tío, tú eres aquí como los demás o peor”. Hay que decírselo a la gente, no hay que mentirle. Y fue una buena solución porque estaba muy atascado. Cumplir las expectativas del mejor rapero de habla hispana… ¿Qué mejor ni qué mejor, co (risas)? Aquí todos somos iguales y sufrimos igual.
En ese sentido y viendo la respuesta del público con este disco, ¿se arrepiente de ese "egotrip" del que habla?
No, me he divertido y ese egotrip puede volver en cualquier momento. De hecho, en el disco hay pinceladas de egotrip y cosas muy rapers. No me arrepiento, simplemente tiene que haber un equilibrio entre el personaje y la persona. Si hay mucho egotrip algo anda mal, porque yo no soy así. Si eres un tío que eres muy chulo de por sí, bien, pero yo no soy tan chulo en mi vida normal ni me gustan las personas chulas siquiera. Yo lo hago porque es un ejercicio divertido y porque el rap tiene procesos de imitación. Lo hace Rakim, lo hace PMD, lo hacen todos, se chulean. Yo porque he mamao eso me gusta hacerlo, pero como ejercicio. Si te pasas con eso se descompensa porque tú no eres tan chulo ni tan bueno ni tienes tantas habilidades.
¿Cómo es grabar una canción llorando?
Cuando la escribí ya lloraba. Entonces, empecé a pensar: “Hostia, a ver si voy a tener que grabarla llorando”. Lloré con bastantes escribiéndolas, pero con Basureta evidentemente había frases y recuerdos y cosas que no me salía decirlas fríamente o narradas. Hice una versión que era narrada y otra entrando más en trance y dejando llevar ese sentimiento a flor de piel. Para mí era natural decir las frases sollozando o llorando o como lo queramos decir. Incluso en el directo me vuelve a pasar. Es que hay frases que no las puedo decir normal, sereno, me tiembla la garganta y está bien que sea así. Ha sido un ejercicio también de interpretación, no digo que esté interpretando, pero es jodido, me daba vergüenza y lo hablaba con el productor, le decía “hostia, esto queda muy friki”, pero bueno, cuanto más friki son las cosas más me gustan también. Para hacer lo que los demás hacen siempre hay tiempo, así que si puedes hacer algo que sea extraño hay que apostar. Da vergüenza, claro, estás ahí llorando, tío, pero yo me divierto haciendo eso también.
En ‘El Círculo’ también hay contenido social en canciones como ‘Risioterapia’ o ‘Esto no para’. ¿La democracia es una falacia?
"Da igual a quién votes, mandan otros entes más que los políticos"
Yo creo que es la dictadura de la mayoría. Las minorías, con esta democracia tal y como está concebida, son pisoteadas y no se les escucha para nada. Cuando son muchas minorías son casi más que la mayoría, ¿no? Pero tal y como está hecho el sistema no es tan democrático. No sé si es una falacia pero es un poco… sí, fraudulento. Es una manera de tenerlo ordenado y que parezca que todo está bien y que cada cuatro años se cambia el Gobierno y siempre es lo mismo. Realmente da igual, mandan otros entes más que los políticos, entonces, partiendo de eso, da igual a quién votes.
En ‘Esto no para’ dice que ‘alguien traiga una solución’. ¿Quién para todo esto? ¿No cree que el cambio empieza en uno mismo?
"La democracia es la dictadura de la mayoría"
El cambio para mí es espiritual más que político. La gente no se para a pensar si son felices. Va todo muy rápido, les da miedo pensar en sí mismos. O nos da miedo, a mí incluido. Partiendo de que estamos desconectados de nosotros mismos. Claro que gobierna cualquiera, porque tú no tienes conciencia como quien dice. El cambio y la política son a corto plazo. Tú no puedes criticar a Rajoy, como digo en los conciertos, y no vas a ver a tu abuela una vez al mes. ¿No tienes amor para tu abuela y quieres que un gerifalte piense en ti y haga cosas por ti? Está descompensado. Empieza tú a hacer política a corto plazo, echar una mano, estar disponible, se un tío activo. Porque otra cosa es eso, aparte de desconectados es que no queremos hacer nada que lleve un poco de esfuerzo. Pues entonces no pidas nada, tío. Si tú no das nada, no pidas nada. Esa es la movida que hay, de que quieres que te solucionen la vida. No eres consciente, no te amas a ti mismo, no amas a nadie a tu alrededor. Amor es una cosa muy fuerte, no es sexo, amor es otra cosa, es conciencia del prójimo, etc. Hay que ejercerlo más y hay que irrumpir más en la sociedad. Si alguien te sonríe darle las gracias, si ves algo malo intentar decir “esto está mal”, etc. Y la gente no quiere hacer eso. Entonces para mí el cambio es espiritual, no de religioso, sino ser persona y ser una persona activa.
¿El rap tiene que ser necesariamente política?
La gente no tiene conciencia política ni conciencia de sí mismos. El rap habla de cada uno, del bagaje que tiene. Si mi rap es más espiritual es porque yo me leo muchos libros de espiritualidad, me gusta hablar con Dios, etc., pero no tengo ni idea de política. En cambio, Los Chikos del Maíz se han criado en ese ambiente y hablan de política porque saben o porque tienen un sentimiento político. A otros rapers les gusta salir y ligar, es su gran pasión, pues hablan de eso, de chicas, de bailar y de tal. No tiene por qué ser político el rap. Ni el arte. Tendría que serlo, pero es imposible, porque no hay conciencia.
¿Por qué está tan mal visto el amor en el rap?
"El rap es una música muy machista"
Porque el rap es de tipos duros, que están por encima de las mujeres, que tratan a las mujeres de putas, que nunca se enamoran porque ellos se follan a varias todos los días… Y eso es lo que ha sido el rap. Es una música muy machista, nacida de los estratos más bajos de la sociedad. Está mal visto porque pareces más blando y en la calle hay que ser un tipo duro. Puedes ir con máscaras a los 16 años para que no te partan la cara en la calle o tal, pero ahora con 37 yo rapeo de amor porque es lo que siento y me dan igual los cánones y lo que digan en el Bronx y lo que digan en Madrid, en Barcelona o en Alicante de los cánones. Yo ahora soy el canon, tenéis que seguirme a mí. Eso es lo que hay. Yo mando (risas).
Han pasado muchos años desde ‘Ninguna chavala tiene dueño’ y cada vez, afortunadamente, se ha hecho más fuerte la reivindicación feminista. Muchas veces al hablar de las mujeres en la música en general y en el hip hop en particular se habla de nosotras como meramente un cuerpo o se emplea un lenguaje machista. ¿Tan difícil es hacer música desde la igualdad?
"La sociedad no ha invertido en las mujeres"
No, no es tan difícil, pero yo tengo amigos que no son raperos y que son machistas. La gente es machista. No es el arte o el rap, reflejan lo que hay, lo que la sociedad o que la gente vive. Esto va lento. Es un problema de independencia. Ahora, gracias a Dios, la mujer puede estudiar, en según qué ámbitos, porque en según qué estratos sociales la mujer no puede estudiar ni conseguir un trabajo, con lo cual depende del hombre. Le perdona todo porque si se va ese hombre se queda sin dinero para su hijo o para sí misma, porque esa es la conciencia que hay, que la mujer no puede tener su independencia, ganar su dinerito y tener su trabajo. Cada vez más, pero en los 60 eso no existía, en Colombia eso no existe, por ejemplo. No hay independencia de la mujer, pero es porque la sociedad no ha invertido en las mujeres.
“La música ahora es la peor de la historia: público estúpido e impúdico”. ¿El problema está en la oferta o en la demanda? ¿Hemos acomodado nuestros oídos?
Hay público para todo, no sólo en la música, por ejemplo las series, a unos les gustan más unas cosas y a otros otras. Hay público inculto, como digo yo en la canción, que no le interesa mi manera de ver el rap o mi mensaje porque no tienen ningún punto en común conmigo ni en educación ni en estrato social o como lo queramos llamar. Yo soy un artista que mi rap va dirigido a otro público, igual que un artista que es más simple por así decirlo gana a su público porque su mensaje es más simple. La gente simple quiere un mensaje simple. Las metáforas, los giros retóricos… hay gente que se pierde. No les interesa la literatura ni el arte y ya está, hay que dárselo mascado y a bailar. Y no pasa nada. Tiene que haber de todo. Ojalá mi rap lo escuchara todo el mundo, aunque suene soberbio, pero es verdad, prefiero que se escuche mi rap a cosas más simples y que tienen peor mensaje. Eso es así.
En sus conciertos siempre lanza algún discurso relacionado con la especialización, ser el mejor, o el amor a la familia. ¿En qué medida, como referente, siente que debe dirigirse al público más joven?
Lo hago porque quiero. El concierto podría ser cantar y ya está. No tendría por qué hacer discursos ni nada. Siento la necesidad o el impulso. Ya que estás en un escenario y que en las canciones no llego a decir todo lo que pienso porque no es fácil rimarlo. Podría no hacerlo y no pasaría nada. Aun así el concierto gana mucho con el discurso desde mi punto de vista. Yo veo a los chavales y para mí el truco es especializarte. Es un tip muy básico. De lo que te guste, ve hacia lo más difícil. Si te gusta la química, ve hacia el átomo ese que nadie ha estudiado. Ese es el mensaje. Veo a la gente muy perdida, co. Yo también he estado muy perdido y me ha salvado el rap. Pero esforzándose. Necesitas muchas cosas, pero voluntad lo primero y fe en ti mismo. El discurso lo hago porque quiero, porque no me cuesta nada y porque esa es mi política. Decirte “deja de criticar a los políticos y haz tu política”, que no haces más que jugar a la consola y fumar porros, ¿eso qué vida es? No aportas nada y pides y pides. La gente que viene a mis conciertos tiene posibilidades y puede llevar a cabo el mensaje que les doy.
Albert Pla le dijo una vez que nunca firmara con una discográfica. Ya en sus comienzos rechazó un contrato con Ariola-BMG y con Violadores crearon su propio sello. ¿Desconfía de la industria musical?
Es un mundo en el que se abusa mucho del artista. Nosotros gracias a Dios lo vimos rápido y fundamos nuestro propio sello, pero aun así la distribuidora te sangra, la distribuidora digital te sangra y no están haciendo más que subir tu canción a internet. Ni la promocionan ni hacen nada más y por eso se están llevando un alto porcentaje. La industria está tan bien hecha que tú no puedes subir tu canción a internet y cobrar por ella, ¿sabes? Tú tienes que morir al palo sí o sí y conseguir el mejor trato que puedas, que va a ser una mierda de trato, pero es que luego debajo hay más mierdas todavía. Entonces, claro que desconfío, porque yo no tengo acceso a la información. Yo no sé cuántos discos vendo. Tú me dices que he vendido 20.000 pues vale, guay, y encima me tengo que alegrar, pero yo no he ido tienda por tienda, yo no tengo acceso a eso. Tú me dices, “mira, de YouTube has recaudado tantos euros”. Vale, gracias, bien. A mí claro que me gustaría gestionar y hablar yo con YouTube y cómo va esto y qué porcentajes. Tienes que basarte en la confianza. Tú no sabes los intríngulis que hay, ni los porcentajes, ni lo que estás ganando, ni de SGAE… ¿La SGAE cómo funciona? ¿Cómo me voy a fiar? No tengo ni puta idea, ni yo ni nadie sabe cómo funciona la SGAE. Cada seis meses te hacen un ingreso. Gracias. Pero yo a la SGAE le doy de cada concierto. A mí me llega lo que ellos dicen. Es una movida. Si me preguntas si desconfío, por supuestísimo. A la vez que te digo que confío porque no me quedan más huevos de decir “ah vale, esto es lo que me corresponde, bien”, pero es una industria de mierda, que está muy bien hecha para que el artista nunca sepa de dónde sale ese dinero ni por qué se lo dan ni cuánto ha generado realmente. Es muy duro.
¿Violadores del verso sigue vivo? ¿El “mundo es peor” desde que no están?
Claro, hombre, el mundo del rap por lo menos. Sí, Violadores sigue vivo en los tatuajes, en los corazones de la gente y en los discos.
¿Pero volverán?
"Cuando haya una necesidad o una voluntad real de los cuatro, Violadores volverá"
Eso nunca se sabe. You never know. A mí me encantaría. Seguimos haciendo canciones juntos, pero ahora estamos con proyectos individuales, que también estamos a gusto. El grupo tiene unas cosas buenas y lo individual tiene otras. Cuando haya una necesidad o una voluntad real de los cuatro, se llevará a cabo.
Bonus track: ¿Cuántas veces le han preguntado si es “Kase.O de Violadores”?
(Risas) No tantas. ¿Ves? Esa frase era mentira, porque no había tantas chicas que te vinieran y te preguntaran eso. Pero tú lo sueltas en la canción ¡y es mentira! Es una rima que me he inventado yo para dármelas de que tengo fanes o groupies. Es mentira, no existe. Pero no me lo han preguntado mucho, alguna vez para hacer la gracia, pero la gente te tiene mucho respeto como para hacerte coñas. Normalmente la gente es muy educada. Hay que elegir el momento y la manera de entrar.
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