Las investigaciones científicas sobre la posibilidad de hallar vida en otro planeta no se centran sólo en Marte. En 1979, la sonda Voyager pasó junto a la luna Europa de Júpiter y dejó evidencias de que había indicios de agua. En las últimas décadas, otras investigaciones han dejado pruebas de la existencia de mares espaciales en otros planetas y satélites, como Ganímedes, la mayor luna del Sistema Solar. 

Ahora, la revista Nature publica una nueva investigación que arroja evidencias sobre la posibilidad de que la luna Mimas de Saturno tenga un mar subterráneo.

Los autores de la publicación encontraron este océano tras realizar un análisis detallado de los movimientos alrededor de Saturno. Mimas, una pequeña luna de tan sólo 400 kilómetros de diámetro, tendría agua en estado líquido bajo una capa de hielo de unos 20 o 30 kilómetros de grosor.

Las indagaciones del equipo científico, encabezado por el Observatorio de París, llevan a pensar que este mar apareció no hace mucho tiempo, en términos astrofísicos: entre 25 millones y dos millones de años.

"Fue causado con toda seguridad por la triplicación de la excentricidad orbital inicial de Mimas, bajo la influencia gravitacional de varias otras lunas de Saturno. Por tanto, el inicio de la actividad interna es tan reciente que explica por qué aún no se ha observado ningún signo de actividad en la superficie", explican los científicos en un comunicado. 

La publicación deja ver que la existencia de mares subterráneos son más normales de lo que se piensa dentro del Sistema Solar. Tanto es así que hay también evidencias de que otros satélites, como las otras lunas de Saturno o las de Júpiter, puedan disponer de lagos subterráneos.