Público
Público

Barcelona pierde a Oriol Bohigas, el arquitecto que ideó la capital catalana de la modernidad olímpica

El prestigioso urbanista, artífice de la transformación de la Barcelona del 92, muere con casi 96 años dejando un inmenso legado de ideas innovadoras y críticas.

El arquitecto Oriol Bohigas durante el acto de entrega de parte de su legado a la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona de la UPC, el pasado 28 de abril de 2017.
El arquitecto Oriol Bohigas durante el acto de entrega de parte de su legado a la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona de la UPC, el pasado 28 de abril de 2017. Violeta Gumà / ACN

"Después del terrible caos producido durante los años del franquismo, durante este periodo democrático se había logrado recomponer con racionalidad el carácter urbano de algunas ciudades. Para esta recomposición, la distinción entre terreno urbanizable y terreno no urbanizable ha sido una base operativa indispensable. Así se ha conseguido zurcir los espacios diseminados, concentrar las estructuras, rehabilitar los centros históricos y establecer una cierta continuidad de centralidades. Se ha hecho una gran labor, pero todavía queda mucho que hacer", escribía Oriol Bohigas en el artículo ¡Viva la especulación! ¡Muera el urbanismo!, publicado en El País en marzo de 1997. Unas frases que condensan la preocupación de Bohigas por el urbanismo, el medio ambiente y por la sociedad en general.

Trascendió a la arquitectura para convertirse en una figura humanista, libre y crítica

Nacido en Barcelona en 1925, Oriol Bohigas ha fallecido este pasado martes a los casi 96 años. Lo ha hecho en el piso de la Plaça Reial que compartía con la también arquitecta y diseñadora Beth Galí, rodeado de sus libros, su piano y sus gentes. Arquitecto de formación, trascendió esta disciplina para convertirse en una figura humanista, libre y crítica. La suya ha sido una trayectoria más que prolífica. Nada más terminar los estudios de arquitectura, y con la voluntad de hacer frente a la grisura urbanística y arquitectónica de Barcelona, ​​en 1951 formó el Grupo R que contaba con Josep Antoni Coderch, Josep Antoni de Moragas o Joaquim Gili, entre otros. Desde entonces nunca se detuvo. Y si tenía que escribir al mismísimo Mies van der Rohe lo hacía, si le tenía que decir las cosas claras a Pasqual Maragall no callaba, y cuando debía defender su postura de catalanista progresista también lo hacía.

El reto de buscar la modernidad

Bohigas fue clave para la transformación de Barcelona (una ciudad que se puso guapa para los Juegos Olímpicos). Autor de multitud de proyectos de tipología muy variada, en Catalunya y en Europa, destaca por su ambición y complejidad la Vila Olímpica y el Port Olímpic (1992), siendo considerado el impulsor de la obertura de Barcelona al mar en aquellos años de la gran transformación urbanística de las Olimpiadas de 1992. Fue también un eslabón para Òscar Tusquets y Ricard Bofill, y sigue siendo un referente para las nuevas generaciones de arquitectos y urbanistas. Dotado de una visión innovadora, Oriol Bohigas deja un inmenso legado, y no sólo en el campo de la arquitectura o el urbanismo. Pati Núñez, consultora en arquitectura, arte y diseño, y amiga de la familia, subraya que Oriol Bohigas deja un legado titánico y lamenta mucho que no tenga sustituto.

Dotado de una visión innovadora, deja un inmenso legado, y no sólo en el campo de la arquitectura o el urbanismo

"Tenía una visión y una capacidad de trabajo inigualable, era una figura humanista, un escritor, hizo política, era un intelectual, y no hay ningún arquitecto así, él hablaba de temas sociales, de todo. Para mí Oriol representa algo que yo no encuentro en la sociedad: una figura humanista. Era mucho más que un arquitecto y urbanista. Y creo que nos quedamos huérfanos de referentes humanistas y eso me impresiona", comenta Pati Núñez que debía rodar un documental sobre Bohigas, un proyecto que quedó detenido por la pandemia y que ahora ya no podrá hacerse. Lo que sí queda son sus libros, como Refer la memòria (RBA, 2014) y artículos, rebosantes de ideas absolutamente vigentes; porque Bohigas pensaba y conseguía hacer pensar a otros con una inteligencia provocativa y generosa.

Que Bohigas trascendía la disciplina arquitectónica y urbanística quedó patente cuando fue concejal de cultura en el Ayuntamiento de Barcelona, ​​cuando trabajó para fundar el conglomerado editorial Grupo 62 o cuando presidió el Ateneu Barcelonès. "Realmente hizo una gran transformación del Ateneu, arregló la biblioteca, la distribuyó diferente respetando mucho el original, mejorando la iluminación, logró que Amat pintara los frescos de las paredes... Fue un gran presidente ¡y llegó a los 4.000 socios! Durante su época hizo cosas muy interesantes, actos, ciclos... y por eso la sala de actos lleva su nombre", repasa Isona Passola, presidenta del Ateneu Barcelonès.

Oriol Bohigas era "alguien que tenía toda Barcelona en la cabeza", así lo define el periodista y escritor Toni Vall, que en su libro Bocaccio. Donde ocurría todo (Ediciones Destino, 2020) dedica un capítulo a Oriol Bohigas y a Beth Galí. Toni Vall acaba dicho capítulo describiendo una foto donde se ve a Oriol Bohigas con traje y corbata justo al terminar el concierto de The Beatles en la Monumental en julio de 1965. Entonces ya tenía cuarenta años, era uno de los popes de la gauche divine y uno de los arquitectos más modernos y progres de entonces. Una bonita imagen para seguir recordando a un hombre, que como no podía ser de otra forma, ha dado su cuerpo a la ciencia.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias