La Xunta de Galicia ha empezado a derivar a clínicas privadas a pacientes de urgencias que acuden a los centros públicos de salud, ante el colapso de los servicios de atención urgente en varios grandes hospitales de la comunidad por falta de personal, especialmente de médicas y enfermeros.

La medida se ha adoptado en plena oleada de protestas por los recortes en la sanidad pública, y se ha conocido el mismo día en el que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG)  ha condenado al Servizo Galego de Saúde (Sergas) por vulnerar los derechos de los médicos de atención primaria, sobrecargándoles de trabajo al no dimensionar adecuadamente las plantillas.

El diario digital Galicia Press publicó este martes que varios pacientes de los hospitales públicos Montecelo y Provincial de Pontevedra habían tenido que ser trasladados el fin de semana al hospital privado Quirónsalud Miguel Domínguez, ante la imposibilidad de que los médicos de urgencias de la sanidad pública pudieran atenderlos.

El día anterior, la diputada autonómica del Bloque Nacionalista Galego (BNG) Montserrat Prado había advertido de la situación de "colapso" de las urgencias de esos hospitales. El mismo martes, la Confederación Intersindical Galega alertó de que el hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo -el más grande de Galicia- había ordenado trasladar a la clínica privada Vithas de la ciudad a varios enfermos de urgencias que a última hora de la mañana no habían podido ser atendidos.

La Xunta no quiso confirmar ayer a Público cuántos pacientes de Pontevedra habían sido derivados a clínicas privadas, ni si la situación se había repetido en otras áreas sanitarias de Galicia. El departamento de Comunicación del Sergas se limitó a enviar un audio en el que el conselleiro de Sanidade de la Xunta, Julio García Comesaña, resta importancia a la situación y explica que, a su juicio, no se trata de ningún "colapso": "Cuando una cosa colapsa es que deja de funcionar, y aquí, afortunadamente, ningún servicio ha colapsado".

En el mismo audio, García Comesaña achaca que los hospitales públicos no han  podido atender a enfermos de urgencias debido a la "mayor afluencia de pacientes", y a que la semana pasada, con dos días festivos, "fue una semana compleja con muchos profesionales disfrutando de su merecido descanso". En su declaración, en la que elude cualquier responsabilidad, el conselleiro también suaviza el asunto explicando que la única molestia que sufren los usuarios es que "tienen que esperar un poco más" para ser atendidos.

Frente a esa versión, sindicatos, oposición, asociaciones de profesionales y usuarios de la sanidad pública sostienen que los recortes de la Xunta en el presupuesto sanitario han dejado a los hospitales sin los recursos humanos necesarios para atender correctamente a los pacientes. Público  ha podido confirmar que varios de ellos han expuesto quejas por haber soportado esperas de más de ocho horas en las urgencias de los hospitales de Vigo y Pontevedra, en algunos casos con niños pequeños aguardando durante todo ese tiempo sin recibir atención.

Además, tanto las juntas de personal como las asociaciones de pacientes y usuarios de otros hospitales públicos, como los de A Coruña y Santiago, llevan semanas alertando de los colapsos recurrentes en los servicios de urgencias, con pacientes encamados en los pasillos, en camillas o en sillas de ruedas, esperando horas a ser atendidos o para obtener plaza en una cama de planta cuando su situación es grave y precisan de ingreso.

En el hospital Clínico de Santiago, que dirige la prima del preisdente del PP, Alberto Núñez Feijóo, Eloína Núñez Masid, la Asociación de Pacientes e Usuarios asegura que en las dos últimas semanas "la situación de colapso en Urgencias es lo normal". "El 2 de diciembre a las 15.16, once pacientes graves estaban aparcados en los pasillos de acceso esperando a ser atendidos, mientras otros 27 con ingreso en planta firmado ocupaban las zonas de atención. El 10 de diciembre a las 22.04 había en el pasillo 20 pacientes graves y 28 con ingreso firmado esperaban por una cama", sostienen fuentes de la asociación. "Este mismo martes a mediodía, aseguran, había en urgencias "41 pacientes con ingreso firmado esperando por una cama en planta", añaden.

La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, acudió ayer por la mañana al hospital Montecelo de Pontevedra y acusó  al Ejecutivo de Alfonso Rueda de hacer "una gestión caótica de la sanidad" que, en su opinión, "pone en peligro la salud de los gallegos y de las gallegas".

Pontón, que posteriormente participó en una protesta a las puertas del centro junto al alcalde de la localidad, Miguel Anxo Fernández Lores, de su mismo partido y médico de profesión, exigió a Rueda que comparezca en el Parlamento de Galicia y que adopte medidas inmediatas "ante la situación de colapso de la atención primaria y de las urgencias en Galicia".

Pontón recordó que el BNG ha propuesto un programa de 50 millones de euros para incorporar nuevos servicios en los centros de salud; otro de 149 millones para eliminar las listas de espera, y un plan de rescate de la atención primaria en Galicia con 200 millones de euros para sufragar la dotación de los medios humanos y materiales que, a su juicio, precisa. "Es por pura decencia, está en juego la salud de la población", justificó la líder del BNG.

Precisamente, ayer se conoció una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia que condena a la Xunta por no evaluar los riesgos laborales de los médicos de atención primaria ante la "desproporcionada" carga de trabajo que soportan. El TSXG estima así parte de la demanda del sindicato O'mega, y obliga al Sergas a evaluar la carga de trabajo y los riesgos de los puestos específicos de los profesionales médicos.