La Guardia Civil y la Policía Nacional, en colaboración con Europol, han detenido a dos hombres y una mujer por la muerte de cinco migrantes que fueron arrojados al mar el pasado 29 de noviembre frente a la costa de Cádiz. Las víctimas fallecieron por ahogamiento.

Los arrestados les obligaron a saltar al mar desde una embarcación de alta velocidad, amenazándoles con un machete, a sabiendas de las fuertes corrientes de la zona y de que algunos no sabían nadar, según han informado fuentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil.

A bordo de la lancha viajaban al menos 37 personas que habían pagado entre 3.000 y 12.000 euros por trayecto para su entrada en España desde Kenitra, en Marruecos. En un primer momento, se recuperaron cuatro cuerpos sin vida y días más tarde un quinto, que tuvo que ser identificado por ADN con la ayuda de sus familiares en Marruecos.

Antecedentes por narcotráfico

Las detenciones tuvieron lugar tras varios registros domiciliarios en Cádiz y Granada. Se trata de dos hombres, de 45 y 39 años de edad, uno de ellos el presunto patrón de la embarcación, y una mujer, de 46. El piloto de la embarcación y otro detenido tienen antecedentes por narcotráfico, un dato que vuelve a confirmar las relaciones entre las redes de tráfico de drogas y personas en el estrecho de Gibraltar.

Los hechos ocurrieron frente a la costa de Cádiz, entre los términos municipales de San Fernando y Chiclana, cuando la lancha con más de 30 personas a bordo realizó un primer desembarco a la fuerza frente a la playa de Camposoto, lugar donde obligaron a saltar a la mayor parte de migrantes al agua en una zona con fuertes corrientes y donde no hacían pie.

Una vez soltaron a la mayoría, la lancha puso rumbo a la entrada del caño de Santi Petri con nueve personas a bordo que se habían aferrado a la embarcación ante el temor de abandonar la nave por no saber nadar.

Todos ellos fueron obligados a saltar al agua a punta de machete. Los arrestados llegaron a cortar algunos cabos a los que varios migrantes se habían agarrado. Una vez se deshicieron de todo el grupo, abandonaron la zona a gran velocidad. 

"Son gente sin escrúpulos y, cuando no se tiene escrúpulos, da igual si lo que tienen que tirar por la borda son fardos de hachís o personas", ha comentado Francisco Mena, presidente de la Coordinadora Antidroga Alternativas del Campo de Gibraltar. 

Varias personas que se encontraban en su barco de recreo observaron lo sucedido y se acercaron a socorrer a los migrantes ahogados, pudiendo salvar la vida de alguno de ellos, mientras que otros fallecieron.

La operación de nombre Phantom-Yamal ha permitido desvelar el itinerario realizado desde Marruecos, además del importe pagado por los migrantes, que oscilaba entre los 3.000 y 12.000 euros. Los agentes consiguieron localizar la embarcación utilizada y documentos clave para esclarecer el homicidio múltiple.

Los detenidos están en prisión provisional y se les acusa de delitos de organización criminal, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, homicidio, lesiones y contrabando. La investigación sigue abierta y no se descartan más actuaciones.