La provincia de Barcelona es una fuente de tesoros naturales y patrimoniales. Más allá de los destinos turísticos más comunes, esta zona del territorio catalán cuenta con numerosos rincones que fascinan a los visitantes que se aventuran a explorarlos.

A continuación, os proponemos un listado de siete lugares sorprendentes que siempre merece la pena conocer o visitar de nuevo para redescubrir aspectos diferentes.

Jardines de Mossèn Costa i Llobera de Barcelona

Si arrancamos por la capital catalana, los Jardines de Mossèn Costa i Llobera constituyen un espacio natural encantador desde donde se puede observar una panorámica privilegiada de la costa y del puerto barcelonés.

Situados en la montaña de Montjuïc, ofrecen una amplia colección de cactus originarios del sur y del centro de América, espectaculares plantas suculentas —que pueden superar los cinco metros de altura— y especies propias del clima mediterráneo.

El lugar fue inaugurado en 1970, ocupa 3,16 hectáreas de extensión y traslada al visitante a un escenario con algunos de los ejemplares más exóticos del mundo y especies que se pueden encontrar en zonas desérticas, tropicales y también de alta montaña.

Si queréis aprovechar la excursión, podéis acercaros a los Jardines de Mossèn Cinto Verdaguer, también en Montjuïc, que cuentan con una balsa de nenúfares.

El bosque mágico de La Roca del Vallès

Si tenéis ganas de organizar un plan diferente con la familia, el bosque mágico de La Roca del Vallès —también denominado el bosque encantado de Òrrius— es la propuesta ideal.

En medio de la vegetación descubriréis tres figuras de piedra con la forma de un elefante, un indio y un pequeño moái, similar a las características estatuas de la Isla de Pascua.

El rostro del indio y el moái se encuentran en bandas opuestas de una misma roca. Se desconoce quién esculpió estas figuras y porque lo hizo, pero hay un montón de misterios y leyendas que envuelven el bosque. A pesar de que este sea el principal atractivo del lugar, cerca hay una ruta prehistórica que pasa por otros yacimientos, cuevas y dólmenes.

La Bauma de l'Espluga

A solo 10 minutos andando del municipio de Sant Quirze Safaja, en la comarca del Moianès, se esconde la Bauma de l'Espluga, una cueva natural cincelada por un torrente que cae desde arriba. Si os acercáis en época de lluvias, veréis como la cortina de agua cierra la cueva y forma una poza que redondea el paisaje.

Este lugar se ha utilizado desde el paleolítico para protegerse del tiempo, descansar o almacenar el ganado. El acceso es sencillo y la ruta, bien indicada y plana, es ideal para recorrerla con niños.

El Delta del Llobregat

Muchas veces no somos conscientes de las joyas que tenemos en nuestra propia casa. El Delta del Llobregat es un lugar que destaca por su biodiversidad, donde se puede pasear por senderos naturales, observar más de 350 especies de aves —muchas de ellas, migratorias— y, sobre todo, huir del bullicio de la vida urbana sin viajar mucho lejos.

Este parque natural se encuentra a tocar del aeropuerto del Prat —la posible ampliación del cual puede afectar el espacio protegido—, junto a campos de cultivo y de núcleos metropolitanos importantes.

Es el segundo delta más grande de Catalunya y preserva uno de los humedales más importantes del país. Además, se pueden encontrar varios ecosistemas que incluyen pinares litorales, dunas y playas vírgenes.

El monasterio budista del Garraf

En el municipio de Olivella, en el corazón del parque natural del Garraf, encontraréis el monasterio budista Sakya Tashi Ling. La comunidad de monjes remodeló un edificio de estilo modernista, el Palau Novella, y lo convirtió hace casi treinta años en un espacio de divulgación budista.

Actualmente es un rincón armonioso, donde se organizan visitas guiadas, talleres de meditación, escapadas y retiros espirituales que invitan a adentrarse en esta filosofía oriental, a reflexionar y a desconectar en un entorno mediterráneo idílico.

El conjunto monumental de Coaner

Dentro del término municipal de Sant Mateu de Bages se encuentra el conjunto monumental de Coaner, formado por la iglesia de San Julià Coaner, la torre del castillo y el Santuari de la Mare de Déu de Coaner. Los tres elementos son de estilo románico lombardo y se integran en un valle majestuoso y muy tranquilo.

Acercarse hasta esta parte de la provincia de Barcelona permite huir de los destinos más turísticos, evitar aglomeraciones y disfrutar del patrimonio y la geología del Geoparc Mundial Unesco de la Catalunya Central.

Las Minas de Sal de Cardona

Situado en la comarca del Bages, el pueblo de Cardona cuenta con dos elementos que generan mucho de interés: el Castell de Cardona, considerada como una de las fortalezas medievales más relevantes de Catalunya, y el Parc Cultural de la Muntanya de Sal, más conocido como las Minas de Sal de Cardona.

A través de visitas guiadas se puede descubrir cómo se llevaba a cabo la explotación de la sal, ver la maquinaria que se utilizaba, recorrer los pasillos subterráneos de la mina ya inoperativa y admirar un fenómeno natural que te transporta a un mundo aparentemente congelado.

La galería más espectacular recibe el nombre de Capilla Sixtina y está repleta de estalagmitas y estalactitas blancas que generan un ambiente único.