Osona, ubicada a medio camino entre el Pirineo y la Costa Brava y con su capital en Vic, se caracteriza por su espectacular paisaje natural. Sin embargo, también destacan sus ferias, mercados, fiestas y tradiciones populares, así como su turismo cultural que engloba desde la arquitectura románica hasta la poesía moderna. Con el objetivo de descubrir de la mejor manera este territorio, os dejamos siete propuestas que no puedes perderte de la comarca de Osona, ubicada en el centro de Catalunya y, como tal, uno de sus corazones geográficos.

El Parque Natural del Montseny

Uno de los rasgos más característicos de Osona, así como uno de sus mayores atractivos, es la naturaleza. El mejor ejemplo es el Parque Natural del Montseny. Ubicado en el sur de la comarca, el parque protege parte del Macizo del Montseny, el más elevado de la cordillera Prelitoral catalana. Tiene una extensión de más de 30.000 hectáreas distribuidas en tres comarcas (Osona, la Selva y el Vallès Oriental) y está constituido por tres conjuntos montañosos: el Pla de la Calma; El Turó de l'Home i les Agudas (1.707 m); y la cumbre del Matagalls (1.697 m).

El parque destaca por la variedad de su fauna y flora y está reconocido como Reserva de la Biosfera desde 2011. Cuenta con casi dos millones de visitantes al año, y se dice que la belleza ha inspirado a numerosos artistas, escritores e intelectuales.

Vilanova de Sau

En su conjunto, Vilanova de Sau es un indispensable a la hora de ver a Osona. El más célebre de este rincón es el Pantano de Sau, que en 1962 engulló el pueblo de Sant Romà. Habitualmente, solo el campanario se deja ver, pero la sequía de este verano ha cambiado la situación.

Y las inmediaciones del pantano no son menos dignas de mención. Un ejemplo es el monasterio de Sant Pere de Casserres. Es uno de los tesoros paisajísticos y patrimoniales de la comarca, y se alza en la punta de una península totalmente rodeada de agua del río Ter. Más allá de la belleza de la arquitectura, uno de los encantos del monasterio es la exposición permanente que retrata la vida de los monjes en Casserres.

Los mercados semanales

Otro punto álgido y constante son los mercados semanales, una marca de identidad de los pueblos y ciudades de la comarca. Con una trayectoria de siglos, hoy en día siguen siendo el espacio de intercambio comercial y social por excelencia.

Con el clásico encanto de la tradición, estos mercados son lugares llenos de vida que se adaptan a los cambios, unen tradición y modernidad, así como mezclan colores, olores y sabores. Sin duda, un imprescindible disponible cada día de la semana en un municipio diferente: desde Vic hasta L'Esquirol, pasando por Manlleu, Roda de Ter y Centelles.

La historia desenterrada

El Templo Romano de Vic forma parte de los monumentos históricos artísticos declarados Bien Cultural de Interés Nacional. Su historia se remonta al siglo II d. C., cuando fue edificado. Sin embargo, cayó en desuso con la llegada de la edad media y se destinó a otras funciones, hasta el punto de que su descubrimiento en 1882 fue toda una sorpresa, ya que se encontraba "engullido" en un viejo caserón medieval.

Fuera de este templo, Osona cuenta con una gran diversidad de yacimientos arqueológicos que permiten descubrir la etapa prehistórica y antigua de la península, como la Fortificación Ibérica del Montgròs o el yacimiento ibérico y medieval de la Esquerda. Este último da a conocer al visitante cómo era la fortificación, las calles y talleres íberos, la iglesia y las herrerías medievales que forman el yacimiento.

El arte románico

La comarca de Osona es una de las más ricas de Catalunya en manifestaciones del arte románico, según explican en la página web de turismo de la comarca. Tiene más de noventa edificios con elementos románicos, entre los que se encuentran la iglesia de Sant Esteve en Espinelves, el Castell de los Montcada y el Museo Episcopal de Vic, la iglesia de Sant Pere de Savassona y la de Sant Martí de Riudeperes.

Rutas literarias

Osona es tierra de artistas. Entre todos los que han nacido y vivido en esta comarca destacan dos grandes poetas catalanes, cuya vida y obra han dejado una gran huella en el territorio: Jacint Verdaguer y Miquel Martí i Pol. Para vincular tierra y poesía, nace Paisatges Escrits a la Plana de Vic: Verdaguer i Martí i Pol, una ruta que enlaza ambos artistas con Folgueres, Roda de Ter y Les Masies de Voltregà y se adentra en la relación entre su poesía y el territorio.

Fuera de esta ruta, en Folgueres –el hogar de Verdaguer – también se puede visitar la Casa Museo Verdaguer, donde se puede conocer más de cerca cómo era la vida del poeta y cuál fue su influencia.

La magia de sus pueblos

Por último, es uno no puede irse de Osona visitar algunos de los pueblos y municipios con más encanto de la comarca. El primero de la lista es Rupit i Pruit, una joya del barroco rural. Este municipio es un viaje a la edad medieval gracias a sus casas de piedra, las calles desniveladas y la presencia de madera en las fachadas.

También Alpens es un lugar que respira historia –fue escenario de una importante batalla durante la Tercera Guerra Carlista en 1873–. Sin embargo, la magia de este municipio se debe a sus elementos de forja –pomos, farolas, barandillas y rejas– que decoran las callejuelas del casco antiguo.

Rodeado por las montañas del Prepirineo al norte y por la Cordillera Transversal al sureste, el paisaje que ofrece Vidrà es impresionante. En cuanto al patrimonio arquitectónico, Vidrà cuenta con ermitas románicas, los restos del Castell de Milany, un puente medieval y muchas masías.