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El rector de la Complutense: “No habrá ningún ERE, al contrario, lo que necesitamos es incorporar personas”

Carlos Andradas explica a 'Público' su plan de reeestructuración interna, propuesto con el objetivo de lograr una universidad "más sólida desde el punto de vista científico, académico, de investigación y de gestión".

El Rector de la Universidad Complutense de Madrid, Carlos Andradas. LORENA CALLE ESCRIBANO

MADRID.- Un año después de ser elegido Rector de la Universidad Complutense de Madrid, la mayor de España en número de alumnos, Carlos Andradas ha presentado un plan de reestructuración interna que contempla un proyecto de fusión que supondría una reducción del 60% del número de departamentos y del número de facultades, que quedarían reducidas a 17 a partir de las 26 actuales.

Desde que fuera presentada la fase inicial del proyecto el pasado mes de mayo, el Rectorado ha mantenido que el objetivo del mismo no es otro que el de mejorar la calidad docente e investigadora de la Universidad.

Sin embargo, esta fase inicial del plan ha levantado una gran polémica y ha llevado a la comunidad universitaria a mostrar su oposición. Personal docente, sindicatos y alumnos se han posicionado en contra de un proyecto que supondrá, opinan, una "pérdida de calidad" para la Complutense.

En una entrevista concedida al diario Público, Andradas ha asegurado que el objetivo del proyecto de reorganización es hacer que la Complutense sea "más sólida desde el punto de vista científico, académico, de investigación y de gestión" y que no desembocará, en ningún caso, en despidos de personal: “No habrá ningún ERE, al contrario, lo que necesitamos es incorporar personas”. En cualquier caso, matiza, el plan está abierto a debate y será aprobado en consenso con el conjunto de la comunidad universitaria.

¿En qué consiste el plan de reestructuración y cuál es su objetivo?

Lo que hemos lanzado es un proceso de reflexión sobre cómo estamos organizados, porque creemos que tenemos una estructura excesivamente fragmentada en muchos departamentos y en muchos centros muy desiguales en tamaño, en número de titulaciones y en número de alumnos. Esa fragmentación que ha permitido hacer determinadas cosas, también entorpece otras, tanto desde el ámbito académico como desde el punto de vista administrativo. Nos encontramos con estructuras duplicadas o multiplicadas muy uniformes o iguales que se pueden mejorar.

La estructura administrativa de la universidad tiene ahora necesidades que no tenía hace tiempo y viceversa. Creo que necesitamos dar un paso adelante y modernizar nuestra estructura para hacerla más sólida desde el punto de vista científico, académico, de investigación y de gestión.

¿Se podría haber planteado un libro blanco, es decir, hacer el debate antes y no después?

Es posible. Admito que en esto uno no sabe muy bien cómo acertar. Hemos tomado como referencia la propia historia de la Complutense, donde se han hecho varios libros blancos en los últimos años y casi todos han terminado en un cajón. Hemos mirado qué se ha hecho en otras universidades y hemos hablado con ellos. El vicerrector se ha entrevistado con la Universidad de Barcelona en varias ocasiones y después de hablar con todos ellos, también con gente de la comunidad universitaria de la Complutense, nos pareció que debíamos tomar la iniciativa, poniendo unos criterios y sus consecuencias encima de la mesa. Es verdad que se podría haber hecho de otra manera, pero nos pareció que teníamos la responsabilidad puesto que lo llevábamos en el programa electoral.

"La propuesta tiene que ser aprobada por los órganos correspondientes, por tanto tiene que tener el consenso suficiente"

Hay que dejar claro que estamos en el comienzo del proceso. El haber planteado una propuesta de entrada se ha interpretado como que esto es lo que se va a llevar a cabo y se acabó. Esto es conocer poco las estructuras universitarias, ya que por mucho que yo estuviera convencido de que esa propuesta es la buena, tiene que ser aprobada por los órganos correspondientes, por tanto tiene que tener el consenso suficiente. Lo que queremos es que nos hagan llegar las primeras reacciones, porque el objetivo inicial es que ese primer documento presentado sirva para encauzar el debate.

¿Cuales son las deficiencias de la universidad por esa fragmentación?

Tenemos departamentos del mismo área de conocimiento. Por ejemplo, Bioquímica y Biología Molecular tienen cuatro: uno en la Facultad de Química, otro en la de Medicina, otro en la de Farmacia y el cuarto en la Facultad de Veterinaria. Todos son profesores del mismo área, pero no todos tienen las mismas necesidades en cada momento. Entonces, nos gustaría ver las necesidades de Bioquímica y Medicina Molecular que tiene la universidad globalmente, de tal manera que puede ser que un año la persona que ahora mismo esté en un departamento necesite echar una mano a las personas de otro departamento. La estructura que tenemos ahora mismo hace que esto sea casi inviable. Lo mismo pasa con los planes de estudio. Hay, por tanto, una serie de barreras que impiden un enriquecimiento académico.

Creo, además, que desde el punto de vista de la investigación, el tener departamentos que tengan una masa crítica mínima los hace más atractivos para atraer visitantes, para tener seminarios ricos y productivos o para captar becarios, mientras que estructuras más pequeñas, muy atomizadas, se prestan a otro tipo de servidumbres. Desde el punto de vista académico creemos sinceramente que tiene ventajas y este es fundamentalmente el objetivo central.

¿Existen razones económicas?

Tenemos la responsabilidad de que el presupuesto público se administre de la mejor manera posible y si podemos montar una estructura de funcionamiento que cueste tres en lugar de cinco, significa que hay dos que podemos dedicar a otra cosa. Creo que podemos ahorrar, no para meternoslo al bolsillo, sino simplemente porque esos dos los podemos dedicar a crear otro tipo de plazas, a atender otras necesidades, a atención a la investigación o a coordinación de los grados y másteres, algo que ahora mismo lo están haciendo los profesores sin ningún tipo de apoyo administrativo.

Algunos departamentos contarían con más de 100 profesores, ¿La masificación de facultades afectará a la calidad investigadora y docente?

Ahora mismo ya existen en otras universidades y funcionan. En la Universidad Autónoma, por ejemplo, no existe la Facultad de Matemáticas, sino un departamento dentro de la Facultad de Ciencias. Este departamento de Matemáticas tiene alrededor de 80 personas y se posiciona en los rankings mejor que nosotros. La investigación, a su vez, se rige mucho por grupos, es decir, que los intereses específicos de especialización se mueven en subunidades. Pero es importante que hablemos todos juntos. La ciencia cada vez se entiende menos si no es en espacios abiertos donde hable gente de áreas distintas y aquí estamos excesivamente compartimentados.

En cinco años, aproximadamente un 60% de la plantilla de profesores de la Universidad Complutense se jubilará. ¿Se ha tenido en cuenta este dato a la hora de reorganizar las facultades?

Este dato es un elemento más y somos conscientes de ello. No solamente no habrá ningún problema de empleo ni ningún ERE, ni nada de lo que se nos acusa, sino todo lo contrario, lo que necesitamos es incorporar personas que suplan a las que se van a jubilar y la que ya se han jubilado y que no han podido ser reemplazadas por las tasas de reposición. Sinceramente, creemos que desde el punto de vista de incorporación de estas personas vamos a resultar más atractivos si tenemos departamentos más grandes.

Sin embargo, sí existe el temor a la pérdida de puestos de trabajo…

"Lo puedo firmar donde haga falta: no hay ninguna agenda oculta"

Lo hemos dicho por activa y por pasiva, y lo puedo firmar donde haga falta: no hay ninguna agenda oculta. Lo he dicho en la campaña, lo llevo diciendo desde el principio. El plan de actuaciones de profesorado lo aprobamos hace tiempo en Consejo de Gobierno y, ahora que la Comunidad nos ha aprobado en la oferta de empleo público, en el próximo Consejo empezaremos a aprobar la convocatoria de plazas. Ya han ido saliendo plazas de ayudante de doctor, plazas temporales y hemos ido estabilizando a los que se les acababan los contratos en la figura de profesor contratado o profesor interino. La política de personal, tanto en profesorado como en administración y servicios se va desarrollando y se tiene que seguir desarrollando. Hoy por hoy, con los presupuestos y el escenario que tenemos no hay ninguna amenaza. Al contrario, tenemos que ir reponiendo, no solamente a los que se van jubilando sino recuperando las personas que no hemos podido recuperar en el pasado.

¿Qué va a pasar con los puestos administrativos que queden duplicados debido a la fusión de facultades?

Queremos redistribuir el personal en otras funciones que ahora mismo están sin cubrir. A nivel de departamentos, ahora mismo hay muchos que no tienen auxiliar y es uno de los problemas que tienen. Precisamente, la reestructuración va a permitir que todos los departamentos tengan apoyo administrativo y los más grandes contarán con más de una persona. En ese sentido, el empleo está garantizado. Hay que ver cuales son las necesidades para redistribuirlo adecuadamente.

¿Y en el caso de los profesores asociados?

Todos los que están van a ir renovando el contrato. Los contratos son por tres años y cada tres años hay que volver a sacarlos a concurso. En ese momento habrá que ver si la necesidad sigue existiendo o no. En principio, si hasta ahora existía no hay ningún motivo para pensar que deje de existir. 

¿Puede garantizar, por tanto, que el número total de efectivos no disminuirá cuando finalice el proceso?

"En algunos casos, más que incorporar a personas nuevas habrá que intentar que esas figuras que están ahora en cuerpos que no les corresponden, ocupen el puesto que tienen que ocupar"

El número de efectivos ahora está en torno a 400 menos de lo que era hace 4 años, ya que por la Tasa de Reposición Cero no se han podido cubrir las vacantes. En ese sentido, creo que deberíamos incluso aumentar y lo ideal es aumentar en la calidad de las figuras. Somos conscientes de que hay profesores asociados que deberían estar en otro tipo de figuras. Entonces, en algunos casos, más que incorporar a personas nuevas habrá que intentar que esas figuras que están ahora en cuerpos que no les corresponden, ocupen el puesto que tienen que ocupar.

¿Cuál ha sido la respuesta del Rectorado a la oposición al plan por parte de la comunidad universitaria?

Intentar explicar. Estamos en el paso cero, en el paso de elaboración de lo que va a ser el documento de discusión del plan director. En eso estamos trabajando. De hecho, nuestra intención era tenerlo listo antes de irnos de vacaciones y precisamente en función de las respuestas que estamos teniendo no sé si nos va a dar tiempo, porque cada crítica que se nos hace intentamos estudiarla con seriedad. No sé, por tanto, si nos va a dar tiempo o finalmente tendremos que dejarlo para septiembre. Pero simplemente, el documento es la primera versión, el primer borrador de ese plan que ya veremos en qué termina.

¿Se han reunido con la comunidad universitaria para estudiar posibles alternativas?

Nos hemos reunido con los decanos, con la mesa sindical y el vicerrector se ha reunido con los directores de departamento por áreas para explicar el proceso. Es decir, estamos dispuestos a explicarlo y a discutirlo. Insisto, estamos en fase cero, porque la fase uno empezará en el momento que se ponga en circulación el documento y lo discutiremos con la junta de centro, con todos los colectivos, con el claustro, con los estudiantes…

Además de reunirse para explicar el plan, ¿están estudiando las propuestas que les han hecho llegar los profesores?

Estamos estudiando en base a las reacciones, pero nos están llegando muy pocas alternativas concretas. En la última reunión que tuvimos con los decanos les dijimos que en la primera semana de junio nos hicieran llegar las observaciones que estimaran oportunas, con el fin de tenerlo a finales de junio. Ideas concretas, insisto, han llegado pocas. Ha habido más una protesta que propuestas concretas, aunque irán llegando.

¿La fusión de facultades expuesta en la reunión con los decanos es definitiva?

"No se va perder la oferta de titulaciones en absoluto"

No. Estamos abiertos a discusión y si llegamos a la conclusión entre todos de que hay estructuras académicas que hay que mantener, pero transformando la estructura administrativa que tienen, a lo mejor hay que ir por ahí. Hay una propuesta en base a unos criterios que dan lugar a una modificación administrativa y académica, con muchos meses de trabajo detrás en los que hemos analizado los centros, el número de profesores, el número de sexenios de investigación, el número de alumnos, el número de titulaciones que ofrecen, el personal de administración y servicios de cada uno de los centros. Fruto de este estudio, de las desigualdades que se perciben entre unos y otros, salen los resultados y si alguno de esos resultados son perjudiciales habrá que modificar los criterios. Todo esto sin perder la oferta de titulaciones en absoluto, que no ha estado nunca en discusión.

¿Qué peso ha tenido la competencia entre universidades a la hora de plantear la reestructuración?

Tenemos que tener estructuras más flexibles, sobre todo a la hora de captar estudiantes internacionales. Ahora mismo estamos captando estudiantes de fuera y es importante tener estructuras sensibles que sean capaces de dar respuesta a lo que pueden venir buscando o que se parezcan más a las que tienen en sus países.

¿El plan saldrá adelante a pesar de la oposición?

El plan va adelante porque si hay un consenso es que una reestructuración hace falta. De hecho, todo el mundo coincide en que una reestructuración hace falta, aunque se esté más o menos de acuerdo con cómo se ha planteado. El debate va a ir adelante y creo que en ese sentido es imparable. Lo que no sé si será de una manera o de otra, porque yo no me consideró en posesión de la verdad, pero creo que mi papel es ponerlo encima de la mesa y defender lo que yo opino. Pero esto es un sistema democrático, y entre todos, estoy convencido, encontraremos una solución.

Hace meses, se presentó una denuncia por falsedad documental contra un candidato a una plaza de profesor contratado doctor en CCII.¿Cómo ha quedado el tema finalmente?

Desde nuestro punto de vista no había caso de falsedad documental, sino una persona que puso una fotocopia del DNI media docena de veces, cuando solamente era exigible una y aquello pudo dar lugar a confusión. Para eso se nombran las Comisiones de Evaluación, para que analicen la documentación. Como resultado de aquello, con los mecanismos que tiene la universidad, la plaza está formalmente adjudicada, pero en atención tanto a los alumnos como a las personas que había, la incorporación de la persona se va a hacer para el curso siguiente. Durante este curso las cosas iban a seguir como estaban y ahora veremos si la persona a la que le correspondió el contrato se incorpora finalmente el curso siguiente o no.

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