La ONU ha vuelto a advertir a los países sobre el incumplimiento de los planes para luchar contra la crisis climática. El calentamiento acelerado del planeta está "socavando" el cumplimiento de la llamada Agenda 2030, la hoja de ruta mundial para lograr contener el cambio climático y adaptar economías y sociedades al nuevo escenario. Según el informe presentado este jueves por las Naciones Unidas, los países sólo lograrán cumplir con el 15% de los llamados Objetivos de Desarrollo Sostenible fijados para finales de década.

"Este 2023 ha demostrado con demasiada claridad que el cambio climático ya está aquí. Las temperaturas récord están quemando la Tierra y calentando el mar, mientras el clima extremo causa estragos en todo el mundo. Si bien sabemos que esto es sólo el comienzo, la respuesta global está siendo insuficiente. Mientras tanto, a mitad de camino de la fecha límite de 2030 para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), lamentablemente, el mundo ha perdido el rumbo", ha expresado el Secretario General de la ONU, António Guterres.

La publicación, coordinada por la Organización Mundial de Meteorología (OMM), revela que las grandes economías siguen apoyando su crecimiento económico en la quema de combustibles fósiles, ya que las emisiones de CO2 asociadas al uso de petróleo, carbón o gas se elevaron un 1% en el último año. Todo ello, dice el informe, contribuye a que haya un 98% de probabilidades de que uno de los próximos cinco años se consolide como el más cálido desde que hay registros; y a que el planeta supere el umbral de calentamiento de 1,5ºC a principios de 2030. Con las actuales políticas públicas, el termómetro global el planeta podría elevarse 2,8ºC a mediados de siglo.

La lucha contra el hambre, el segundo objetivo de la Agenda 2030, está condicionado a la batalla climática. Los fenómenos meteorológicos extremos, cada vez más virulentos y recurrentes, están empujando a millones de personas a padecer hambre y se calcula que 670 millones de personas podrían quedar sin alimentos a finales de década.

Tras la publicación de su informe, la ONU ha pedido que los países realicen inversiones que mejoren la seguridad alimentaria y permitan a los campesinos adaptar sus cultivos a la nueva coyuntura.

El avance imparable de la crisis climática y la subida del termómetro planetario están favoreciendo la permanencia y propagación de virus como la malaria o el dengue. Además, el uso continuado de combustibles fósiles y las emisiones de gases tóxicos en los entornos urbanos impiden que las ciudades dispongan de aire limpio. La publicación alerta de que la mala calidad del aire provoca ya 6 millones de muertes prematuras al año.

"El cambio climático está exacerbando los peligros relacionados con el agua, como inundaciones y sequías. Los cambios en los patrones de precipitación, las tasas de evaporación y el almacenamiento de agua plantean desafíos importantes para la gestión sostenible de los recursos hídricos", alerta la publicación, que señala a la disponibilidad de agua como otro de los objetivos cada vez más inalcanzables por culpa de la crisis climática, pero también por falta de políticas eficientes sobre la gestión de los recursos hídricos. 

El texto presentado este jueves señala también al mal estado de los océanos, que han registrado temperaturas de récord en este último año. Los ecosistemas, narra la publicación, están afectados y con ello las economías pesqueras y la seguridad alimentaria de miles de pueblos costeros. No frenar la crisis climática supondrá tensar aún más las posibilidades de supervivencia de millones de familias. 

La crisis climática diluye los compromisos económicos y sociales de la Agenda 2030, acordada por los países de la ONU en en 2015. Los esfuerzos e inversiones podrían quedar socavados y, por ello, el informe reclama que los gobiernos actúe sobre la raíz del problema, reduciendo las emisiones de efecto invernadero y limitando la subida global de temperaturas. 

Tanto la ONU como la OMM piden cumplir con los objetivos climáticos acordados en París. Si las naciones quieren mantener la subida del termómetro mundial por debajo del 1,5ºC deberán reducir las emisiones de CO2 un 45% de aquí a final de década. "Ello requerirá de transformaciones sistémicas, rápidas y a gran escala", concluye.