La Organización Mundial de Salud (OMS) advierte que alrededor de 700.000 personas podrían morir por la covid-19 en Europa durante este invierno. Los pronósticos de la institución señalan que unos 25 países de la región europea —que incluye a 53 de este continente y Asia Central— podrían sufrir falta de camas en hospitales y que 49 alcanzarían una situación de estrés alto o extremo en las UCI, según informa Efe.

La OMS mostró en un comunicado, recogido por la agencia, su preocupación por la situación en Europa, que vuelve a ser el epicentro de la pandemia. Y, ante esto, ha pedido a los Gobiernos que tomen nuevas medidas preventivas. "Para vivir con este virus y seguir con nuestra vida diaria necesitamos un enfoque que exceda a la vacuna", expresó en el texto el director de OMS-Europa, Hans Kluge.

Entre ellas menciona el uso de mascarillas en interiores, la higiene de manos, ventilación de espacios, mantener la distancia, toser en el codo, implantación del pasaporte-covid, aislamiento de quienes tienen síntomas, los test, el rastreo y las cuarentenas.. Todas son medidas que han sido centrales para controlar la transmisión de la covid-19 desde que empezó la pandemia.

La alta transmisión del coronavirus en Europa se explica por varios factores como el dominio de la variante Delta, el levantamiento de restricciones, el aumento de reuniones en espacios interiores por la bajada de temperaturas o el número aún alto de personas no vacunadas en algunos países (aunque en España no exista este problema).

Todo esto ha llevado a unos datos realmente graves a nivel europeo, con la covid-19 como principal causa de muerte. La semana pasada se dobló el número de muertes diarias hasta 4.200 y se superaron los 1,5 millones de fallecidos desde el inicio de la pandemia, que aumentarían a los 2,2 millones acumulados en primavera, según las proyecciones actuales de la OMS.