La manera de impartir la educación en los centros escolares influye por completo en el devenir de los alumnos. Una educación no adecuada pondrá las bases de un mal aprendizaje. Sin embargo, si ese proceso es el óptimo y adecuado, cada estudiante habrá ganado mucho de cara al futuro.
De todo ello son conscientes en la Fundación La Caixa y de ahí su apuesta decidida por sentar los parámetros de la educación teniendo muy presente que el mundo de mañana depende de la educación de hoy, al tiempo que la entidad se posiciona como clave de una educación de calidad absolutamente estructurada.
La Fundación La Caixa pone en valor las llamadas cuatro C como clave para cambiar la educación en las aulas: pensamiento crítico, creatividad, colaboración y comunicación. Todos ellos son conceptos que promueven habilidades que todos los alumnos necesitan para desarrollar su potencial, aunque incluso inicialmente lo desconozcan.
Las cuatro ces
De ahí la importancia de las cuatro ces mencionadas, verdaderas llaves que abren su mentalidad a nuevas actuaciones en materia de educación y que incentivan sus habilidades, necesarias para desarrollar su potencial y labrarse un futuro igualmente ilusionante.
• El pensamiento crítico promueve la argumentación y nos permite extraer conclusiones. Es una gran herramienta para la resolución de problemas.
• La creatividad es fundamental para afrontar la resolución de problemas y en la adquisición del concepto de la innovación, primordial en el desarrollo de cualquier niño.
• La Colaboración fomentar el trabajo en equipo entre los distintos actores de la comunidad educativa y permite extraer los mejores talentos, tanto de los alumnos como de los profesores.
• La comunicación se vale del correcto uso del lenguaje como la pauta más eficaz para transmitir conocimientos de un modo dinámico y acorde a nuestros tiempos.
Cambiar la educación
Para cambiar la educación es fundamental la aportación de los profesionales docentes y, como no, de los alumnos, que detallan sus casos reales de aprendizaje, aportan sus testimonios y hacen partícipes a sus familias de su proceso de aprendizaje y su ilusión renovada por participar en modelos educativos diferentes a los habituales y mucho más didácticos y prometedores.
De hecho, son los alumnos que ganaron la última edición de The Challenge de Educaixa, el programa que impulsa el cambio educativo, quienes lo explican y al tiempo que incentivan esa ilusión por aprender en positivo, sus familias comprueban cómo su proceso educativo va viento en popa. Descubrir esas historias de buen aprendizaje simboliza la esperanza de un futuro brillante.
El aval de The Challenge
The Challenge busca contribuir a una educación de calidad a partir de retos en los que alumnos y profesores desarrollan aprendizajes significativos, mejoran sus competencias y se aproximan a contextos reales.
Por ello, y porque en La Caixa quiere incidir en que el mundo de mañana depende de la educación de hoy, la entidad se ha entrevistado con los padres de los worldshakers que ganaron la última edición de The Challenge, la gran apuesta de EduCaixa educativa para que los jóvenes de hoy puedan liderar sus proyectos con la mirada puesta en el progreso social: un ejemplo de cómo la educación es la palanca del progreso.
Ideas ganadoras
The Challenge promueve el cambio social e incentiva la transformación educativa y de ello es muy buen ejemplo Alex Morera, que junto con sus compañeros de equipo, presentó uno de los 22 proyectos ganadores de The Challenge 2022. Su propuesta de diseño de una app para dispositivos móviles que pudiera fomentar hábitos y conductas sostenibles impresionó al jurado. Para Alex, The Challenge supuso un viaje de superación, aprendizaje y motivación que lo condujo a trabajar en la mejor versión de sí mismo.
Por su parte, Laura Martín-Bejarano, también ganadora de The Challenge 2022, lideró el proyecto (Bio)lógica, que buscaba una solución al actual problema de las subidas de los precios de la luz o la acumulación de residuos. The Challenge significó para ella "un punto de inflexión" en su vida, algo que le ha impulsado a liderar sus proyectos con una mirada puesta en el progreso social. Alex y Laura, junto con sus compañeros worldshakers, representan el rostro de una nueva generación de mentes inquietas, soñadoras e innovadoras.
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