Las tecnologías emergentes como el blockchain, la inteligencia artificial y la realidad virtual han convertido el mundo digital en un auténtico universo con infinidad de posibilidades aún por explorar. El concepto de Metaverso (acrónimo griego compuesto por ‘meta’, que proviene del griego y significa "después" o "más allá", y ‘verso’, que hace referencia a "universo") apareció por primera vez en la novela de ciencia ficción Snow Crash, de Neal Stephenson, en 1992. En ella, se reflejaba la visión del autor acerca del futuro de Internet como un espacio de realidad virtual.
Pero no fue hasta 2003 cuando la compañía estadounidense Linden Lanb presentó Second Life, un mundo de realidad virtual en tres dimensiones que encajaba a la perfección con lo descrito por Stephenson y en el que los usuarios podían vivir experiencias inmersivas a través de sus avatares. Tres décadas después, el Metaverso, un universo que propone una nueva forma de socializar, trabajar y comunicarse, empieza a materializarse. Según datos de Grayscale Investments en su informe The Metaverse, Web 3.0 Virtual Cloud Economies, el Metaverso representa una gran oportunidad de mercado, ya que se estima que sus ingresos anuales sean superiores a un millón de millones de dólares.
"Con la irrupción del metaverso se creará una frontera que combinará entornos virtuales y reales, y que nos permitirá realizar las actividades de la vida cotidiana, como trabajar, jugar, reunirnos con amigos, asistir a conciertos, acudir a eventos deportivos…", aseguran desde Banco Santander. Y añaden: "Si con Internet es posible interactuar a través de la pantalla del ordenador, smartphone, tablet u otro dispositivo, sin restricciones de tiempo ni espacio –es decir, desde cualquier momento y lugar-, con el metaverso el límite de esa pantalla se desvanece, ofreciendo una experiencia inmersiva, como si estuviéramos dentro de un videojuego y nos moviéramos por medio de un avatar que nos representa, y que es capaz de tocar y mover objetos, de relacionarse con otras personas (o avatares) y de influir en el entorno".
Grandes tecnológicas, como Facebook -que ha cambiado su nombre a Meta-, Nvidia, Apple o Microsoft, están apostando por esta nueva revolución. Pero también compañías de otros sectores. Entre ellos Nike, que presentó Nikeland, una realidad paralela ubicada en la plataforma de juegos Roblox, y que permite a los usuarios hacer ejercicio o vestirse con la ropa de la marca utilizando sus avatares; o la marca de automóviles BMW, que tiene planes para crear una réplica exacta de una de sus fábricas y hacer pruebas virtuales. Y dentro del sector financiero, Santander explora soluciones innovadoras a través, por ejemplo, de retos como Santander X Global Challenge / Blockchain and Beyong, que busca startups y scaleups punteras en el uso de la tecnología blockchain en el Metaverso de Decentraland.
Un proyecto a largo plazo
Si bien un Metaverso completo podría tardar años o, incluso, una década entera en desarrollarse (Mark Zuckerberg, creador de Facebook, asegura que es un proyecto a largo plazo y que puede tardar entre 10 y 15 años en estar listo), es cierto que ya se puede acceder a algunos de estos espacios con un ordenador o smartphone, conexión a internet y una wallet. Sin embargo, su descripción es tan amplia que hay quien dice que el Metaverso ya existe en algunos mundos digitales, como Roblox, Minecraft y Fortnite, los cuales ya permiten a los jugadores reunirse en entornos 2D.
Banco Santander distingue entre, principalmente, dos tipos de Metaverso. El primero, y el más sencillo, es el Metaverso tradicional, una evolución natural de los actuales videojuegos virtuales. El segundo es el Metaverso de blockchain que, a su vez, se divide en dos Metaversos distintos, el centralizado y el descentralizado. En el centralizado todo se rige por una organización central, es decir, la empresa creadora del mundo virtual tiene todos los datos de los usuarios, siendo la única que decide sobre su futuro. La diferencia en el descentralizado es que opera a través de organizaciones autónomas descentralizadas (DAO) y tienen una economía virtual completamente autónoma, controlada por los propios usuarios.
Para el banco cántabro, las interacciones digitales con Web3 y Metaverso representan una nueva revolución digital que, de adoptarse masivamente, cambiaría por completo la forma en la que compartimos y poseemos la información, nuestra percepción del "valor" digital y nuestro papel como usuarios.
El Metaverso en el sector financiero
En el caso concreto del sector financiero, el Metaverso tiene las herramientas para poder proporcionar a los bancos una vía para ofrecer experiencias de cliente altamente personalizadas sin perder el componente humano. De hecho, la realidad aumentada se perfila como un canal alternativo para las transacciones financieras que podría ser viable en 2030. Aunque el mercado digital es un campo aún por explorar, los bancos ya trabajan en el desarrollo de nuevos productos y servicios, como sucursales virtuales y criptomonedas. La posibilidad de que el pago online y otras transacciones como los préstamos o las hipotecas pasen al mundo del Metaverso está generando interés en el sector financiero.
Los servicios financieros en el Metaverso, desde sus oficinas virtuales, crearán nuevos espacios de relación con los clientes, para la presentación de productos novedosos, la resolución de dudas con ejemplos visuales en 3D o bien el reporte de resultados de una forma mucho más personalizada y experiencial.
Un nuevo universo profesional
Las utilidades del Metaverso son muchas y se está abriendo un universo muy atractivo para los profesionales, los cuales tienen la posibilidad de orientar su carrera a un mercado muy distinto al actual y con grandes posibilidades de crecimiento. Se espera que, en 2030, existirán trabajos especializados, como el Investigador del Metaverso (Metaverse Research Scientist), Planificador de Metaverso (Metaverse Planner), Desarrollador de ecosistemas (Ecosystem Developer) o Ciberseguridad en Metaverso (Metaverse Cybersecurity), entre otros muchos. De hecho, ya existe demanda de este tipo de profesionales debido al uso del Metaverso en diferentes sectores.
Ya hay numerosos ejemplos de sus usos en la actualidad. En el ámbito de los bienes inmuebles, en la plataforma Decentraland, un mundo virtual con economía blockchain que permite que sus usuarios comercialicen como lo harían en el mundo físico, se subastó recientemente un parche de propiedad virtual por un precio de 2,4 millones de dólares. Asimismo, su competidor, Sandbox, también marcó otro hito al vender una parcela de terreno virtual en su interior por 4,3 millones de dólares en 2021.
En el mundo de la moda, en 2019, Louis Vuitton se asoció con Riot Games y crearon máscaras originales y una colección de moda para el juego League of Legends (LOL. Y, en 2020, Balenciaga lanzó su colección de otoño como si se tratase de un videojuego, al que llamaron Afterworld. También la española Zara se ha trasladado al espacio virtual y ha creado una colección de ropa para los avatares digitales, Zepeto.
También en formación, donde el e-learning crece de manera exponencial y se ha convertido en un gran aliado para obtener conocimientos desde cualquier parte del mundo, el Metaverso puede conseguir un contenido más interactivo e inmersivo, además de favorecer el networking y las relaciones sociales tanto dentro como fuera de clase. O los posibles usos del Metaverso en los conciertos de música virtuales, donde los artistas tienen la capacidad de actuar como avatares virtuales en espacios 3D y los fans pueden sumergirse en el concierto desde su propia casa.En agosto de 2021, Ariana Grande hizo un concierto virtual dentro del videojuego Fortnite, al que asistieron alrededor de 78 millones de usuarios.
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